domingo, 15 de diciembre de 2019

Turberas de O Buio y celtic fields

Huellas de extracción de turba mediante métodos tradicionales en los montes de Boimente (O Buio), hoy completamente degradadas por diversas intervenciones, como la extracción masiva y la instalación de eólicos. (C) Vuelo americano, 1956-57.

Campos de cultivo modernos sobre el entramado que caracteriza a los supuestos complejos agrarios prehistóricos conocidos como celtic fields. (C) Cambridge aer photos: celtic field al noroeste de Puddletown.

Se supone que los llamados celtic fields son las evidencias arqueológicas más antiguas de campos de cultivo en la Europa atlántica, que podrían datar de la Edad del Bronce. No obstante, no hay prueba alguna de que efectivamente hayan sido parcelas cultivables más o menos cuadrangulares separadas unas de otras por bancos de tierra, a modo de grandes cómaros. En Galicia no existe ni un solo ejemplo de celtic field, ni tampoco en la Bretaña francesa. La interpretación de esas huellas en el paisaje como parcelario prehistórico tiene su importancia para determinar si fue éste el sistema de parcelación primitivo o si fue el bocage de Bouhier, propio del norte de Galicia y Bretaña.

Basándonos en el parecido formal entre ambas imágenes, sostenemos que los llamados celtic fields podrían ser los restos prehistóricos de extracción masiva de turba en aquellos territorios dominados por turberas de origen periglaciar: peat cutting landscapes sobre los cuales se establecieron, con el paso del tiempo, campos de cultivo, asentamientos... Por otra parte, se ha señalado que estos complejos aparecen a menudo situados en la proximidad de depósitos de turba y en zonas demasiado húmedas para su uso como terrenos de cultivo (Fokke Gerritsen, Local Identities. Landscape and Community in the Late Prehistoric Meuse-Demer-Scheldt Region, Amsterdam University Press, 2003, pg. 172).

El bocage sería, entonces, la forma más antigua de parcelación territorial surgida de la necesidad de proteger los primeros cultivos del paso del ganado, en sociedades de economía básicamente ganadera: "Es la economía basada en la cría de ganado la que explica el bocage. Históricamente cualquier bocage es un área pecuaria; este hecho ha sido remarcado por el geógrafo Pierre Bonnaud hace casi 30 años. Él indica que es mucho más interesante preguntarse por las condiciones que imponen la creación del bocage: "no se puede mencionar un bocage auténtico que no esté en estrecha relación con la relevancia de la cabaña bovina que predomina en la economía de la zona" (Bonnaud, 1979)" (Annie Antoine, Le bocage de l’Ouest de la France: un paysage construit et utilisé par les hommes, Helsinki, agosto de 2006, Session 108: Economic history and landscape history).

Los paisajes de bocage (divisiones vegetales mediante setos) característicos del norte de Galicia se conservan en la zona de San Sadurniño. Las parcelas irregulares se aislan por cierres vegetales para protegerlas del ganado. Contexto pecuario conservado en la microtoponimia del entorno: Montaboi, Bestegal (compuesto con el sustantivo busto, "terreno dedicado a pasto para el ganado") y Ameixeiras (posiblemente relacionado con ameijoada, "campo em que o gado pasta e passa a noite" (Diccionário Estraviz); al este de Bestegal, fuera de la fotografía, Vidueiro (latín vitularium, "recinto para becerros").
(C) Visor PBA de la Xunta de Galicia, capa del Vuelo Americano, 1956-57.

Así pues, en Galicia no puede ser mera coincidencia que el área que Bouhier define como de bocage, situada al norte de las provincias de A Coruña y Lugo, manifieste desde el Hierro II la importancia de la cabaña bovina: "parece evidente que la cabaña bovina tenía un peso más considerable en el norte de Galicia y Asturias que en las Rías Baixas, como se ha observado en Punta do Castro (Reinante, Lugo), A Devesa, Fazouro o Punta dos Prados [...]. Algunos yacimientos con niveles prerromanos como Campa de Torres y Punta dos Prados hacen pensar que en el norte lo que se produjo tras la llegada de Roma fue la intensificación de una tendencia preexistente a privilegiar el ganado vacuno [...]. De hecho, que en los castros norteños el número de bóvidos supere sistemáticamente al de ovicápridos corroboraría también la existencia de una pauta indígena [...]. En el norte es posible que el elevado número de bóvidos en los castros refleje el papel central que estos animales poseían como medio de acumulación de capital económico y social" (Alfredo González Ruibal, Galaicos: poder y comunidad en el Noroeste de la Península Ibérica (1200 a.C. - 50 d.C), Brigantium, v. 19, pgs. 295-296).

Creemos haber respondido a la pregunta que planteaba O'Flanagan en su Xeografía histórica de Galicia (Xerais, 1996, pg. 159) sobre el enigmático origen del bocage en los territorios del norte: ¿se trata de una zona que no se llegó a colonizar mediante el sistema de agras debido a que su entorno físico era más pobre, o es precisamente su marginalidad la que permitió que se conservase el sistema más arcaico, que retrocedió o se transformó en paisaje de agras en el resto de Galicia?

2 comentarios:

Martín dijo...

Recomienda el de O'Flanagan? Llevo tiempo detrás de él y no aparece.

Le felicito por el blog, una maravilla.

Andregoto Galíndez dijo...

Gracias Martín. Recomiendo echarle un ojo al libro de O'Flanagan, sobre todo a las dos primeras partes, que presentan un buen resumen de las teorías de la formación del paisaje cultural gallego. Yo lo compré de segunda mano, porque está agotada la edición; pero se podrá pedir en préstamo en cualquier biblioteca, y se lee rápido, es muy corto.
Saludos