sábado, 11 de enero de 2020

Unas parcelas llamadas Castros


En Pol (Lugo) localizamos una croa o recinto del Hierro que no parece estar inventariado, o si lo está, no viene señalado en el Visor PBA de la Xunta como patrimonio cultural. Nos parece una buena oportunidad para mostrar que el microtopónimo Castros se ajusta y nombra al parcelario (1) y no al recinto circular, que no se identifica como tal. Éstos suelen, en la zona, recibir el nombre de Couso (p. ej. en el Castro de Hermunde), y en otras, el más frecuente de Croa o Roda.

(1) Una explicación más pormenorizada de esta cuestión: Un paisaje castrado.

viernes, 10 de enero de 2020

Rómulo y Remo en los orígenes del Carnaval

El mítico asunto del surco primigenio que Rómulo, gemelo de Remo, trazó con el arado en la fundación de Roma coincide notablemente con el ritual europeo que se desarrolla durante las mascaradas de invierno.

Así, en relación con las mascaradas invernales Caro Baroja nos informaba de que "en Rusia igualmente se estima que el hacer un surco alrededor de una aldea con el arado sirve para evitar el hambre a personas y bestias. En el gobierno de Grodno deben llevar a cabo acto semejante dos hermanos gemelos. En Rumanía son los niños los que llevan un pequeño arado por el pueblo, y en Croacia hay localidades, como Bregi, en la que lo debía conducir una mujer (1), lo cual acaece o acaecía también en otras extensas áreas de Eslavonia y Rusia" (El Carnaval, Alianza Editorial, 2006, pg. 318).

A mi juicio ambos temas están estrechamente relacionados. Rómulo y Remo, en el mito fundacional clásico, ejercen de zamarrones prerromanos, son como los niños gemelos de Grodno que ejecutan el ritual de protección del recinto habitacional arrastrando su arado por el contorno de la aldea (2). El rito debió de ser común a toda Europa, a juzgar por la dispersión del motivo que pervive en lugares tan distantes como Grodno, Roma o La Maragatería.

No es tanto la fertilidad de los campos lo que se procura con el ritual del arado que se lleva a cabo en las mascaradas invernales. Existe un rito subyacente previo: la fundación de un recinto habitacional y su protección mágica mediante un círculo realizado con un arado (3). La celebración periódica del ritual profiláctico de la liberatio (expulsión de los malos espíritus que infestan el campo y la ciudad y pueden afectar a personas y ganado) tenía lugar en Roma durante el festival o procesión de las ambarvalia o amburbalia, término que, deturpado, podría estar en la discutida etimología de la palabra Carnaval.

(1) Como en la fiesta del arado de La Maragatería.
(2) Caro Baroja toma los datos sobre el ritual del arado del estudio de Armstrong ("The Ritual of the Plough", Folklore, nº 54, 1945, pgs. 250-257). Sorprendentemente, ninguno de los dos autores establece relación entre el rito de Grodno, Rumanía, etc. y Rómulo (y Remo) dirigiendo su arado para formar el contorno de la ciudad.
(3) André Magdelain, "Le pomerium archaïque et le mundus", Publications de l'École Française de Rome, 1990, pgs. 155-191.

lunes, 6 de enero de 2020

Támaro - Sutámbaro


Según Aníbal Otero (CEG, XII-XVII, 1949, pg. 176 y 194) en Moreira (Lugo) al cembo o pendiente de una montaña se le llamaba sutámbaro ("der. de tumulu"), y támara en Meira. Poco después Harri Meier ("Mirages prélatins (Kritische Bertachtungen zur romanischen Substratetymologie)", Romanische Forschungen, LXIV, 1952) suscribía la propuesta de Otero, en contra de Hubschmid, que suponía la existencia de una raíz prerromana *támaro, "alud, desmoronamiento", de donde surgiría la acepción "arroyo torrencial" que subyace en los hidrónimos paleoeuropeos de base *TAM- como el Támara > Tambre gallego, así como las acepciones oronímicas que proporciona Otero. También el portugués tômoro tendría esta misma etimología, según Meier, mientras que Hubschmid proponía un cruce entre tumba y cómaro. Este último término, cómaro (portugués cômaro / cômoro / combro), también es objeto de la crítica de Meier: lo remite al latín cumulus (siguiendo a Díez), mientras que Hubschmid proponía una etimología prerromana *kómaro.

El nuevo buscador del proyecto colaborativo Galicia Nomeada nos permite rápidamente localizar este extraño topónimo, que por el momento sólo se ha registrado una vez, en Padornelo. Si activamos la capa de información catastral podemos ver la toponimia de su contexto: Sutámbaro aparece rodeado de una zona denominada O Tombelo. Por lo tanto, se prueba la hipótesis de Aníbal Otero de que támbaro, támaro / támara y sutámbaro provienen del latín tumulum, lo mismo que tombelo. Suponemos que estos dos marcadores territoriales (los microtopónimos Tombelo y Sutámbaro) estarían indicando túmulos neolíticos, enormes mámoas, por lo que la función funeraria que éstos habían tenido todavía permanecía viva en la memoria popular cuando comenzó la romanización de esta zona. Apostamos por esta solución acorde con la etimología de tumulum, aunque también es cierto que ambos microtopónimos podrían aludir a pequeñas elevaciones naturales en el terreno.

Por otra parte, de la misma forma que tumulum > támaro / tômoro, etc. también cumulum puede evolucionar según esta regla hacia cómaro / cômoro.

Addenda del 9/1/20: la Voz de Galicia de hoy publica los datos que el colectivo Patrimonio dos Ancares les facilita sobre la inspección del posible yacimiento, que se confirma. "Está situado a unha altitude de 1.230 metros, e a uns 350 metros do Camiño Francés de Santiago. [...] Patrimonio dos Ancares comprobou que se trata dun castro de forma ovalada cunhas medidas aproximadas de 115 por 75 metros, protexido polo norte polo regueiro da Grovia e polo sur-este por potentes terrapléns e o pronunciado desnivel do terreo".

Parece que el microtopónimo Sutámbaro se aplicó, en este caso, al potente terraplén que rodea por el sureste el recinto castreño.

domingo, 5 de enero de 2020

Entroido (O Furco - Becerreá)

El latín introitus, "entrada, acceso", ha dejado escasa huella toponímica, no así en su aplicación al nombre patrimonial de las mascaradas de invierno (antroido / entroido) como rito de paso que tiene lugar ahora, al comienzo de año.

No obstante, localizamos algún caso de Entroido toponímico que demuestra la estrecha relación entre microtoponimia histórica y paisaje a un nivel de detalle asombroso. El Entroido de O Furco (Becerreá) se sitúa en el acceso a los núcleos de población de O Casar y O Furco, en el entorno del recinto fortificado del Hierro que se ve en la zona inferior derecha de la imagen. Resulta evidente que se trata de un acceso por la maraña de caminos de la imagen aérea (Visor PBA de la Xunta, capa del Vuelo Americano de 1956-57).


sábado, 4 de enero de 2020

Per foramen acus

Leo con franco interés tres páginas de un artículo que James Duran (Proxecto Gaelaico) publicó en 2015 en el Anuario Brigantino sobre la relación entre el goidélico cró y el gallego croa: "Descubrindo o vocabulario de substrato celta en Galicia", pgs. 47-49).

La relación es evidente, pues la croa galaica designa toponímicamente un recinto circular, y en goidélico cró también tiene la acepción de "curro ou croa na que se gardan animais domésticos", además de "ollo dunha agulla" (ib., pg. 48). Así, por lo tanto, estructuras circulares, furados, etc.

Duran sugiere un étimo común céltico para el gallego y el goidélico, cognado del latín corona; este étimo en las lenguas celtas guardaría el primitivo significado de "recinto para ganado", que el latín perdió o nunca tuvo. La propuesta de Duran resulta muy interesante porque indicaría la función de recintos ganaderos de los antecastros y de las croas que no presentan restos habitacionales, ya apuntada por la bibliografía especializada  (p.ej. Menéndez de Luarca, La construcción del territorio. Mapa histórico del Noroeste de la Península Ibérica, 2000, pg. 36).

El autor finaliza esta parte con una exclamación: "podemos estar seguros de que a palabra gaélica cró non foi tomada como préstamo dos romanos!". Entonces me pregunto: ¿cómo explicar que cruna tenga en italiano una de las acepciones del cró goidélico?

"filo che s' infila nella cruna dell'ago per cucire" = hilo que se enhebra en el ojo de la aguja para coser.

Respecto al galés crau, bretón kraou, goidélico irlandés cró, que tienen ambos significados (establo y ojo de la aguja) "Ernault warnt uns in seinem mittelbretonischen Wörterbuch das keltische Wort mit ital. cruna = Nadelöhr [ojo de la aguja]".

Como no parece que el italiano cruna usado por Dante en la Divina Comedia con este sentido plantee muchos problemas para sustentar su etimología en el latín corona, sería posible proponer una especialización céltica del sema "figura de forma circular" contenido en el término latino: en la totalidad de las lenguas célticas se habría adoptado como neologismo para nombrar los viejos referentes que formaban los curros para ganado, y en algunas de ellas (pero no en gallego) así como en italiano, el ojo de las agujas. Este proceso que se conoce como deriva semántica demuestra que el pensamiento domina sobre el lenguaje, o lo que es lo mismo, que se puede ser celta de pensamiento aunque se obre en latín.

La relación formal entre el ojo de las agujas y los recintos pecuarios seguramente estuvo extendida fuera del ámbito que tratamos, se percibe en la frase bíblica "facilius est camelum per foramen acus transire, quam divitem intrare in regnum Caelorum". Si no se basa en la forma circular de ambos referentes quizá aluda a un estrecho paso que en los curros pecuarios impediría que el ganado entrase o saliese a voluntad. É máis doado que o gando pase por unha ucheira que o rico entre no reino dos ceos. Difícil, pero no imposible.