lunes, 29 de marzo de 2010

Encajes lusitanos

Según Plinio en Lusitana se elaboraba un tejido denominado scutulato, y una pequeña investigación sobre el término lo pone, sin mucho esfuerzo, en relación con las mallas de red (similia retum maculis) y las telas de araña (araneorum rete scutulatum est). Plinio sin duda está hablando de los encajes y puntillas como los que todavía se hacen en Camariñas con los bolillos, o en Portugal con los bilros.

El texto de Plinio presenta las variantes
- et quam Salacia scutulato textu commendat in Lusitania, y
- et quam sola ars scutulato textu commendat in Lusitania.

El que conozca el arte de palillar se inclinará por la segunda lectura pues nos habla de una técnica única (en su época) de elaborar las sutiles redes de araña galaico-portuguesas.

Rendas de Bilros de Peniche (Wikipedia)

Por otra parte, la etimología de este scutulatum entroncará, a pesar de su homofonía con scutum (escudo), con los actuales escote y escotilla, "agujeros"; a veces se traduce por vacuitates porque en estas labores hay unos vacíos o agujeros (Lexicon ecclesiasticum latino-hispaniarum, Ximénez Arias, sub scutulatus). Por lo mismo los rosetones de los templos recibían el nombre de scutulis: "ornaverunt faciem templi scutulis" (ib. sub scutula). De aquí, puede que también provenga el término de origen gallego-portugués sollado de un barco o cubierta de una casa, derivado por extensión del nombre que recibía el pavimento romano, opus scutulatum, mejor que del supuesto *soleatum, de solum (suelo).

Tal vez la decoración reticulada de los ídolos placa lusitanos refleje primitivos vestes scutulatos, ropas suntuosas de encaje neolítico.


martes, 9 de marzo de 2010

Azurro, zuri, ozturi


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Auztorino o austurino, oçtorino, loztori (con artículo incorporado y sin derivación en -inum), duzuri (con preposición incorporada, y sin derivación en -inum), austuri, leztori, ozoli, oztri, ozturi... (formas recogidas por Steiger), se hacen venir del nombre de la ciudad de Dastowa, como si designasen un tipo de tela importada de allí (v. Léxico Hispánico Primitivo).

Sin embargo, encajan mejor fonética y semánticamente con los colores ostrinos de entre los cuales el más famoso era la púrpura brillante de los fenicios. Las alternancias entre formas con diptongo au y formas monoptongadas en o se explican porque Austrum --> Ostrum, como Claudius --> Clodius. Dicha alternancia y el significado de ostrum / austrum (sinónimo de púrpura fenicia) se pone de manifiesto en los versos de Lucrecio:
austrum: purpura poeniceusque color clarissimus multo = ostro: color de origen fenicio, iridiscente y muy brillante.
Austrum es, pues, la variante literaria de corte culto de ostrum, que debe considerarse la original, pues remite a los tornasolados colores de la concha de la ostra.
La nota dominante del púrpura u ostro, en contra de lo que se cree, no era precisamente su color, sino su brillo plateado o nacarado, existiendo tantas variedades como en la purpurina actual; de hecho había un púrpura purpurísimo (purpurissum) que es el antecedente de nuestra purpurina.
La indeterminación del color se pone de manifiesto en un documento del siglo XI, donde figuran ozorinos de varios colores: oçtorino uermilio, oçtorino amarel, oçtorino blauo ("azul", provenzal y catalán blau). Y su capacidad iridiscente se deduce de esta observación de Plinio sobre el púrpura: "nigricans aspectu, idemque suspectu refulgens", se oscurece o refulge según se oriente hacia la luz. Observación que recuerda a la de Leonardo sobre el azurro o azurrino italiano, compuesto de luz y tinieblas, de "nero perfetissimo e bianco candidissimo", de cuya mezcla se obtiene el color de la plata (todavía el azurro no se había especializado como azul).

No es difícil considerar al euskera zuri [tzuri], "blanco", una variante más de este paradigma (ozorino, azurro), pues fonéticamente es posible, partiendo de la amplia variación que ha experimentado, y también es posible el cambio de significado del rasgo de contenido esplendor, brillante, presente en el original, hacia el sema “blanco” actual. La plata, en euskera urre-zuri, pudo en un principio significar oro iridiscente, que capta el color según se oriente, o bien oro azurro (el gris de Leonardo). Este valor de zuri como gris (plata, brillante) pervive en el nombre del monte Atxuria o Peña Plata.
En este sentido, si en el siglo XI todavía nos encontrábamos con la fase oçtori o ozturi sin ser todavía ningún color determinado, resulta imposible sostener que seis o siete siglos antes se documente el estadio fonético posterior zuri y su valor como color en contraposición a otros en la inscripción de Veleia “zuri, urdin, gori”.

martes, 2 de marzo de 2010

Petroglifos con coviñas

Laxe das Rodas, Muros (A Coruña).

Una de las principales explicaciones que se viene ofreciendo para algunas de las superficies cuajadas de cazoletas o coviñas es que son representaciones astrales. En este sentido, el artículo de Alonso Romero Nuevas consideraciones sobre el significado del petroglifo de Laxe das Rodas resulta muy interesante, y los excelentes dibujos del profesor Monteagudo aclaran muchos detalles con precisión.

Un antiguo texto nos habla de las piedras de término o lapides scutellati*, que pertenecen al tipo de términos que seguían el curso de la luna, "qui lunae cursum sequuntur". Se trataba de términos que, por lo que parece, no funcionaban como límites del terreno o espacio propiamente dicho, sino del transcurrir del tiempo, es decir, medían y limitaban la otra dimensión, como ponen de manifiesto los nombres de dos de los otros términos que seguían el curso de la luna: regulares y temporales. Habrá que tratar de identificarlos a todos ellos con referentes reales, pero lo que sí parece bastante aceptable es que estos scutellati sean los grabados en forma de cazoletas, coviñas, o escudillas -como se conocen en otros lugares-, con los que de alguna forma se intentaba notar el transcurso del tiempo representando a la luna en forma de media esfera. No es en nuestro ámbito donde encontramos el nombre escudilla, aquí más bien preferimos referirnos a ellas como cazuelas, ollas, marmitas o sartenes (tijolas, en Portugal), pero en Francia o en Italia se emplea habitualmente: pierres à écuelles, y pietre a scodelle. Así que estos lapides scutellati se relacionarán etimológicamente con scutellam, no con scutum.

Como señala Alonso Romero es probable que las dos ruedas de la Laxe sean calendarios lunares, lapides scutellati, pero en mi opinión la explicación que ofrece el autor del funcionamiento del calendario es demasiado compleja.

A simple vista parece que la gran cazoleta central ocupa la posición del espectador desde la tierra, que el aro de cazoletas externo que rodea los dos círculos concéntricos representa el curso de la luna, que los círculos concéntricos los orbes que los separan, y que la rueda pequeña contigua representa al sol. Un sistema solar en miniatura con la tierra en el centro, según las concepciones antiguas. El problema es que el curso de la luna está representado con 47 coviñas, que no pueden ser los días del mes lunar actual, ni tampoco meses, porque 47 meses no se corresponden con ningún ciclo astral ni del sol ni de la luna. Por esto tampoco puede descartarse que las rodas de Louro sean las aras sestianas próximas a Noega (Noia) que según Mela ilustraban tierras antiguamente desconocidas (ilustrantque terras ante ignobiles); a modo de mapas. Varios autores son partidarios de situar las aras en Galicia, siguiendo a Plinio. En concreto Fishwick propone precisamente el monte Louro y explica el error de Mela, que las sitúa entre los Astures, como una confusión motivada por la existencia de una Noeca astur.

Finalmente, para complicar algo más la cuestión, había otros términos que seguían el sol, pero estos servían para delimitar el terreno y señalar las horas: "decumani, cardines, [...] sextani, nonarii, qui solis cursum sequuntur".

* Die Schriften der römischen Feldmesser, Volumen 2, 1852, pg. 13.