Después del estudio sobre el topónimo Galicia, Gallaecia y sus etimologías, realizado por otro de nuestros ilustres y queridos difuntiños amantes de los ríos, el profesor Moralejo, añadir algo nuevo es, más que pretencioso, prácticamente imposible.
Pero se da la circunstancia de que en el estudio sobre los juegos populares del condado escocés de Argyll que mencionaba en la entrada anterior, se utiliza el término cailleach con dos significados, "terreno acotado para el juego" y "Vieja", esa entidad ctónica femenina informe que habita las leyendas gaélicas y, por lo que se ve, está muy presente en los juegos infantiles de los escotos. Equivale a nuestra poco conocida Vella, a la que Fernando Alonso Romero le dedica el precursor Las mouras constructoras de megalitos, es la Vieya asturiana que magistralmente estudia Cristobo de Milio Carrín en su imprescindible La creación del mundo y otros mitos asturianos. La Vieya, para el que no lo sepa aún, y sintetizo de la reseña que le dedica Blanco Martín y de lo que recuerdo de la lectura, es una deidad femenina que controla los fenómenos atmosféricos, y que ha creado con su enorme fuerza la orografía de la tierra que habitamos; se ha creado a sí misma, pues es la Madre Tierra, de la que todo y todos procedemos.
Cailleach es, por lo tanto, la Vieja Tierra, a Terra.
El propio Maclagan, autor de The games & diversions of Argyleshire, llama la atención sobre el hecho de que los niños escoceses usen el mismo término para designar a la Vieja y al terreno de juego, y lo considera una broma infantil. Sospechemos siempre de estas explicaciones trapalleiras, sobre todo si con ellas se trata de justificar algún aspecto de la compleja y ancestral ritualidad del juego tradicional, infantil y popular. Los juegos y tradiciones populares son el refugio de antiguas creencias cristalizadas. Acabamos de ver que Cailleach, la Vieja, no es otra que la Vieja Tierra, la divinidad ctónica, el gran campo de juego donde transcurre el juego de la vida. Por esto mismo, no se trata de una broma infantil de los niños escoceses el hecho de que su cailleach sea al mismo tiempo la Vieja y el campo acotado para el juego, esa tierra en miniatura que demarcan para, sobre ella, realizar la simulación de la vida, que es el juego.
En nuestros juegos infantiles la cailleach se desdobla en los elementos casa y madre. Recordemos: la casa era donde no te podía pasar nada, donde estabas protegido y no te podían atrapar, y la madre gobernaba el juego aunque no participaba, era un papel importante pero aburrido. En algún juego en particular, como la mariola o la chapa, el campo que se dibuja contiene una casilla llamada tierra.
Si existe relación etimológica entre cailleach y Callaecia, que podría ser, ha de ser necesariamente esta. Nuestro territorio, nuestra tierra, nuestro campo de juego, a terriña, el terruño, el microcosmos como macrocosmos. No hay nada más importante para el ser humano que su tierra, que para él es la única Tierra.
Ceann Caillí, Punta de la Tierra / Cabeza de la Vieja. Acantilados de Moher, Irlanda. (C) Wikipédia.
E, aliás, isso acarretaria umha outra cousa, nom? Que o corónimo "Callaecia" já existia e era funcional para os habitantes do NO antes da chegada dos romanos. Daí às hipóteses que falam de umha certa consciência coletiva ou proto-política neste recanto da península em tempos proto-históricos (Higínio Martins etc.) nom há muito!
ResponderEliminarXusto, Ulmo! iso acarretaría todo o que dis e aínda máis. O feito fundamental é que Callaecia (=Terra) non é un exónimo, non é un nome outorgado por outros, é un autónimo, promulgado por nos. Foino porque somentes os habitantes dun territorio con forte consciencia de seu sonche quen de nomealo como "terra" sen máis.
ResponderEliminarPor certo, vou poñer corónimo, que é máis preciso en relación co que estamos a falar. Macrotopónimo lle queda pequeno ao asunto ;)
ResponderEliminarPois seguimos ilustrándonos.
ResponderEliminarRespecto da entrada anterior, creo que está ben que de cando en vez a pinza dea o paseo que precisa.
Outro bico
Si, é porque tería que repasar... e non me apetece :)
ResponderEliminarMuy bueno y muy interesante. La reseña del libro de Cristobo (de la que soy autor)está aquí: http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/32/cjblancomartin_2.pdf, la pongo pues el enlace en el blog no funciona. Un saludo
ResponderEliminarCarlos X. Blanco.
Corregido. Muchas gracias.
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