Estos topónimos ferrolanos constituyen probablemente un caso de redundancia mediante el cual se expresa en dos lenguas distintas un mismo significado. Se trata de un fenómeno bastante corriente en la toponimia, toda vez que los hablantes olvidan el significado de un topónimo si ha dejado de usarse como nombre común, pero si la razón que lo ha originado sigue presente, es muy probable que surja otro nombre en la nueva lengua que refleje esa misma motivación.
"per antas de super ponte usque ad uestram grangiam de Brion" (CODOLGA, Tumbo de Sobrado, año 1200)
El primero de ellos es un derivado del latín vulgar granea, "celeiro", que origina las variantes graña (Grañas do Sor) y granxa, esta última a través del francés grange. Una graña es, por lo tanto, un asentamiento agrícola donde se cultivan y almacenan los frutos de la tierra.
La toponimia del tipo Brión se ha emparentado con el término céltico briga, "asentamiento", suponiéndole la pérdida de la -g- intervocálica propia de las lenguas celtas. Y en relación con el campo semántico de los asentamientos agrícolas, con el modo de vida neolítico que instaura por primera vez la habitación fija, tenemos en irlandés bruighe, "granja", y también bruìghean, "palacio, asentamiento real". Estos significados conservados en los descendientes irlandeses del céltico común briga, "asentamiento", nos ayudan a plantear la posible reiteración semántica entre los topónimos Graña y Brión, ya que según creo la granja medieval de A Graña se habría situado sobre un predio anterior prerromano también dedicado a trabajos agrícolas: un antiguo asentamiento de origen neolítico, deducido de la presencia de esas antas o túmulos megalíticos que se mencionan en el texto de Sobrado y que todavía pueden ser vistos por los que se atrevan a explorar los montes de Brión.
También brughaidhe, derivado de bruighe, significa granjero o colono en irlandés; en escocés, y debido a sucesivas aspiraciones y leniciones, origina bruidhe / Bruce, que acaba significando "rey". Estos vínculos filológicos nos sumergen de lleno en el origen del sedentarismo neolítico, en la relevancia de la agricultura y en el papel fundamental de la figura del colono / granjero, rey de su diminuto reino. La etimología no nos muestra a guerreros habitando poblados fortificados en colinas, nos conduce a granjeros y colonos neolíticos sedentarios, aunque sin duda dispuestos a tomar las armas si su reino peligraba. No me cabe ninguna duda.
Patrick Weston Joyce en Irish Names of Places nos contaba que bruighean, además de significar mansión real o casa grande, en el sentido de nuestros pazos agrícolas, también significaba hospedería o albergue de caminantes, y añadía que el propietario de estos establecimientos era el granjero (pg. 279 del capítulo "Habitations and Fortresses").
Y John Fechan (Tourism on the farm) añade que "in the tradition of Gaelic Ireland, surviving down to the sixteenth century, the stranger, the visitor, the guest was accorded a very special regard [...] The house of hospitality was know as the brugh or bruighean" [...] "There were open houses of hospitality throughout the country for the reception of travellers and strangers, where bed and food were always kept ready". Es de suponer que la tradición local irlandesa de hospedar al caminante, tiene su continuidad en algunas granjas, Bed & Breakfast y Youth Hostels, claro que adaptados a los tiempos capitalistas en que vivimos la gratuidad del pasado brilla por su ausencia.
Y tampoco es gratuito este giro semántico desde los asentamientos, a las granjas y a las hospederías, porque precisamente en Brión la documentación medieval registra una hostería o alberguería de unos frades, irmandiños o, tal vez, de una especie de fianna: "briaria qui fuit de fratribus", que Don Edelmiro Bascuas no creía posible relacionar con el término briga que estamos analizando (comunicación en el II Congreso Internacional de Onomástica Galega, 2007). En mi opinión, no se descarta que en el documentado "briaria" haya habido una pérdida de -g- intervocálica, por lo que podemos suponer un étimo brigaria / bergaria, "granja, hospedería", que muy probablemente se conserve en el actual A Brixería de Ferrol, y en las variantes Brixaría, Berxaría, Berxería, Bergieira, Brijeira, etc. de otras zonas de Galicia y Portugal.
También brughaidhe, derivado de bruighe, significa granjero o colono en irlandés; en escocés, y debido a sucesivas aspiraciones y leniciones, origina bruidhe / Bruce, que acaba significando "rey". Estos vínculos filológicos nos sumergen de lleno en el origen del sedentarismo neolítico, en la relevancia de la agricultura y en el papel fundamental de la figura del colono / granjero, rey de su diminuto reino. La etimología no nos muestra a guerreros habitando poblados fortificados en colinas, nos conduce a granjeros y colonos neolíticos sedentarios, aunque sin duda dispuestos a tomar las armas si su reino peligraba. No me cabe ninguna duda.
Patrick Weston Joyce en Irish Names of Places nos contaba que bruighean, además de significar mansión real o casa grande, en el sentido de nuestros pazos agrícolas, también significaba hospedería o albergue de caminantes, y añadía que el propietario de estos establecimientos era el granjero (pg. 279 del capítulo "Habitations and Fortresses").
Y John Fechan (Tourism on the farm) añade que "in the tradition of Gaelic Ireland, surviving down to the sixteenth century, the stranger, the visitor, the guest was accorded a very special regard [...] The house of hospitality was know as the brugh or bruighean" [...] "There were open houses of hospitality throughout the country for the reception of travellers and strangers, where bed and food were always kept ready". Es de suponer que la tradición local irlandesa de hospedar al caminante, tiene su continuidad en algunas granjas, Bed & Breakfast y Youth Hostels, claro que adaptados a los tiempos capitalistas en que vivimos la gratuidad del pasado brilla por su ausencia.
Austero Youth Hostel dublinés.
Y tampoco es gratuito este giro semántico desde los asentamientos, a las granjas y a las hospederías, porque precisamente en Brión la documentación medieval registra una hostería o alberguería de unos frades, irmandiños o, tal vez, de una especie de fianna: "briaria qui fuit de fratribus", que Don Edelmiro Bascuas no creía posible relacionar con el término briga que estamos analizando (comunicación en el II Congreso Internacional de Onomástica Galega, 2007). En mi opinión, no se descarta que en el documentado "briaria" haya habido una pérdida de -g- intervocálica, por lo que podemos suponer un étimo brigaria / bergaria, "granja, hospedería", que muy probablemente se conserve en el actual A Brixería de Ferrol, y en las variantes Brixaría, Berxaría, Berxería, Bergieira, Brijeira, etc. de otras zonas de Galicia y Portugal.
Granea? Simplemente NO.
ResponderEliminarLa evolucion fue:
Granica>graniga>granga>grangia.
Gracias, tengo que revisarlo, porque el dato lo tomé a toda prisa del Du Cange en línea. De todas formas, granea como hórreo existió...
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