sábado, 1 de noviembre de 2014

Samhain y el arroz con leche de San Julián

La Noche de las Gachas (Sowens Nicht) se celebraba en Escocia el 4 de Enero, la víspera de la víspera de Reyes, consumiéndose abundantes sowens o sawens, unas gachas de avena cocinadas con leche o mantequilla tras haber tenido en infusión durante una semana la cáscara del cereal hasta que soltase todos los restos de almidón adheridos a ella. Esta especie de cascarilla cocinada en frío se filtraba, quedando un líquido claro, espeso y un punto ácido, que se preparaba después espesándolo más al fuego. Dice Patrick Weston Joyce que sowens o sowans (gachas) es simplemente la palabra irlandesa samhain, el primero de Noviembre, nuestros Santos y Difuntos. Un primero de noviembre en Irlanda que caía el 4 de enero en Escocia, aunque hoy se celebre el 24 de diciembre.

Se ve que Joyce era irlandés y tiraba para su tierra. No es tan simple la acertada igualdad entre sowen = samhain, de idéntica pronunciación. Empezando por la discrepancia de fechas entre ambas fiestas, sin duda debida a la sustitución del calendario de diez meses por el de doce meses, ajuste que provocó desajustes como que la celebración del final del año se mantuviese por tradición en el décimo mes (último día de octubre) o directamente se trasladase al último día del último mes (31 de diciembre, Año Viejo) o fechas próximas (24 de diciembre, Nochebuena; 4 de enero, próximo a nuestros Reyes).

Además del caos de fechas sobre el que Joyce hace mutis por el foro se nos presenta el problema de la relación entre ambos términos. ¿El nombre de esta fecha, denominada en Escocia "de las gachas", habrá originado el nombre de la festividad irlandesa, o habrá sido al revés, como le gustaría a Joyce, recibiendo el plato escocés, propio de la Sowens Nicht, su nombre del Samhain irlandés?

La respuesta la encontramos en la Echtra Nerai, cuya historia comienza cuando Ailill y Medb están en su residencia de Rath Cruachan la noche de Samhain dedicados a la tarea de cocinar. Gachas, supongo.

Posiblemente otra respuesta se encuentre en La Rama Dorada, de Frazer, si exponemos la receta de la infusión de salvado de avena a la luz de la tesis central de esta obra que analiza la mitología y leyendas del ciclo del mundo vegetal, su constante renacimiento y muerte.

Otro de los nombres que recibe en Escocia la Sowen's Night es Yule Eve, la víspera de enero; "primusque eorum mensis, quem Latini Januarius vocant, dicitur Giuli" (Veda El Benerable: "De Mensibus Anglorum"). Como en el folklore céltico, en el que durante el Samhain o la Sowen's Night se abren las puertas del mundo de los muertos, en el folklore nórdico la víspera de Jule o Yule, el último día del año, se vincula con la aparición de seres sobrenaturales (The Poetic Edda, de Henry Adams Bellows).

No puede ser una simple anécdota que el patrón de Ferrol, San Julián, posible cristianización del mes denominado Jule, se celebre el 7 de enero con una ingesta colectiva de gachas de arroz con leche.

Preparando el arroz con leche de San Julián. (C) La Voz de Galicia.

El fin del año es el fin del mundo. En el ciclo nórdico  los encuentros con demonios y trolls ocurren la víspera de Navidad, como en el cuento de Dickens A Christmas Carol, en el cual el espíritu de la Navidad se le aparece a Mr. Scrooge mientras cocina sus gachas, porque está acatarrado o porque es Navidad. "A nocte jolense [...] non est abolita superstitio antiqua de defunctorum umbris vel Manibus per tellurem vagantibus, nocte hyemis solstitiali" = en la noche juliense [...] no se ha acabado con la antigua superstición de los espíritus de los difuntos y los Manes vagando por la tierra en la noche del solsticio de invierno (Finnur Magnússon). Porque la Navidad, el Samhain o la festividad de Yule no es otra cosa que el Adventum, la resurrección de los muertos adoptada y adaptada más tarde por el cristianismo.

Las gachas, papas, puches, poleás, afreitas o arrandas, son las protagonistas olvidadas del Samhain, son la comida ritual de esta celebración y por este motivo dan su nombre a la fiesta. Se consumen todavía en Todos los Santos en muchos puntos de nuestra geografía. Aquí va una pequeña muestra: gachas dulces con tostones (Extremadura), gachas dulces (La Mancha, Alcarria y Sierra de Córdoba, con ellas "a veces se embadurnan y tapan las cerraduras de las puertas para evitar la entrada de las ánimas", Ortiz García en Luis de Hoyos y Sáez y la antropología española), gachas de Todos los Santos (Jaén), gachas blancas (Murcia).

En Normandía son, asimismo, obligatorias en la víspera de la Toussaint (Recherches sur les sobriquets de Drachiers, Bigots et Bouillieux, appliqués jadis aux Normands, Canel).

Cunqueiro, que creía ser "uno de los últimos gallegos que han cenado, en las frías noches invernales, papas de arrandas, papas de avena", creó en Merlín y familia, a Don Felices, que se presenta de visita en Santos, y desayunaba todos los días papas de arrandas con chanfaina.

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