Ovidio en sus Fastos proporciona una descripción de la festividad dedicada a la diosa romana Anna Perenna, que tenía lugar durante los idus de marzo (15 de marzo), y ensaya ciertas etimologías que los estudiosos actuales vienen considerando de tipo popular, como interpretar que su nombre es un hidrónimo, el de un río eterno que nunca deja de fluir, en virtud del parecido entre el nombre de la diosa, Anna Perenna, y la frase amnis perennis. Finalmente, el vate acaba por considerar más verosímil la historia de la vieja Anna, la anciana de blancos cabellos que horneaba pasteles para alimentar a la plebe revolucionada refugiada en el Mons Sacer, y que acabó siendo adorada como una diosa.
Ovidio tenía intuición de folklorista, no en vano era de la estirpe de los antiguos poetas filólogos. Miles de kilómetros al este nos encontramos con una montaña sagrada en el Himalaya, el Annapurna. Es también una diosa cuya identidad con la Anna Perenna romana fue establecida por J. D. Paterson en Of the Origin of the Hindu Religion (1808) donde recoge parecida historia a la que narra Ovidio: "Anna Purna Devi, according to the Puranas, under the form of an old woman, miraculously fed
Vyasamuni, and his ten thousand pupils, when reduced to the extremities of
distress and famine by the anger of Siva, because Vyasa had presumed to prefer
Vishnu to him".
El carácter de la diosa hindú se viene estableciendo por la etimología a partir del sánskrito anna, "comida", y purna, "plena, llena, completa", pero literalmente "llena de comida" no consigue acercarnos a la idea de lo que, sin duda, debió ser una diosa madre en su avatar nutricio, la madre nutricia por excelencia. La nueva precisión filológica que conviene hacer ahora es sobre el término purna o poorna, que de forma elusiva suele usarse para referirse al completo y perfecto [avatar o reencarnación] de la divinidad; así pues, Anna Purna [Avatar] es la máxima o más completa reencarnación del alimento bajo el avatar o manifestación de la madre nutricia. Al mismo tiempo, el sánscrito purna o poorna, "completo, pleno", enlaza etimológicamente con el latín perennis, "eterno".
Annapurna. (C) Wolfgang Beyer.
Y todo ello sucede así, a golpe de paleoeuropeidad, mientras las diosas se transforman en viejecillas que hornean pasteles.
Es un artículo muy bonito .
ResponderEliminarPor la relación con la montaña y el alimento recuerdan a la Potnia theron ,que alimenta a las fieras y sostiene el mundo agreste y,de paso a los cazadores .Son diosas curotrofas,protectoras de jóvenes en periodo de exclusión social durante los ritos de paso reconvertidos en alumnos en el caso de Annapurna y en revolucionarios ocultos en una cueva en el caso de la anciana Anna .La anciana de la casita del bosque hecha con pasteles :-)
No sé;siendo la festividad de Anna Perenna,como dices ,el 15 de Marzo, cerca de la época en la que comenzaba el periodo bélico ,parece afianzarse esa relación con los jóvenes que se prepararían para ir a la guerra
ResponderEliminarMuchas gracias María :) yo me había quedado solo en el aspecto etimológico y tú le has dado la puntada final señalando su carácter curotrófico de protección de los niños. Así queda perfecto. Puede que la diosa sobreviva en la viejecilla del cuento infantil de Hansel y Gretel, de hecho la diosa ya era un personaje de cuento en la época de Ovidio, qué alucinante!
ResponderEliminarDe nada .Una colaboración multidisciplinar en toda regla :-) Si,yo creo,en principio que esa representación (no se si divinidad tal y como la entendemos ahora) debió de estar en el origen de personajes como "La vieja"que manda pan a los niños etc.
ResponderEliminarAquí hay un artículo donde se ha recopilado información sobre la vieja
Eliminarhttps://asturiense.blogspot.com.es/2017/01/quien-es-la-vieja.html?m=1
Me olvidé de decir que el artículo es de Miguel Ángel González
EliminarUn artículo muy completo sobre la Vieja del Monte, o la Vieja en general, no esperaba menos del estupendo blog Asturiensis Provincia Indígena, que conozco y sigo desde hace tiempo. Gracias de nuevo María.
ResponderEliminarMaría
ResponderEliminarHasta hace poco, los niños que subían por primera vez a cuidar los ganados en los puertos de Asturias y León tenían que ir a cierta peña señalada, monte arriba, y llamar a la abuela del monte (Vieja, Tia Prieta, Maruxina...) pidiendole que les diese pan. El aspecto como ritual de iniciacion me parece bastante claro.
Este mes se ha publicado un artículo en la Revista de Folklore sobre el tema.
https://www.academia.edu/44185017/Xanes_Mari_F%C3%A9es_triangulando_las_hadas_atl%C3%A1nticas
Asturchale y chulo ;perdona pero hasta hoy no había visto este comentario.!!Gracias!!
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