domingo, 17 de septiembre de 2017

San Columbano en Brigantium

Cuenta Jonas de Bobbio en su Vita Columbani (643), escrita usando fuentes indirectas tras la muerte de San Columbano en Bobbio en el año 615, la llegada del santo hiberniense a Brigantium en el año 612, donde vivió tres años. Los santos Columbano y Gallo navegaron hasta la costa de Brigantium donde encontraron una antigua fortaleza en estado ruinoso, en su vecindad había asentadas naciones de suevos que rendían culto a Odín y se preparaban a sacrificarle una enorme cuba que contenía 26 modios de cerveza. Por supuesto los suevos hablaban Antiguo Alemán y Columbano tuvo que recurrir a su intérprete Gallo para comunicarse durante su estancia. El milagro de la cuba de cerveza consistió en que el santo sopló sobre ella y se deshizo en pedazos, vertiéndose el contenido.

La narración de esta interesante historia y otras aventuras brigantinas se conserva en el manuscrito de la Vita Columbani (códice Sangallense 553) pero no transcurre en la Galicia sueva a pesar de las evidentísimas coincidencias (topónimo Suevos junto a A Coruña - Brigantium), sino en el lago Constanza suizo, concretamente en Bregenz (Brigantium). Para ello, y de forma a mi juicio bastante inverosímil e incómoda, la navegación de los santos irlandeses se lleva por el Rin hasta Suiza en lo que podría ser un intento de resituar el Brigantium galaico, desconocido por los hagiógrafos de Bobbio, en el ámbito alpino con el que estaban más familiarizados. Una pista de que el periplo de los dos irlandeses pudo haber sido otro más de los contactos entre Hibernia y Gallaecia, una visita al Brigantium galaico en época sueva, nos la proporciona una glosa a una obra de Ekkehard IV de Saint-Gall que transcribe los textos que ilustraban el claustro del Monasterio Sangallense en el siglo X: "tria maria sunt inter Hiberniam et Galletiae continentiam" = hay tres mares entre Hibernia y la tierra firme de Gallaecia (Ad picturas claustri Sancti Galli). Suponemos que, de haber pintura, ésta mostraría el periplo marino de San Gallo y Columbano hasta Gallaecia. 

La historia, aún dejándola en su sitio, en Suiza, no deja de tener su interés para la Historia de Galicia pues podrían extrapolarse a nuestro territorio el modo de vida y costumbres de los suevos en el año 612. Así, la lengua germana de las naciones de los suevos, su religión pagana e idólatra (el culto a Wotan) y la costumbre de elaborar y beber cerveza. Tal vez por eso las pinturas del monasterio de San Vicente de Pombeiro, de fundación sueva, muestran a unos monjes bebiendo cerveza de unas jarras alemanas ("A última cea de Pombeiro", Manuel Gago). La introducción de la cerveza en Galicia, ya que la caelia celta no era sino un destilado similar al whisky, podría deberse a los germanos. Pero no olvidemos el propio nombre de Pombeiro, que en la Edad Media era Columbario.

De Brigantium a Glean Cholm Cille (Valle de Columba), Donegal.

No sería la primera vez que ocurren estas transposiciones del reino suevo de Gallaecia a Centroeuropa. En el mapamundi de la catedral de Hereford, de principios del siglo XIV, la metrópolis de Braga, capital del reino de Gallaecia y una de las principales sedes eclesiásticas de la Alta Edad Media o del Bajo Imperio Romano, aparece reubicada en Centroeuropa, aclarando confusamente que "Braga Metropolis" es de los de Bohemia, junto a otro letrero que indica "Suavia".


 

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