viernes, 9 de febrero de 2018

Brañas, Grandas, Grañas y las *Equorandas

Trataremos de relacionar estos topónimos entre sí y con sus cognados franceses Varennes - Varendes, Garenne - Guérande, lo que nos llevará a dar un paseo filológico por las brañas o las grañas, las gándaras y las *Equorandas, los límites territoriales prehistóricos.

En el Du Cange se recoge el término Warenna, como terreno opuesto a la foresta: "capreoli sunt bestia de warenna, et non de foresta". Entre otras especies, corzos, conejos y perdices habitan las warennas según testimonios aportados por el Du Cange, que también anota las variantes Varanna, Garennia, Garenne, que apuntan a variado vocalismo y a diversa evolución de lo que podría ser una w- inicial etimológica. Los autores se inclinan a favor de una etimología germánica relacionada con wahren, "proteger", y aducen que los animales en estos terrenos están protegidos, su caza está vedada excepto para el propietario.

A pesar de ello, el significado de Warenna como "monte bajo" opuesto a foresta, y otras acepciones del mismo conservadas en el país vecino acercan el término a nuestros braña, gándara, granda, graña, de discutida etimología: para braña / branda se ha propuesto el latín veranea / veranata (Piel: "terreno para pastos de verano") o la base prerromana *brakna (Corominas: "terreno húmedo"); para granda / gandra / gándara existen varias propuestas prerromanas como la base *GANDA (Bertoldi: "terreno de grava"); y para graña se indica como única posibilidad el latín granea, derivado de granum, "cereal", y por tanto se considera equivalente a granja.

Retornando a la toponimia francesa relacionada con Warenna, las variaciones evolutivas del consonantismo inicial no son la única particularidad, pues como ya señaló Jules Herbillon en 1961, junto a los numerosos topónimos Varenne, aparecen variantes en -nd- como Varendes, y junto a garenne aparecen variantes análogas, en las que la geminada -nn- se disimila en -nd-. De la misma opinión es Louis Remacle en La différenciation des géminées mm, nn en mb, nd, 1984, pg. 51-52. Además, en la obra de Remacle se encuentran varias definiciones de estos términos que encajan en un sentido amplio con el significado de los braña, branda, granda y gandra del gallego-portugués y del astur-leonés: "tierra arenosa y ligera", "tierra húmeda y de mala calidad".

Las mismas evoluciones fónicas que explican los resultados franceses nos sirven para los nuestros, pues la wau inicial de Warenna / Varanna, "terreno de monte bajo", puede consonantizarse en una bilabial o en una velar, y la geminada -nn- puede palatalizar o disimilarse en -nd-, produciendo los resultados braña / graña, branda / granda. Este último podría evolucionar por metátesis de r a gandra y luego a gándara, por epéntesis de vocal de apoyo.

Todo ello complicado con el problema añadido de la toponimia gala del tipo *Equoranda = fines, nombre que recibían los límites territoriales entre comunidades prehistóricas, cuya correlación con la toponomástica Eygurande / Aigurande, etc. ha sido estudiada a fondo por nuestros vecinos franceses. El problema de los *Equoranda o *Equaranda es, básicamente, que el étimo es una reconstrucción, pues no se conocen documentos lo suficientemente antiguos y uniformes como para afirmar con seguridad su forma original. El enfoque ha sido siempre considerar el étimo reconstruido como un compuesto bitemático *EKWO + RANDA, donde randa se explica por el céltico y se le atribuye el significado de límite, frontera, constatando efectivamente que sí lo eran. Más difícil resulta el análisis del primer término, aunque se tiende a establecer una relación con el latín aqua. Las *Equorandas parecen haber sido, según los investigadores, límites territoriales marcados por fronteras naturales de tipo fluvial.

En el amplio estudio de Paul Lebel, "Oú en est le problema d'*Equoranda, *Equaranda?" (Romania, nº 250, 1937), se recogen algunos documentos que podrían indicar una falsa segmentación por fonética sintáctica: "Terra Deyguiranda" frente a "Mansus de Gueranda". Estos casos dan pie a considerar que los reconstruidos *Equoranda / *Equaranda en realidad son los topónimos Gueranda provenientes, como se ha visto, de Warenna / Varanna. Es decir, que los fines o límites territoriales establecidos por las comunidades prehistóricas estaban localizados en las brañas, las grañas y las gándaras. Resulta evidente para alguien familiarizado con el agreste paisaje de monte bajo y pelado propio de las brañas de penichaira, con sus terrenos arenosos y encharcados, o con los desérticos pedregales de las gándaras. Tierra de nadie donde hay que hundirse hasta la rodilla para aproximarse a un dolmen que marca el límite entre dos territorios, como la Mota Grande en las brandas de Castro Laboreiro, divisoria entre Galicia y Portugal.


Dolmen de la Mota Grande en la branda de Castro Laboreiro. (C) Dolores González de la Peña, 2009.


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