domingo, 27 de enero de 2019

Fatela, Gregorina: dos topónimos camineros

Desde Perales del Puerto subía la Cañada de Ganados con varios paradores o ventorros dispuestos a lo largo de su trazado para atender las necesidades de alojamiento de los pastores y arrieros que circulaban por ella.
Minuta cartográfica del IGN.

En dos de ellos observamos denominaciones relativas a los rebaños que conducían: el Parador de La Fatela y el Parador de Gregorina. En el Ventorro de Porhoras descubrimos a unos pioneros de la daycation; el cobro del alojamiento "por horas reales de estancia" parece haber sido argumento definitivo para que el local se conociese por este nombre tan peculiar.


Parador La Fatela. (C) Zenón Pérez, del blog Sierra de Gata Onírica: Toponimia luso-árabe en tierras serragatinas.

En el blog Sierra de Gata Onírica nos informan de que el topónimo La Fatela podría ser de origen árabe según el arabista extremeño Manuel Terrón Albarrán: en su libro El Solar de los Aftásidas explica que el topónimo vendría de "Fath Allah" (Victoria de Dios), siguiendo la propuesta de Silveira para el Fatela de Évora.

Sin embargo, la condición de Fatela y su parador, al borde de la Cañada de Ganados, nos sugieren la posibilidad de que el topónimo sea un derivado del galaico-portugués fato, "rebaño, conjunto de gente, muchedumbre". En mi opinión, la acepción que más se ajusta es la que proporciona Eladio Rodríguez, según el cual fato es un "rebaño, porción de ganado mayor o menor: un fato de ovellas" (Diccionario Enciclopédico). También, aunque menos probable, es que el lugar de La Fatela pudiese haber recibido esta denominación ya no por los rebaños que se acumularían en sus inmediaciones, sino por el conjunto de huéspedes que se alojaban en el Parador, considerados como un fato, cuadrilla o muchedumbre.

La misma idea se repite en el cercano Parador de Gregorina, cuyo nombre, a primera vista, podría confundirse con el de una supuesta propietaria llamada Gregoria: Gregorina en la forma diminutiva característica del extremeño. Puede ser. No obstante, también puede entenderse como derivado del latín gregem, "rebaño de ovejas". Así encontramos en Cataluña un derivado de gregem en "Valle Gregoria" > Val Gorguina. La forma *gregorina supuestamente derivada de gregem vendría a encajar con los derivados romances del latín pecus, "ganado", como el italiano pecorino (un tipo de queso), o el portugués pegureiro (pastor), y aludiría a la propia vía pecuaria, hoy Cañada de Ganados. Como derivado directo del latín gregem el topónimo se habría originado en un momento temprano de la romanización de Lusitania, ratificando la antigüedad del trazado de las cañadas y cordeles ganaderos.

En Galicia, Gregoriño (Aranga) y O Gregorio (Riós, Ortigueira, As Somozas, A Teixeira) probablemente son también topónimos derivados del latín gregem. En esta línea de investigación, Du Cange ofrece los sustantivos gregaria = "prædii rustici species, ubi grex ovium, ut Vaccaria, ubi vaccæ, nutriuntur" (predio rústico donde pacen los rebaños de ovejas, como en las Vaccaria las vacas")  y gregarius = "pastor, custos gregis" (pastor, el que vigila y cuida los rebaños), que, aunque con diferentes derivativos, son testimonio más que suficiente de su uso.

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