martes, 2 de junio de 2020

El santiño de oro de la mámoa de As Negradas (Guitiriz)

Leyendo estos días las historias de Martínez Salazar recogidas en el BRAG, sobre la masiva apertura de los túmulos funerarios de Galicia a principios del siglo XVII, me topé con el increíble relato del hallazgo de un "santo de oro" (BRAG 31, 1909) en una mámoa de As Negradas (Guitiriz). Aquí van las distintas declaraciones de los testigos del suceso:

Jácome do Curral: Domingo da Roca le dijo que "sabía quién tenía una figura como de santo toda de oro; que la hallara en una arquilla de tres gonces, la cual él no sabía de qué metal era y la había hallado en la mámoa de San Vicenzo das Negradas, y que la dicha figura pesaba tres libras o tres y media [...]; el dicho bultillo de oro a manera de figura de santo tenía en la cabeza a manera de corona como tamaño de un real de a ocho".

María de Seoane: Domingo da Roca le contó cómo al volver de Anxeriz pasando por la Mámoa das Negradas hincó su bastón en una de las piedras de la mámoa, "luego llegó otro hombre, que bien sabía quién era, quien derribara la dicha piedra y metiera las manos dentro de la mámoa, y andaba escarbando, y que sacara un cofre pintado que tenía unas cintas, no sabía si de arambre o de oro, y que tenía en uno de los cantos así como hechura de un santo como de tamaño de un real de a ocho o como de un doblón [...] y que pesaba tres libras".

Bartolomé do Curral: Domingo da Roca le dijo que había cavado en la Mámoa da Lebre de San Vicenzo das Negradas, sin encontrar nada, "pero que sabía quién hallara en ella un santo de oro de tres libras de peso".

Gabriel Núñez: oyó decir a Domingo da Roca "que se había hallado en la Mámoa da Lebre un cajón con un santo de oro, se hallaron tres piezas a manera de escoplos de carpinteros, y que los tenía en su poder Juan da Pena".

Juan da Pena: dice que oyó a Pedro do Espiño contar que "hallara una figura como a manera de un santo, del largo de un palmo y del grueso de la muñeca, y que era de oro y que tenía en la cabeza una coronilla como un doblón de oro, y que pesaba una libra y media o dos y media; y que estaba dentro de una capilla con tres gonces y su puerta, y que la caja era de metal [...] y que dicha figura la hallara en la Mámoa de Raza"

Pedro do Espiño: niega la declaración de Juan da Pena.

Evidencias y conclusiones


  1. Es imposible que en un túmulo funerario de finales del Bronce haya aparecido la figura de un santo o ídolo metálico, supuestamente de oro, con corona. Necesariamente ha de ser otro objeto, un objeto que pudo haberse interpretado como un santo por parte de alguien inexperto. ¿Cuál?
  2. A Domingo da Roca podemos calificarlo sin ambages de supercotilla, es el informador de todo el pueblo.
  3. El testimonio de la única mujer, María Seoane, parece estar ligeramente influido por la concepción femenina de cómo ha de ser una arqueta o cofre (pintada y con cintas) y demuestra que no comprendió bien que lo que tenía forma o tamaño de doblón era la coronilla del santo, no el santo en sí. No obstante, no descartamos que las cintas fuesen parte del sistema de cierre de los goznes de la puerta de la "capilla".
  4. El autor de los hechos: Pedro do Espiño.
  5. El lugar del atentado: la Mámoa da Lebre, también conocida, parece ser, como Mámoa de Raza. Zona de las Medorras de Pegureiros (Pena da Lebre, Bistixoán - As Negradas).
  6. Los objetos encontrados en la mámoa: un hacha de talón de dos anillas (brazos del santo en oración) que preservaba el cono de fundición (coronilla del santo), junto con tres cinceles o machados planos, todo ello de bronce. Las dimensiones del "santo" (un palmo de largo por una muñeca de ancho) son compatibles con las de las hachas de talón. Las dimensiones de la "corona" (un real de a ocho), también concuerdan con el tamaño de los conos de las hachas que los preservan, indicando así su carácter votivo al no poder enmangarse. El peso en libras varía tanto, en función de los testigos, que nos quedamos con la oscilación de peso que nos proporciona Juan da Pena: entre una libra y media y dos libras y media, esto es, entre unos 750 gramos y 1250, compatible con el peso de las hachas del Bronce (entre 800 gramos y 1300 según el gráfico de pesos de las hachas de talón con cono de fundición de Galán Domingo).
  7. La caja metálica o "capilla" del santo, con tres goznes: será el molde de fundición, compuesto de dos valvas y un sistema de encaje de las mismas por medio de triple machihembrado (los tres goznes) o de triple abisagrado mediante alambre (las "cintas" de María de Seoane). Véase para esta cuestión del machihembrado de los moldes: "Los moldes de fundición de bronce para hachas de talón de La Macolla (Linares de Ríofrío, Salamanca). Nuevos datos sobre viejos hallazgos", García Vuelta, Cuesta Gómez, Galán Domingo y Montero Ruiz, en Zephyrus, 2014.
En el centro, santiño con corona: machado de talón de dos anillas con cono de fundición procedente de la zona de Verín (colección Viqueira). Exposición Cinco vidas, una historia. La metalurgia del Bronce Final en la colección arqueológica de la Universidad de Santiago de Compostela / Incipit del CSIC, 2019. (C) Dolores González de la Peña, 2019.

Ejemplo de capeliña de un santo, con tres goznes: molde bivalvo para hacha de talón de una sola anilla - Universidade Católica de Viseu.
(C) Proyecto AU del CSIC / Alicia Perea Caveda.

En el Catálogo de hachas de talón del MAN se discute en profundidad la funcionalidad de las hachas con mazarota (cono de fundición), que se consideran una tipología consolidada y exclusiva del noroeste peninsular, con altísimo contenido de plomo en su composición. Tanto la mazarota como el plomo imposibilitan su utilización como hachas. Se barajan como posibles funciones que hayan sido usadas como moneda, unidades de peso, lingotes "o piezas con finalidad votiva, destinadas a amortizarlas mediante ofrendas a la naturaleza en ceremonias públicas patrocinadas por los jerarcas que buscan consolidar o ganar prestigio (Fernández Manzano)" (Catálogo, pg. 120).

Por nuestra parte, consideramos que el "santiño de la mámoa de As Negradas", un hacha de talón de dos anillas y mazarota, conservada en el interior de su molde y aparecida en un contexto funerario megalítico, es indudablemente de carácter votivo. Es una parte del ajuar funerario del difunto para su viaje al Alén. Como se trata de un uso simbólico se rebaja* la aleación. Y, como es simbólico, se forja un arma nueva para la ocasión del tránsito del difunto a su nueva vida en el Alén; es un arma intacta e inútil porque en el Alén no hay necesidad de usarla.

Fragmento inédito de Maciñeira sobre las hachas de talón de Senra (Ortigueira)


Manuscrito de Maciñeira, en la exposición Cinco vidas, una historia. La metalurgia del Bronce Final en la colección arqueológica de la Universidad de Santiago de Compostela / Incipit del CSIC, 2019. (C) Dolores González de la Peña.

Sobre las 23 hachas encontradas en el depósito de Senra don Federico decía que "[...] otras -creo que dos- de las que fueron fundidas tuviesen aún adherido el culot o cabeza de fundición [...] confirmándonos que no se habían utilizado, lo cual, según la moderna teoría, es signo evidente de fabricación local; revisten en mi concepto de gran importancia este interesante yacimiento para ilustrar el estudio del periodo del bronce entre nosotros".

La "coronilla del santo", y posible simbolismo de las hachas de talón con mazarota en contextos funerarios megalíticos


Tras la lectura a posteriori del artículo de Manteiga Brea, Santos Bettancourt y Comendador Rey sobre "El depósito de Pereiras Pequenas en Vila de Punhe, Viana do Castelo (norte de Portugal). Una revisión del contexto deposicional" (Gallaecia, nº 33, 2014), en el que se estudia un centenar de hachas de talón con mazarota aparecidas en el depósito mencionado, descubro que la "coronilla" de nuestro "santiño" de As Negradas es en realidad lo que los autores definen como una bola de plomo que se forma en el interior de los conos de fundición de algunas hachas de talón: "Algunos ejemplares de hachas de tope, fabricados con aleación ternaria y altos contenidos en plomo, presentan, un fenómeno de segregación por el que el plomo forma una bola o esfera en el interior del cono de fundición y se separa físicamente del bronce, que queda rodeándolo formando una carcasa".

Así pues, la bola de plomo en el cono de fundición, vista desde arriba, podría dar la impresión de ser la "coronilla de un santo" o su tonsura.

En cuanto al posible simbolismo funerario del caso que nos ocupa: además de la clásica hipótesis formulada más arriba de que sea parte del ajuar funerario del difunto, cabe otra posibilidad. El hacha de talón con mazarota y dos anillas es un objeto de apariencia antropomorfa, que recuerda a los ídolos bitriangulares. El hacha en cuestión apareció intacta dentro del molde que la formó, y en el interior de una cámara megalítica funeraria. En mi opinión esto podría leerse como una alegoría: la representación del difunto (hacha de talón con mazarota) regresando al lugar de donde procede (molde).

Machado de Porto Cando (Román - Vilalba)


Este machado, según la descripción y el dibujo de Mato Vizoso (manuscrito conservado en la Real Academia Galega, copia digital de Galiciana: "Colección de apuntes, noticias y tradiciones referentes al Partido de Villalba"), se encontró en una mámoa de Porto Cando, y conservaba también la mazarota o cono de fundición.



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*Me indica amablemente Beatriz Comendador en comunicación personal que no es correcto utilizar la expresión "rebajar la aleación" para aleaciones altamente enriquecidas con plomo. Yo entiendo que, además, con mi forma de expresarme di por supuesto que las aleaciones muy plomadas eran de inferior calidad. Y aún no sabemos si efectivamente son aleaciones de inferior calidad o simplemente diferentes por algún motivo que todavía desconocemos.

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