domingo, 10 de abril de 2016

Las redomas iraquíes de Ilduara

En el año 942 Ilduara realiza una enorme y detallada donación de bienes al monasterio de Celanova, probablemente la mayor que se haya hecho nunca en la fundación de un monasterio. Entre los bienes muebles destacan nueve redomas iraquíes (arredomas aeyraclis). Un recipiente que otras veces aparece en textos de la época como rothomas irachas, y que básicamente es lo que más tarde se conoció como pomos.

Redoma mesopotámica, abásida, c. siglo IX, tallada en cristal de roca. De la web de subastas de Christie's.

En el tesoro de Celanova, hoy custodiado en la catedral de Ourense, se encuentran ocho piezas de cristal de roca que según pensamos podrían haber integrado la colección de las nueve redomas iraquíes de Ilduara; faltaría una, que se habría perdido, roto, o pasado a otras manos.


Ajedrez de cristal de roca de Celanova. (C) Anxo Martínez-de Alegría.

En aquella época el juego del ajedrez era desconocido en el norte de la Península y en general en toda Europa, por lo que sus piezas de cristal de roca tallado fueron confundidas habitualmente con redomas o pomos. Estas habrían integrado el patrimonio de la noble familia de Ilduara en calidad de gemas, hasta que fueron donadas a Celanova.

En el artículo de Casamar y Valdés citado en la bibliografía se indica: "no escasean en los documentos altomedievales españoles las referencias a objetos a los que genéricamente se denomina arrotomas -redomas- o vasa -vasos-, por su forma, e irakes, por su supuesta procedencia iraquí. Los autores que en alguna ocasión los han estudiado han acabado por identificarlos con las piezas de vidrio y de cristal de roca de origen islámico conservadas en varias catedrales, iglesias, monasterios y museos españoles. [...] Todas nuestras piezas se inscriben en tres familias morfológicas muy bien definidas: frascos, botellas y piezas de ajedrez".

Las de Celanova son unas piezas excepcionales, ya que solo existen otras semejantes en el Museo Diocesano de Lleida, procedentes de Áger, en Cataluña.

¿Cómo explicar la presencia de estas piezas en la dote de Ilduara? Existen, desde luego, varias posibilidades. Además de la hipótesis del saqueo de Casamar y Valdés mencionada en la bibliografía, se me ocurre otra a partir de la existencia, en la biblioteca de Ilduara, de un manuscrito probablemente ológrafo titulado Igerarium Geriae, es decir, el Igerario de Egeria, la noble peregrina galaica que en el siglo IV viajó a Tierra Santa, hasta Mesopotamia, trayendo a su regreso el diario de su peregrinación, y tal vez estas delicadas figuritas de cristal, herencia que permaneció un tanto fragmentada en la línea familiar hasta el momento de su donación al monasterio de Celanova.

Bibliografía: "Saqueo o comercio, la difusión del arte fatimí en la Península Ibérica", de Casamar y Valdés.


Folios con la donación de Ilduara. MSS/18387 de la Biblioteca Nacional: copia fiel de varios manuscritos de diversos monasterios, perteneció a la biblioteca de Gayangos. Letra de mediados del siglo XVIII.

Nota do 15/1/22:

Nun recente traballo de Therese Martin ("Glimpses of gold: material evidence of cross-cultural connections in a rock crystal chess set and a countess's seal (10th - 11th C)", Archivo Español de Arte, 2021) non se chega a establecer a conexión directa do xadrez con Ilduara porque non se tivo en conta que as pezas menciónanse no seu testamento como redomas. A autora concretamente di: "It could be objected that if the rock crystal chess set is not listed among the endowments in the written record, then a connection to Ilduara cannot be proven; however, a personal gift from mother to son —a marker of his elite lineage— would rarely be found within the written memory preserved by a monastic archive".

2 comentarios:

  1. Si Ulmo, son unhas pezas impresionantes, pero non sei se me impresiona máis o feito de que a primeira mención histórica dunhas figuriñas de xadrez en occidente, aínda que consideradas redomas, sexa galega e nada menos que do ano 942. Eu calculo que cando menos levarían na familia de Ilduara uns 50 anos ou máis, o que desbota a hipótese da súa procedencia do saqueo cristián do califato omeia que propoñen os autores do artigo que cito. E incluso a data de 942 desbota a súa consideracion nunha cronoloxía e tipoloxía fatimí (Egipto), sendo abásidas ou sasánidas (Irak).

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