- En la Periegesis de Prisciano se sitúan las islas del estaño sobre él, por tanto no puede ser el Cabo San Vicente, frente al cual no hay isla alguna, con estaño o sin él: "sed summam contra Sacram cognomine, dicunt quam caput Europae, sunt stanni pondere plenae Hesperides".
La imagen es un sector de un mapamundi anglosajón (Cotton) del siglo X que acompañaba al texto de la Periegesis de Prisciano. En él se observa la situación de las islas del estaño o Hespérides sobre el espolón donde se lee Brigantia, abajo a la derecha figura una representación de las columnas de Hércules. Ese cabo sólo puede ser Finisterre (clic sobre la imagen para ampliarla).
- Artemidoro medía en 3932 estadios la distancia entre Cádiz y el Promontorio Sacro, lo que sitúa al Promontorio muy por encima de Lisboa: "A Gadibus praeter Sacrum Promontorium, et Artabrorum Portum, stadia sunt 3932". Localizando como próximo al Promontorio el puerto Ártabro, que, como Brigantia, nunca estuvo en la zona del Algarve, sino en Galicia.
- Según Piteas entre Cádiz y el Promontorio Sacro había cinco días de navegación, que parece excesivo si se trata de llegar al Cabo San Vicente: "A Gadibus usque ad Sacrum Promontorium quinque dierum navigatione esse".
- Se argumenta que el topónimo Sagres (Cabo San Vicente) es continuador de Sacrum, pero la característica de ser "caput Europa", extremo o fin del continente, ha estado ligada siempre al Cabo Finisterre gallego, como queda reflejado en su nombre. Y este factor se mantuvo muy presente para los navegantes de todos los tiempos:"parti de la isla de Ibernia en una nao et andude tanto por el mar de poniente fasta que aporte a la Cabeça de la fin de la tierra occidental Pontevedra en la provincia de Gallizia" (Libro del conoscimiento de todos los reinos y tierras y señorios..., s. XIV, ed. Jiménez de la Espada). Dice Estrabón (pg. 427-9): "non Europae modo, sed universae habitatae terrae, punctum est omnium maxime ad occasum situm", no sólo es el el extremo de Europa, sino también el punto situado más al ocaso de toda la tierra.
- Según relatan varios clásicos el Promontorio era un lugar desde donde se observaba hundirse el sol en el mar con un ruido estremecedor, tenía forma de barco y había unas piedras (1) que podían moverse y después volvían a su posición. Estos tres hechos se localizan en el Finisterre gallego, en Muxía. Un viajero en 1466 (2) lo denomina Finstern stern y aseguraba que la estrella vespertina se hundía profundamente en el mar, y que la Virgen y su hijo llegaron en una barca que se convirtió en la montaña. Hoy pueden observarse todavía los restos de la barca de piedra: la pedra de abalar (móvil) es la barca, al abalarla provoca el ruido que posiblemente fue el que escucharon los diversos testigos, la pedra dos cadrís es la vela, y una tercera el timón.
Pedra dos cadrís. (C) José Luis Galovart, Muxía. Nuestra Señora da Barca.
- Según Plinio los lusitanos habitaban desde el Guadiana al Promontorio Sacro: "ab Ana ad Sacrum, Lusitani"; si se situase en el Cabo San Vicente el resultado sería un espacio muy exiguo para una etnia que sabemos que se extendía ocupando también parte de la antigua Gallaecia.
- La identificación con el cabo del Algarve sería posterior, resultado de una confusión entre los dos extremos occidentales de la península.
Sector del mapa de Vesconte (s. XIV), donde se representa la misma configuración de las islas sobre Galicia.
(1) Véase el topónimo Piedras Santas en el Mapa de Finisterre del IGN, realizado en 1879 por Díaz Moreu.
(2) Cita completa de la visita de Rozmital (1465-67): "A Divo Jacobo ad Stellam obscuram quatuordecim milliarium via est, sed parvorum, quae medio die confici possunt. Verum ille locus aliter ab indigenis appellatur nempe Finis terrae. Eum locum petentibus, medio ferme viae, navis cum remis, rudentibus, et alio navali apparatu in saxum durata, stans in littore conspicitur. Ita perhibent, ea navi vectum esse Deum cum matre sua, ex qua egressos montem illum, qui stella obscura dicitur, ascendisse, ibique templum Deiparae virgini sacrum fundavisse, quod ad hunc diem exstat. Sub eo templo est pagus amplus, qui vocatur Finis terrae, nam ultra eum nihil aliud est, quam aquae et pelagus, cujus terminos nemo novit, praeter ipsum Deum".