Carbonera de Eibar, 1965.
Fornos dos Mouros es el nombre que reciben en varias zonas de Galicia los túmulos megalíticos y no precisamente "pola semellanza dalgúns dolmens cos antigos fornos familiares de cocer o pan" como sugiere Cabeza Quiles, sino por el parecido con las carboneras de montaña, llamadas en otros sitios hornos o txondorras sistema tradicional de obtención de carbón vegetal mediante combustión interna de piras de leña cubiertas de tierra y césped.
Todas las muestras extraídas de la mámoa 7 de A Mourela, donde no se encontró otra cosa que cenizas y carbones, proporcionaron fechas radiocarbónicas del s. XVII de nuestra era, este hecho es explicado por Fábregas como que las muestras analizadas son intrusiones resultado de la violación sistemática de los túmulos que se acometió por entonces, cuando se le concedió a Vázquez de Orjas en 1609 licencia para explorar los sepulcros de los gentiles. Pero la hipótesis de Fábregas contradice el testimonio de Maciñeira, que asegura que el túmulo estaba intacto a finales del XIX (v. Fábregas: Los avatares de una mámoa: fechas c-14 del túmulo 7 de A Mourela).
Todas las muestras extraídas de la mámoa 7 de A Mourela, donde no se encontró otra cosa que cenizas y carbones, proporcionaron fechas radiocarbónicas del s. XVII de nuestra era, este hecho es explicado por Fábregas como que las muestras analizadas son intrusiones resultado de la violación sistemática de los túmulos que se acometió por entonces, cuando se le concedió a Vázquez de Orjas en 1609 licencia para explorar los sepulcros de los gentiles. Pero la hipótesis de Fábregas contradice el testimonio de Maciñeira, que asegura que el túmulo estaba intacto a finales del XIX (v. Fábregas: Los avatares de una mámoa: fechas c-14 del túmulo 7 de A Mourela).