*Publicado en Celtiberia.net en febrero de 2007
1. San Millán
Se documenta como “sanctos medianos”.
- Año 906: “in territorio Coyanca villa que dicitur Sancti Emiliani que ab antiquis uocabatur Sanctos Medianos ex integro per suos terminos, et locos antiquos per terminos Sancti Vicenti et villam Mannani, et per Ssuares et per Lagunam et ex alia parte per flumen Extula cum sexigas molinarias siue et piscarias, prata, pascua”
- Año 908: “adicimus ecclesiam que uulgus uocat Sanctos Medianos, que est e contra Coyanca, cum omnibus suis terminibus ex integro, ut filius noster Gundisaluus obtinuit. item et in Coanca ciuitate ecclesie sancti Saluatoris et ecclesiam sancte Marie”
Es el actual San Millán de los Caballeros (León), limitada por Villamañán, Zuares del Páramo, Laguna de Negrillos y el río Esla, y perteneciente al territorio de Coyanca (Valencia de Don Juan).
No existen santos pequeños, medianos o grandes, ni santos debajo, en el medio o encima, así pues, del latín saltum (soto): *saltos medianos = sotos en el medio, medianeros > *santos medianos. La evolución del grupo alt > ant ha podido ser natural ya que ambos sonidos tienen en común un punto de articulación alveolar (1). Esta evolución, que suponemos natural, es la que a continuación ocasiona la reinterpretación del nombre como si se tratase del homónimo proveniente del latín sanctum, de ahí la grafía con c de ambos documentos.
La evolución del grupo d+yod hacia ll también es la esperable, lo mismo que la inflexión o cierre de la vocal precedente en contacto con la yod: medianos > millanos; mediano > millán(o) con apócope.
La cristianización hubiese sido igualmente efectiva con el topónimo en plural pues podría justificarse una advocación a un San Millán desdoblado en dos lugares de culto próximos (es lo que creo que sucedió en el caso de San Millán de la Cogolla, con dos, de Suso y de Yuso). Pero en el caso que nos ocupa no fue ésta la solución y al fijarse como hagiotopónimo adoptó la forma en singular de los mismos.
Otro caso que ratifica lo que estamos viendo. Tumbo de San Julián de Samos (Lugo):
- Año 997: "eiromiliani" (agrum medianum > eiromillano / eiromillán / eiromeán...). El compuesto figura con desinencia de genitivo para indicar relación con respecto a un posible núcleo elidido: [terras] Eiromiliani = tierras de un lugar llamado Eiromillán.
2. San Julián
Como diminutivo proveniente del latín saltum (soto, bosque) el gallego todavía conserva el nombre común “soutullo”, aunque a punto de extinguirse en el uso actual del idioma; quedará como apellido y topónimo frecuente. Se documenta evolutivamente en dos fases:
a) Sustitución del sonido lateral alveolar por el nasal homólogo: año 854 Samos, “et alia terra in Santulio”.
b) Vocalización secundaria de la sílaba finalizada en nasal: año 1062 Carboeiro, “et senras de Sautulio cum suo molino et cum suas aquas”.
La evolución concluye con el consabido paso au > ou: soutullo.
A esta forma diminutiva puede adjuntársele un morfema derivativo de procedencia. Partiendo de las fases evolutivas que acabamos de ver en los apartados a) y b) el resultado sería:
Santulio --> santuliano > santullano = del sotillo
Sautulio --> sautuliano > sautullano = del sotillo
La explicación convencional por la cual el topónimo asturiano, palentino, etc. Santullano / Santullán procede siempre de un lugar de culto dedicado a la memoria de San Julián (Sanctum Iulianum) habrá que reconsiderarla ya que también es explicable por reinterpretación cristianizante y latinización de sautulianum = del sotillo. Incluso podríamos pensar que esta toponimia derivada de saltum inspiró, en el momento de la repoblación mediante fundaciones de iglesias, algunas de las numerosas advocaciones a San Julián.
Así tenemos cómo un morfema derivativo se convierte en nombre propio en virtud de la reinterpretación o, tal vez, cristianización consciente del paraje y del topónimo:
-ulianum > Juliano / Julián.
En Galicia se produce un paso más en este complejo proceso: cuando el topónimo se asienta como hagiotopónimo y se asume su carácter de nombre propio, el Xulián se normaliza suponiéndolo castrapismo. La sustitución por el antropónimo Xián / Xiao es inevitable, y todo parecido con la realidad, inescrutable.
(1) Menéndez Pidal en Orígenes del Español, punto 20.3, 3ª ed. 1956, señala sin embargo que Saltus Noualis (1194) evoluciona a Sandoval "por etimología popular del adjetivo san", sin mencionar un posible cambio natural provocado por compartir ambos sonidos un mismo punto de articulación.
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