jueves, 29 de marzo de 2018

La cruz gemmata del monasterio de Samos

En tiempo de Pascua vamos a sacar a pasear por los claustros, el Viernes Santo, la cruz gemmata del monasterio de Samos, que actualmente se encuentra en paradero desconocido. Según información del bibliotecario de Samos, el benedictino Arias Cuenllas (1), fue sustraída en 1869, corriendo el mismo destino que tantos otros objetos de nuestro patrimonio. Esperemos que por lo menos se encuentre a buen recaudo, y no fundida.

Podemos saber cómo era gracias a la nota que acompaña la copia de un documento de 1064 en el manuscrito del s. XVIII de la BNE (MSS/18387), f. 289v.


Se trataba de una estauroteca o relicario que albergaba un lignum crucis. Fue ofrecida por el abad Brandila (s. XI) al monasterio de Samos, y era de plata filigranada cubierta de piedras preciosas. Servía como cruz procesional, pues el pie estaba adaptado para encajar en un astil. Tenía una inscripción latina que corría de la cabeza a los pies y del brazo derecho al izquierdo: "En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y en honor de las vírgenes Juliana y Basilisa, el siervo de Dios el abad Brandila, y sus amigos, ofreció este lignum crucis". Me permito corregir signum crucis como lignum crucis, ya que en la descripción de la cruz se nos informa de que el relicario contenía un alma de madera.

La nota finaliza con la costumbre, datada de tiempo inmemorial, del paseo procesional de la cruz todos los viernes al tiempo que se cantaba el Vexilla Regis (Los estandartes reales) de Venancio Fortunato, autor del siglo VI.

Podemos concluir, a partir de la inscripción, asegurando que la cruz no es ninguna donación de un rey de estirpe astur a Samos. Asimismo, la tipología de estas cruces, normalmente denominadas de tipo asturiano, se remonta a la baja latinidad, a las cruces que conocemos por aparecer en los tenantes de altar llamados erroneamente visigodos; formalmente y como símbolo, proceden de la conversión de la cruz en estandarte militar (vexillum) desde Constantino ("La cruz de Peñalba: alma del Bierzo en cuerpo de latón", de Rafael González Rodríguez, 2009).

Tenante de altar "visigodo" con cruz procesional tipo vexillum (Casas de Millán, Cáceres).
(C) Dolores González de la Peña, 2014.

Con posterioridad a la desaparición de la cruz de Brandila, el erudito López Ferreiro (Lecciones de Arqueología Sagrada, 1889, pg. 169-170) la describe someramente, dando cuenta de la inscripción en los cuatro brazos al anverso, y la dibuja tal que así:


Surge la duda razonable de si López Ferreiro la habrá tenido en sus manos antes o después de la sustracción, o bien, si se basó en fuentes externas (como la del manuscrito que presentamos aquí) para hacer una reconstrucción, porque la cruz dibujada por López Ferreiro no es exactamente igual a la dibujada en el manuscrito MSS/18387, principalmente en el pie, que no está adaptado para insertarse en un astil. Tampoco el filete de pedrería (?) que corre por los bordes de los brazos en el dibujo de López Ferreiro coincide con la decoración de la cruz del manuscrito MSS/18387, donde las piedras se disponen "sembradas", aparentemente en forma pareada (y no linealmente) en su interior, sin decoración alguna por el borde. Además, podemos preguntarnos también qué entendía López Ferreiro por anverso y reverso, porque las inscripciones están siempre por el revés de las cruces (reverso), y no por delante (anverso).


Réplica de la cruz en el relicario de Samos (sobre un hueso de San Benito), según la posiblemente inexacta reconstrucción de López Ferreiro.
(C) Galicia Pueblo a Pueblo: Monasterio de San Julián de Samos.

(1) "[López Ferreiro]: Un estudoso con coñecementos da cruz de Samos", entrevista a Arias Cuenllas en La Voz de Galicia, 10-02-2008.

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