viernes, 19 de abril de 2019

Los pies del río

Del latín calcem, "talón", sale el gallego couce con el sentido de "coz o golpe que dan los caballos, mulos, etc. con el pie hacia atrás" (Porto Rey, 1990). Pero también tuvo que tener el significado primario de talón o calcañar, pues se conserva como hidrónimo aplicado sólo a las curvas pronunciadas del curso fluvial del Sor, percibidas como si fuesen los talones de los pies del río, o un animal dando una coz. Por lo tanto, la etimología de los Couce hidrónimos propuesta por Moralejo Laso para Coucerredondo, Coucegordo y Couceseco (As Pontes), "cuyo primer elemento corresponde al castellano cauce, del latín calice", no es correcta (Toponimia Gallega y Leonesa, 1977, pg. 88).

Couce da Cabana - Sor. Quizá el más llamativo por guardar mayor parecido con la forma del pie.
(C) Visor PBA de la Xunta.

Couce dos Mouros - Sor. (C) Visor PBA de la Xunta.

Couce Longo - Sor. (C) Visor PBA de la Xunta.

Gallu do Couce - Sor. (C) Visor PBA de la Xunta.

De la misma opinión es Xosé González, que en su blog Toponimia do concello de Ortigueira indica que O Couce (Devesos) "viría de calce "calcañar", e designa metaforicamente un "sitio de forma semicircular que remata en terraplén ou baixada pronunciada".

jueves, 18 de abril de 2019

Ombreiro

Siguiendo con la embodiment hypothesis aplicada a la hidronimia, acostumbrados como estamos a interpretar los hidrónimos a partir de las bases hidronímicas paleoeuropeas de Krahe (Pokorny), todas referidas a conceptos como agua, río, fluir, brotar, húmedo, brillante, etc. quizá nos hayan pasado desapercibidas otras motivaciones que pudieron haber funcionado a la hora de nombrar los ríos. 

Niclas Burenhult en su estudio sobre la toponimia de los Jahai, cazadores recolectores de la península de Malasia, nota que la categorización del paisaje se estructura como extensión metafórica del cuerpo humano y las relaciones intra-familiares. Así por ejemplo: "the main stream of a drainage system is referred to as ley tɔm 'water-body'; klapə tɔm 'water-shoulder' represents an upper tributary, and bli? tɔm 'water-thigh' (or can tɔm 'water-foot') denotes a lower tributary [...] A drainage system thus appears to be conceptualised as a body lying face-down" ("Landscape terms and toponyms in Jahai: a field report", Working Papers 51, Lund University, 2005).

En nuestro caso la utilización como hidrónimos de sustantivos que denotan las cinturas escapular y pélvica no parece guardar relación con la situación de los tributarios de un río, sino con el punto en que se unen al cauce principal formando como una articulación del cuerpo humano. Indistintamente encontramos Coxegueira (coxa, cintura pélvica) u Ombreiro (cintura escapular < latín humerarium < humerum, "hombro") aplicados a los puntos en que se incorpora el afluente al río principal.

Ombreiro (Lugo) se sitúa donde el río Narla entra en el Miño.

También encontramos una posible articulación del río Mao llamada Umeri: "usque in ribulo de Omano figet se in Umeri" (Samos, año 1072: CODOLGA). Donde incluso podríamos proponer que el nombre de Omano (variante documentada Humano) podría ser una metáfora del cauce fluvial como cuerpo humano, en el sentido señalado por Burenhult.

El ilustre profesor JJ Moralejo no tuvo en cuenta la embodiment hypothesis y afirmaba que esta serie de topónimos derivaban del nombre celta del aliso: "la Galicia oriental comparte con Asturias, L’Umeiru, Los Umeirus, y con el leonés (h)umero (¿y con Húmera M y el portugués Hombres Penacova Co?) un nombre para el aliso: *umer-ariu- > OMBREIRO Lugo Lu y Bóveda Lu y *umer-ale > OMBRAL Guitiriz Lu" ("Topónimos célticos en Galicia", Paleohispánica 10, 2010).

lunes, 15 de abril de 2019

Tieira / Teira

Para Rivas, los Teira o Tieira gallegos provendrían de "una raíz hidronímica *t-n, con alternancias derivadas: *tan- / *ten- y acaso *ton-, preindoeuropeas, pero afirmadas en territorios celtas" (Toponimia de Marín, 1977). Se presupone, por lo tanto, un radical con -n- intervocálica, que acaba perdiéndose en la evolución del gallego-portugués.

Bascuas prefiere para el Tera (afluente del Esla: "amne Teire", doc. 1014) y Teira (Corrubedo) la base hidronímica *TARIA, relacionada con el tema *TARA de Krahe, raíz *TER 3, "frotar", y *TER 4, "atravesar", de Pokorny (Hidronimia y léxico de origen paleoeuropeo en Galicia, 112.1, 2006).

Independientemente de que en algunos casos estemos ante hidrónimos *TER, en otros muchos el uso del terreno parece apuntar a la forma teneirea de Du Cange, "prædium, possessio, hæreditas". Término del derecho feudal relativo a la posesión predial, equivalente a tenentia > A Tenza / As Tenzas. Un aspecto que ya había notado Bascuas al tratar del Teira de Corrubedo: "monte Teyra" (1168), "per sub monte de Teyra et per agrum de Teyroa usque ad mare" (1201), "arcas de Teyra" (1219), "forcado de Teyra et pela furtigada de su esse monte de Teyra" (sin fecha). Decía el profesor que "las connotaciones de 'monte', 'archas', 'forcado' hacen pensar en un orónimo antes que un hidrónimo".

  1. "uilla que uocatur Ribela et iacet in ripa fluminis de Theyra" (Sobrado, 1210. Fuente: CODOLGA). Río de Teira, tal vez por pasar junto a una teneirea.
  2. "quae dicitur nominibus Castroferronio, iuxta aquis currentes uel flumine Teira" (Astorga, 1006. Fuente: CODOLGA). Río Tera, afluente del Esla. 

Tieira aplicado a una de las parcelas de la centuriación de Curtis. (C) Visor PBA de la Xunta.

Teneira > Te(n)eira > Teeira > Teira (con asimilación ee - e) / Tieira (con disimilación ee - ie).

sábado, 13 de abril de 2019

Una centuriación rural romana en Curtis (A Coruña)

Hasta ahora no se conoce ningún caso de centuriación rural de época romana en Galicia. En la Gallaecia sí está estudiado por lo menos el caso de la centuriación del rural en torno a Bracara Augusta, pero se trataría de un establecimiento colonial sobre territorio periurbano: "o conjunto significativo de alinhamentos ainda visíveis no parcelamento rural, a par do conjunto de elementos de delimitação identificados, permite considerar que o território em torno de Bracara Augusta foi centuriado" ("As transformações do território: Bracara Augusta e o seu cadastro", Manuela Martins y Helena Carvalho, Revista de Historiografía 25, 2016).

Aprovecho, pues, la oportunidad que generosamente me brinda Regheiro, el autor del blog Rebúmbio remoido, peneirado..., dedicado al estudio de la toponimia y los paisajes agroganaderos del Hierro en Galicia, para explorar la más que posible centuriación romana del territorio de Curtis a partir de sus hallazgos de un parcelario ortogonal visible sobre todo en la fotografía aérea del Vuelo Americano de 1956-1957 (IGN).


Cuadrícula ortogonal junto al cruce de la AC-230 y la AC-840 en Curtis. Contorneada una de las parcelas de la posible centuriación catastral romana, rodeada de otras idénticas en forma y tamaño.
(C) IGN. Vuelo Americano B 1956-1957.

Las medidas de cada parcela son aproximadamente 5,75 hectáreas, lo que coincide con la medida del heredium romano (puede comprobarse la dimensión en el Visor PBA de la Xunta, ya que la parcela que hemos seleccionado se conserva igual en la actualidad).

Y ya que se me concedió carta blanca para examinar esta estructura y extraer las conclusiones que me parezcan más adecuadas, ¿qué nos podría estar mostrando la parcelación ortogonal del territorio de Curtis?

1. Curtis o cohortes. Hipótesis consonante con el nombre de lugar de Curtis. Esta suposición situaría la parcelación en época germana, sueva o visigoda. Según la profesora María del Pilar Álvarez, Curtis es un "término latino de la lengua campesina cuyo significado es el de 'terreno cercado, corral para el ganado e instrumentos agrícolas' [...] En el latín tardío encontramos las formas curs y curtis [...] se trata de explotaciones rurales que incluyen los edificios de vivienda, así como de explotación agrícola y ganadera; esta acepción ha sido recogida en los documentos catalanes y también es frecuente en los documentos merovingios, carolingios y del norte de Italia (Niemeyer) [...]. Aluden a meras explotaciones agrarias y ganaderas que incluyen diferentes recintos como 'huerto', 'cubas', 'ferrenal', 'pumar', etc." (Álvarez 1994, apud F. Cabeza Quiles, Toponimia de Galicia, 2008, pg. 518).

También podría considerarse cohorte con la acepción de campamento militar (romano), sin embargo debemos descartarla por la contigüidad de estas células territoriales, incompatible con la existencia de campamentos anexados unos a otros.

2. Pressurae medievales. Carmen Pallares Méndez estudió la asignación predial mediante el sistema de la pressura, y lo hizo precisamente en el Condado de Présaras, del que formó parte Curtis (El monasterio de Sobrado: un ejemplo del protagonismo monástico en la Galicia medieval, 1979). No obstante, no tenemos idea sobre la forma y tamaño de los predios adquiridos por este sistema, y hasta podemos suponer que el territorio asignado mediante pressura respetaba estructuras parcelarias anteriores.

3. Una centuriación rural romana. Es lo más probable, y guardaría relación, en mi opinión, con las licencias otorgadas a los legionarios de la Cohors I Celtiberorum del campamento de A Ciadella en Sobrado, consecuencia del desmantelamiento de la unidad militar. El nombre de Curtis se habría aplicado con posterioridad a la estructura ortogonal de la centuriación.

No descarto tampoco que el objetivo de la centuriación fuese la reasignación del territorio a los habitantes originarios, como parece sugerir la parcelación respetando el contorno de los castros. Son dos hipótesis que habría que comprobar en detalle antes de pronunciarse definitivamente.


El cardo de Curtis



Así, hemos localizado el cardo máximo, uno de los ejes que utilizaba el agrimensor para articular la orientación del catastro y comenzar a trazar la retícula de parcelas. El hidrónimo Rego do Cardo está motivado no por la planta carduus pycnocephalus o cardo borriquero, sino por nacer el rego en el cardo, en la línea vertical de coordenadas que, no sin asombro, comprobamos que continúa existiendo como límite municipal entre Oza-Cesures y Mesía de un lado / Curtis y Vilasantar del otro, recibiendo el nombre de A Raia algo más arriba. Nos faltaría el decumano, pero si extrapolamos lo que acabamos de ver para el cardo deduciremos fácilmente que el decumano es la misma línea horizontal que hoy dibuja la frontera territorial norte-sur entre Oza-Cesures y Curtis arriba / Mesía y Vilasantar abajo.

Por otra parte, la orientación de la longitud de cada rectángulo de heredium en paralelo al cardo nos indica que la centuriación se efectuó en forma de ager strigatus, siguiendo el eje norte-sur.

Es bastante corriente que se conserven los ejes de las centuriaciones como límites comunales (o de otras formas, como carreteras o caminos): "Aujord'hui, les axes de la centuriation servent de limite communale" (Gerard Chouquer, Les parcellaires médiévaux en Émilie et en Romagne, 2015, pg. 38).

Según este autor, los parcelarios medievales incluso están formados en algún caso sobre antiguas centuriaciones: "la division cardinale et décumane visible au sein de la partecipanza ne saurait être un maintien de la centuriation antique à l'identique" (op. cit. pg. 205).

En Francia Chouquer y Favory estudiaron el topónimo Cicarde del catastro de Orange en relación con la posición citra kardinem del predio (Contribution à la recherche des cadastres antiques, 1980). Y en Italia, Chouquer menciona Cardeto, que sobrevive corrompido en Carletto (cerca de Manzolino). No es rara, por lo tanto, la conservación como topónimo del nombre original del eje de coordenadas, confundido con el de la planta o con un nombre personal.

Un poco más al oeste del Rego do Cardo continúa la marcación de los ejes con sus cipos o marcos (Revolta do Marco) y más microtoponimia derivada del latín cardus: Carduela (mejor Cardoela, "leira próxima a un carduellum o cardo secundario"). Asimismo, Chousa < clausa, "cerrada", que nos remite al ager clusus (parcelado, frente al ager extra clusus, sin dividir, no asignado), y Revolta, cuya repetición como nombre de muchas de las parcelas ortogonales de la extensa centuriación de Curtis nos lleva a suponer que alude al ritual de la circumambulatio propio de las antiguas delimitaciones territoriales (Tenreiro Bermúdez: "Sobre ciertos sacrificios fundacionales y de delimitación y sus paralelos históricos y etnográficos", Anuario Brigantino, 2007).

Cardoela, Rego do Cardo, Revolta do Marco. (C) Visor PBA de la Xunta.

Insulas sin río


Ampliando la microtoponimia catastral de nuestra recién nacida centuriación, añadimos el nombre Insuas bajo el decumano máximo, que suponemos que corre por la Rúa Monolito de Curtis. No observamos curso fluvial alguno, por lo que el topónimo no hará referencia a un terreno cercado por ríos, como sucede en muchos casos de nuestra geografía. Aquí Insuas indicará un elemento de la centuriación, una parcela. Esta acepción local se habría formado a partir de los matices semánticos "separado", "individualizado", "aislado" presentes en el sustantivo latino (Du Cange, sub Insula).



O Embigo do Chan (Umbilicus Soli)


Punto geodésico donde se cruzan el cardo y el decumano, los ejes principales de un catastro, el umbilicus soli o umbilicus agri es el lugar que elegía el agrimensor para iniciar el ritual de delimitación territorial. Según nuestra hipótesis, y una vez comprobada la situación del cardo, y supuesta la del decumano discurriendo por la Rúa Monolito y la frontera territorial norte-sur entre Curtis y Vilasantar, el ombligo del suelo se localizaría en el punto en que se cortan ambos límites, donde encontramos el revelador microtopónimo Cruz da Tierra (suponemos que castellanizando un original "Terra", o deturpando un Tieira / Teeira < teneirea, "prædium, possessio, hæreditas") que hace referencia a la intersección (cruz) de ambas líneas.


Como resumen gráfico de la pervivencia de los ejes catastrales como límites territoriales, ilustramos lo expuesto hasta ahora con una fotografía del Visor PBA de la Xunta donde se identifican claramente los cuatro concellos.


Grata a quen me proporcionou a oportunidade de explorar este novo territorio arqueotoponímico.

miércoles, 10 de abril de 2019

El vuelo y el combate nocturno de Os do Óso

  1. "Algúns informadores faláronme de "os do óso" como si foran ánimas, pero "trátase de vivos que forman unha sociedade que sai polas noites. Deixan o corpo na cama, ó lado da súa muller si a ten, e eles van recorrer os caminos e visitar o diles que primeiro vai morrer". "Después de visitar al que va a morir celebran su cementerio, hacen como si fuera un entierro de verdad, con curas, faroles, responsos, se paran en las encrucilladas, llevan la caja. No falta nada para que sea un entierro de verdad, sólo que son 'os do oso' quienes lo hacen" (Manuel Mandianes, "Os vivos deste e doutro mundo", Grial, 1984).
  2. "Hai outro grupo, "os do óso", composto por homes vivos. Estes son todos de Loureses. Deixan o seu corpo na cama cando saen de noite, se un vivo que anda pola noite se encontra cós do óso, se ten un amigo no grupo non lle fan nada; se non, péganlle. Non hai mulleres neste grupo. Saen en procesión e fan o enterro daquel que entre eles vai morrer primeiro" (Manuel Mandianes, Loureses. Antropoloxía dunha parroquia galega, 1984).
  3. "Poden deixar temporalmente o seu corpo, pois cando van en procesión, atravesan paredes, portas pechadas, valados, etc. como corpos sotís, sin tropezaren con nada. Son individuos que viven a un tempo niste mundo e no outro, son a un tempo, homes de carne e óso e sombras ou pantasmas desencarnados" (Risco, "Etnografía. Cultura espiritual", en Historia de Galiza, ed. Otero Pedrayo, 1979)

La sociedad secreta (1) de Os do Óso (Os Blancos y Loureses, Ourense), descrita por Risco y por Manuel Mandianes en las obras que hemos referenciado, tiene su más cercano paralelismo en la sociedad de los Benandanti de Friul, que Carlo Ginzburg estudió en su obra Historia Nocturna, donde expone su teoría de que estas sociedades son pervivencia y reminiscencia de los ritos y concepciones míticas propias del chamanismo euroasiático. Con ello, da carpetazo definitivo a la interpretación de la brujería como inexistente, como subproducto de los procesos inquisitoriales que pretendían buscar chivos expiatorios inocentes para calmar el ánimo popular, sublevado en circunstancias calamitosas. Para Ginzburg la brujería existió realmente, era lo que hoy llamamos chamanismo.

Podemos leer en el estudio de Ginzburg cómo, al igual que Os do Óso, los Benandanti declaraban que salían a combatir en espíritu, de noche, dejando el cuerpo exánime en su casa ("Introducción", punto 9). Lo extraño es que los Benandanti friulanos son de los siglos XVI a XVIII, mientras que Os de Óso estaban en activo en los ochenta del siglo pasado, y posiblemente todavía sigan ejerciendo.

(1) Según Víctor Vaqueiro guarda cierta relación con las sociedades secretas por el hecho de "os seus membros non seren coñecidos polo resto de persoas da parroquia" (Mitoloxía de Galiza, 2011).

miércoles, 3 de abril de 2019

Al principio sólo existía el pensamiento: la trinidad del signo lingüístico

Ferdinand de Saussure pasó a la historia como el padre de la lingüística moderna por haber simplificado al máximo el carácter trinitario del signo lingüístico. Todos estudiamos en su obra póstuma Curso de Lingüística General (1916), escrito a partir de los apuntes de clase tomados por sus alumnos, aquella dicotomía demasiado evidente que estructuraba el signo en dos caras, significante y significado, ilustrada a menudo con dibujos esquemáticos de casitas o árboles, y sobre ellos escrito "casa", "árbol". Cuando un francés dice fromage se representa en su mente un queso tipo Camembert, y cuando un gallego dice queixo, se hace a la idea de un tipo de queso de tetilla, lo más probable. Así de simples son las dos caras intrínsecamente unidas del signo lingüístico.


Algo más avanzó Wittgenstein con su Tractatus logico-philosophicus (1921) donde estableció la identidad lenguaje-pensamiento y demostró que los límites del primero forman los límites del mundo. Gadamer desarrolló de forma redundante, hasta la saciedad, las concisas ideas de Wittgenstein: "Para el hombre, la existencia del mundo está constituida lingüísticamente" (Verdad y Método, 1960). Llevamos milenios pensando y repensando el asunto de la creación de nuestro mundo por el lenguaje, aunque pueda pasarnos desapercibido este hecho al haber transformado a los tres elementos del signo lingüístico, logos, phone y pneuma, en un señor con larga barba blanca, su hijo crucificado y una palomita, respectivamente. Hemos perdido la capacidad de entender las metáforas, o es que las traducciones se han ido complicando con el tiempo y las sucesivas exégesis, porque los textos son muy claros.

Siguiendo el evangelio de San Juan leemos que "en arkhê ên ho logos" = al principio sólo existía el pensamiento, y el pensamiento se encarnó, tuvo un hijo, por lo tanto se deduce necesariamente que el pensamiento se hizo real, se materializó en lengua (phone = sonido) con el concurso del espíritu (pneuma), soplo vital, respiración, aliento que mueve las cuerdas vocales y sirve para modular los sonidos a lo largo del aparato fonador. Con estos tres elementos se conforma el lenguaje y automáticamente se crea el mundo para el ser humano, sin la ayuda de ningún dios, a no ser que el lenguaje mismo sea Dios.