jueves, 28 de marzo de 2019

Caxigueira - Coxegueira (Cerdido)


A su paso por el término municipal de Cerdido confluyen en el río Pontellas varios tributarios formando como las piernas de un cuerpo humano, una cintura pélvica. En estos puntos encontramos los microtopónimos Coxegueira y Caxigueira, que me parecen un derivado de coxa, "articulación del fémur con la cadera". Serían uno de los muchos ejemplos en los que la topografía y la disposición del paisaje, en este caso del paisaje fluvial, se conceptualiza como la un cuerpo humano, al estar determinado nuestro razonamiento por nuestra estructura física (según la embodiment hypothesis o hipótesis de la corporalidad o corporeización de Johnson y Lakoff).

Es más probable que algunos de los Caxigueira de nuestra toponimia, si se encuentran en juntas de aguas, sean Coxegueiras transmutadas en aparentes fitotopónimos (de caxigo, quercus faginea). Sospechemos incluso de los Caxigales.

domingo, 24 de marzo de 2019

Cedofeito - Cedofeita

Frente a la común interpretación del topónimo Cedofeita a partir de los testimonios documentales medievales, en los que aparece latinizado como Citofacta = hecha o construida rapidísimamente (latín citus, "rápido"), podría proponerse el latín Coetus Factum > Cedofeito (Lousame) o Coetus Factam > Cedofeita (Ribadeo). Coetus en caso genitivo de la cuarta declinación, con el significado de "reunión, asamblea, congregación", más el sustantivo factum que según el Glosario de Du Cange tuvo el significado de "territorium, prædium" (factum 4), suponiendo una variación en el género factum / factam correlativa con el tamaño del predio: pequeño predio (factum), predio mayor (factam).

Una propuesta en parte semejante fue formulada por César Varela García en "Cedofeita: feita cedo?" (Terra e Tempo, 20/01/19), en donde proponía para coetus el significado de "grea de animais" (congregación, sí, pero no humana), y que por lo tanto el topónimo designaría "un curro ou redil para xuntar diferentes manadas ou greas". En mi opinión, su propuesta es correcta en cuanto al coetus, que puede aplicarse a asambleas (castreñas), congregaciones (religiosas), o greges pecorum (1) (rebaños); un poco a gusto de cada cual, pero siempre con un procedimiento congruente que respete la estructura territorial y las evidencias arqueotoponímicas del sitio. Sobre el factum / factam Varela García no se pronuncia.

Una vez que rescatamos el factum 4 de Du Cange, la traducción del topónimo como Predio o Campo de la Asamblea o Congregación me parece la más ajustada, porque por ejemplo en el caso de Santa María Madanela de Cedofeita (Ribadeo) el territorio se articula en torno a una iglesia que probablemente se ubicó sobre un antiguo campo de asamblea (ecclesia = asamblea). En el Cedofeito de Lousame, Sedofeito o Sedufeito, su proximidad al antiguo monasterio de San Xusto de Toxosoutos podría indicar la propiedad del predio, que pertenecería a la congregación religiosa (coetus).

(1) Así en Du Cange: suum = porcorum coetus.

Camiño Real de Obre

A los pies del santuario de Nosa Señora do Camiño comienza el Camino Real de Obre, que en otra entrada de este blog interpretamos como divertículo o parte del Camino Francés del Norte, a propósito del lugar de O Francés, situado algo más adelante del punto en que el camino real se une al francés (hoy carretera DP-905 hacia Paderne).


Un examen del Visor PBA de la Xunta nos muestra la gran profundidad del Camiño Real de Obre, y lo que es más importante, su paso por delante de las defensas del Castro de Obre; indicándonos que se trata de una vía de comunicación milenaria de origen, como mínimo, castreño.


Sobre el nombre del Castro de Obre como Castro Vello, lo recuperamos del Diccionario Geográfico de Tomás López (provincias de A Coruña y Lugo). La nota que le remitió Julián de Ribas en 1775 dice que cerca de "la venta de la Gerpe [A Xerpe] hay un Castro Alto que llaman Castro Vello" (pg. 193 del visor de documentos de la BNE).

sábado, 23 de marzo de 2019

Caaveiro (A Capela) - Fragas do Eume

Decía Amable Veiga Arias (Algunas calas en los origenes del gallego, 1983, pg. 116) que "todo parece indicar que Caaveiro remonta en última instancia al adjetivo latino caluus, del que deriva mediante el sufijo -ariu, caluarium, el cual, según Corominas en su DCE, tomó la acepción de 'lugar donde se amontonan cadáveres, osario', y en bajo latín se especializó en designar el Gólgota, y es precisamente de aquí de donde hay que pensar que proceda el uso toponímico galaico por tratarse del asentamiento de un monasterio, sobre todo si el significado de 'lugar pelado sin vegetación', que Corominas atribuye a caluaria [...] es concorde con su emplazamiento".

Observamos que el autor se muestra indeciso; por una parte es partidario de que Caaveiro proceda, al tratarse del emplazamiento de un monasterio, del Calvario (osario) del Gólgota, y por otro nota que un derivado latino de caluus, "pelado, sin vegetación", explica por sí mismo, sin intermediación del cristianismo, el orónimo.

En mi opinión, Calveiro, y su variante con a anaptítica Calavario > Caaveiro / Caveiro, proceden directamente del latín caluus, "pelado, sin vegetación", y son la traducción romance de las palabras que designaban anteriormente el santuario en el interior de una floresta, un lucus o un nemeton, bosques y selvas consagradas e impenetrables, de las que quedan vestigios en nuestra toponimia en formas menos conocidas como Silvalonga (San Sadurniño) o Silvaescura (Ramirás). En algún punto de estos bosques de cálida y húmeda laurisilva de helechos, laureles, robles, musgos y hepáticas, se abría un claro (calvarium) donde se emplazaba un santuario natural, más tarde un templo, y luego tal vez un monasterio, porque la sacralidad del territorio pervive adaptándose a las nuevas formas culturales. Hoy, el lucus se ha convertido en el Parque Natural das Fragas do Eume, y el lugar de su santuario se ha mantenido en el mismo emplazamiento del monasterio de Caaveiro.

viernes, 22 de marzo de 2019

Penagache

Según Higinio Martíns el orónimo Penagache "vem do latim vulgar *Pinna Cattuli “Pena do Cachorro”" (As Tribos Calaicas, pg. 148). No sé si en el sentido metafórico de cachorro que define el autor como joven héroe céltico, tipo Cú Chulainn, o bien en el más prosaico referido a un felino, un simple gato, o tal vez incluso a un lince, loberno o lobo cerval. En este último sentido, Penagache pertenecería al mismo tipo de zootopónimos que O Furado do Loberno (A Capelada).

No carece de interés la propuesta del autor, pues en la penichaira entre Castro Laboreiro y Penagache se encuentra una gran concentración de túmulos megalíticos. En Irlanda se construyó una mitología articulada en torno a estos monumentos, considerados como sepulturas de antiguos héroes, y algo semejante pudo haber sucedido aquí.

Dolmen de A Mota Grande en la branda entre Castro Laboreiro y Penagache.
(C) Dolores González de la Peña, 2009.

Existe algún antecedente en la propuesta de Martíns. En esta línea tenemos el topónimo portugués Penagate: "et inde per suos terminos usque ad cautum de Penagati quod protenditur per rivulum de Feveros" (año 1133, fuente: CODOLGA). La ocurrencia apunta también a un compuesto del céltico pen, "cabeza", más el genitivo latino catti, "del gato, del cachorro". Para Almeida Fernandes Penagate está "bem claro, a "pen(n)a de um Cattus" (1).  La diferencia con el caso de Penagache es que en el nuestro parece necesario partir de una forma en diminutivo *Penna Cattuli para explicar el resultado con africada palatal, aunque no habría problema tampoco en considerar una africación espontánea de [t] por influencia de la vocal palatal siguiente: *Penna Gatti > Penagache.

Creemos que Higinio Martíns estaba en lo cierto al suponer la relación de Penagache con los gatos (o los jóvenes héroes celtas), ya que inmediato a Penagache se encuentra el microtopónimo O Salto do Gato, en directa relación con el cattuli o cachorro / gatito de Penagache. Prueba irrefutable del común origen de ambos en el latín cattum.

A Portela do Pau, O Salto do Gato y Penagache. (C) Visor PBA de la Xunta de Galicia.

Una conexión hidronímica del Gato, y concretamente de su Salto, nos la descubre Rizos Jiménez en su tesis sobre la Toponimia de la Baja Ribagorza occidental: "Salto del Gato. Posiblemente aluda a que por allí saltó un gato, sin duda un gato montés o lince [...]. Si observamos allí las curvas de nivel, veremos que hay tres curvas que vienen del sur que se solapan precisamente en el Barranco Fondo, y de ahí sube sólo una. Esto indica que ahí hubo un importante salto de agua [...]. Con esto quiero decir que ese Gato tal vez remonte a CAPTUM, "captación de agua" (pg. 214-215). Sus observaciones se ajustan a la orografía de nuestro Salto do Gato, junto a un pequeño arroyo que se estanca en una laguna en A Portela do Pau y que, al continuar su descenso, forma el río de A Corga do Salto do Gato.

(1) Toponímia portuguesa, Arouca, 1999, pg. 468. En cambio, para Penagache dice que "só pode explicar-se por "Pen(n)a Casti", de um Castus", antropónimo. Una de las dificultades etimológicas del topónimo  Penagache estriba en justificar el origen del sonido africado [ch].

jueves, 21 de marzo de 2019

El regreso del héroe

Respecto a la dispersión del motivo de "The homecoming husband" (número 974 de la clasificación de Aarne-Thompson-Uter = ATU) en el folklore europeo, famoso por su desarrollo en la Odisea de Homero, cuando Ulises retorna a Ítaca disfrazado de mendigo y sólo es reconocido por su fiel perro Argos, dice Lowell Edmunds que "sería extremadamente difícil explicar este cuento popular como un préstamo de Homero. Incluso resulta más evidente que en el caso del cuento de Polifemo (ATU 1137). La totalidad de la narrativa de la Odisea debe ser considerada como una adaptación de una tradición oral internacional" (Stealing Helen, 2015, pg. 39).

Seguiremos a Propp y su concepción del cuento maravilloso como narración de antiguos rituales de iniciación. En el grupo de cuentos ATU 974 la transfiguración del héroe tras su viaje o experiencia iniciática ya no se entiende, probablemente por haber dejado de practicarse los rituales de paso. Pero la narración continúa, y se hace necesario explicar el cambio operado en su persona como un disfraz que le permite introducirse en su hogar sin que lo reconozcan (en la Odisea resulta completamente inverosímil que se disfrace pues no lo identifica ni su mujer). Asimismo, es un factor esencial en este conjunto de cuentos la forma en que es reconocido por sus allegados: existen seres que lo reconocen por instinto, mientras que otros necesitan pruebas o explicaciones. Es notable que la pertenencia a uno u otro tipo no venga marcada por lazos de parentesco, siendo normalmente los parientes más próximos los que son incapaces de reconocerlo.

Es un cuento sobre transformaciones, enmascaramiento y amor. El amor como instintivo e irracional. Su base es la identidad de cada ser humano, inmanente a pesar de los cambios que puedan derivarse del paso del tiempo y las vivencias acaecidas, cómo operaba el reconocimiento mediante los sentidos en épocas pretéritas, de una forma animal, olisqueando, percibiendo por el gusto, tacto, olfato y oído, más que por la engañosa vista o por el juicio y el razonamiento (las pruebas). Por ello el origen remoto del relato podría encuadrarse en una época prehistórica en la cual las largas ausencias de algunos de los integrantes de un clan en busca de caza desencadenarían episodios de rechazo a medida que el ser humano iba perdiendo su agudeza olfativa, sensitiva, y la capacidad animal de reconocer instintivamente al miembro de su grupo de regreso de un largo viaje.  

Pensamos que la versión gallega de "El regreso del héroe" (ATU 974) se conserva en el cuento "O paxaro de ouro", editado por Lois Carré Alvarellos en Contos Populares da Galiza, Porto, 1968, pg. 25-30 (ejemplar escaneado por el profesor Marcial Tenreiro para la biblioteca Archive.org). En ella se observan varios paralelismos con la Odisea: el protagonista regresa vestido de mendigo, es reconocido instintivamente por personajes con los que no guarda parentesco, y un grupo de posibles pretendientes (sus hermanos) vive junto a la que será su mujer, tal vez cortejándola.

"[...]
-E o rapaz pillou o paxaro na sua gaiola de ouro, e marchou cô cabalo e a principesa.
Xa pasaran a casa escura e ía moi canso o rapaz de tanto camiñar, cando viu â raposa e dizlle:
-"Oes, non te sentes no peitoril do pozo pra que os teus irmáns te non boten n-ele.
-Que han botar; -e sentouse no peitoril do pozo, e ao pouco, viñeron os irmás e guindárono dentro, mas, tivo sorte porque o pozo tiña moito brizo, e se non mancou nin afogou, e a raposa que xa vira todo, meteu seu rabo tranqueiro dentro do pozo para que o pillara o rapaz, e ao se prender nel, pillou a escape a raposa e tirouno do fondo do pozo. Ao chegares fora, xa non estaban nen os irmás, nem a principesa, nen cabalo, nen gaiola cô paxaro; daquela o irmán pequecho seguíu o camiño da casa, e atopou un velliño cego moi pobre, que andaba a pedir, e trocaron de roupas: ele, parecía daquela o probe, e chegou â sua casa sen decir quen fose por ver se o conoscían, e falou cô pai, o siñor el rei, que o non conosceu, mais o paxaro que non cantaba, o cabalo que non comía, e a principesa sempre tristeira en dentes que chegara côs outros irmás, deron, ela, em rir, o cabalo en comer e o paxaro en cantar. O siñor el rei púxose contente; marchou o probe, e a tristura voltou gañar aos tres.
O siñor el rei, quedouse moi sentido, e outra vez voltou o probe, e cantou o paxaro, comeu o cabalo e a principesa rebuldou; daquela o siñor el rei dixo:
-"Por qué é, que facedes esto?
E a principesa espricoulle o que pasar, e cando o siñor el rei soube que o probe era seu fillo, xa o non deixou marchare, casou coa principesa e todos viviron contentes".

domingo, 17 de marzo de 2019

Tafornelos

Evidentemente Os Tafornelos (As Somozas) es un topónimo céltico, cognado del gáelico teamhair, "colina" (pronúnciese "tawer"). Teamhair, como ya vimos en otra ocasión (Donde nació San Patricio), aparece latinizado como Taburnia en los textos que nos hablan del lugar de nacimiento del santo.

En Os Tafornelos nace O Rei Xubia. Con razón podría llamarse Tafornelos do Rei, como en Irlanda Teamhair na Ríogh. La confusión entre los reyes y los ríos, de lo más común en el mundo céltico, también ocurre en Irlanda: "King's River, as applied to the stream— the Irish, of which it is a literal translation, would seem to have been arrived at by false popular etymology, or the confusion of Ríogh (King's) and Righe" (DIARY OF HUMPHREY O'SULLIVAN, 1827). Righe es el nombre del río Rye, entre Kildare y Meath. La toponimia céltica, como la gallega, está plagada de nombres de lugar aparentemente reales que en justicia son fluviales.

Sospecho que la mayoría de nuestros topónimos Taberna son susceptibles del mismo análisis. En el Monte dos Tafornelos, para redondear la articulación del paisaje que diseñaron las sociedades neolíticas, se localiza la medoña de Tafornelos como ancestral marcador del nacimiento del río. Tafornelos en este caso, más que al monte, podría referirse a los montículos de las mámoas.

Beannachtaí na Féile Pádraig oraibh!

Cruz alta (tipo Cristo da Faladora) en Carrowmore. (C) Dolores González de la Peña, 2017.

sábado, 16 de marzo de 2019

Fonte e hospital de mulleres de Santa Margarida do Val de Trasancos

Juan José Burgoa ten un artigo publicado na revista Cátedra sobor da capela de Santa Margarida do Val (Narón): "A Capela de Santa Margarida do Val. Un conxunto de interese etnográfico e artístico en Narón" (Cátedra, nº 14, 2017).

Ao seu rigoroso estudo engadimos un texto que dá conta da data concreta na que se celebraba a festa da patroa, da existencia dun antigo hospital ou hospedaría para mulleres, e das virtudes miragreiras da fonte: 

"El Val: media legua de Mandiá tirando a Levante:::cuarto, de la de Sn. Mateo hacia el norte está situada la aldea de Sta. María Maior del Val, con su an:::Sn. Juan de Baltar, y una ermita de Sta. Margarita en donde el día 20 de julio concurre mucha gente:::dos los días de fiesta del verano. En esta aldea y:::de la dicha ermita hay una casa o hospital para po[bres]mugeres, que teniendo devoción con las aguas de la fuente de la santa, van allí a lavarse, y muchas de ellas sanan de sus llagas, ya sea virtud de aquel agua, casualidad, o milagro" (Diccionario Geográfico de Tomás López, provincias de A Coruña e Lugo, século XVIII, f. 479 e ss.: descrición do Arciprestazgo ou Vicaría de Trasancos, polo párroco de Sedes).

Fonte de Santa Margarida. (C) Dolores González de la Peña, 2019.

O hospital do que fala Burgoa no seu traballo, non era polo tanto un hospital de romeiros e pobres itinerantes: "[...] a presenza de diversas confrarías e a pertenza ao histórico camiño de peregrinación a San Andrés de Teixido cun albergue e hospital para romeiros e pobres itinerantes, asentados en dúas casas do propio lugar de Santa Margarida [...]". O seu uso estaba reservado a pobres mulleres enfermas; vese ademáis na concordancia da frase "y muchas dellas sanan de sus llagas".

Nós pensamos que o hospital de mulleres podería ter ocupado o corpo máis pequeno trala igrexa e adosado a ela.

(C) Dolores González de la Peña, 2019.

miércoles, 13 de marzo de 2019

Niñoaiga

Mapa de Cabeza da Meda y el río Niñoaiga. (C) BNE, Diccionario Geográfico de Tomás López. Ourense y Pontevedra, f. 201.

El río de Niñodaguia nace en la Cabeza de Meda (Ourense) para luego transformarse en el Maceda. En el Diccionario Geográfico de Tomás López (provincias de Ourense y Pontevedra) se apunta la forma Ninoaiga, que sugiere la existencia de una variante no normalizada aiga, frente al más común auga < latín aquam, similar a la del antiguo francés aigue. La expresión *nidus aquae o *nidus aquarum podría señalar el nacimiento (nido) del curso fluvial, ateniéndonos a la acepción (9) "Berce, berço", cuna, origen, que recoge el Diccionário Estraviz.

En este caso, la confusión con el ave (aguia) vendría precedida por el parecido fonético entre aiga - aguia, así como por la acepción más común de niño como "cestillo donde incuban y crían las aves". Los documentos medievales de 1157 en que aparece como "Nio de Aquila" serían, desde esta perspectiva, testimonios tempranos de la confusión por homonimia.

Bieito Romero me confirma que todavía "os dalí decimos Nodaiga, Niñodaiga". Por otra parte, Paulo Martínez Lema me informa de que en Tomiño existe un lugar denominado Niño da Agua / O Niño d'Aghua, que podría reforzar la interpretación que estamos proponiendo.

viernes, 8 de marzo de 2019

Piedras de agua

Publicado por mí en Celtiberia.net en marzo de 2006,
con el pseudónimo de Onnega

Según Sobrino en su Corpus petroglyphorum Gallaeciae “quod ad scutrillas [cazoletas] attinet habentur ut receptacula sanguinis victimarum”, y esta idea vuelve a cobrar fuerza en la actualidad: para Monteagudo (1) las cazoletas de Monte do Boi (Baiona, Pontevedra) constituyen una mesa de sacrificios; Pena Graña (2) también define como mesa de ofrendas los grabados de Rego dos Pazos (San Xurxo de Torres, Vilarmaior, A Coruña). Fuera de Galicia, Grande del Brío incluye en su estudio sobre eremitorios altomedievales una "mesa" similar en el lugar de Peñas del Pico o Cuevas de los Moros (Valcuevo, Salamanca): "un abrigo, bajo el cual hay grandes cazoletas, canalillos, rebajes y orificios simétricamente dispuestos, junto a una especie de altar [...]. Digamos que las cazoletas pueden considerarse, en principio, motivos de tradición prehistórica, aunque, posiblemente, con perduraciones hasta la época altomedieval" (3). El rebaje que enmarca el grupo de cazoletas de Valcuevo puede observarse también en la fotografía adjunta de Monsanto.


Monsanto (Portugal): "As Tijolas da Dona". (C) Andregoto Galíndez, 2006.

Respecto a la pervivencia del motivo hasta época altomedieval: es una posibilidad. Otra sería la reutilización de un lugar sagrado como eremitorio, "no es esta la primera vez que lo prehistórico y lo altomedieval coinciden o se yuxtaponen [...], prácticamente todos los asentamientos monásticos se hallan en lugares en los que dejaron testimonio de su paso gentes de otras épocas" (3). 

En la literatura sobre petroglifos son muy conocidos dos documentos medievales del año 950 (Tumbo de Celanova, nº 86 y 88).

1. inuenimus in alia petra burgarios sculbtos

2. reperimus in duas petras natiuas duos sculptos et quadratos burgarios

3. inpronauimus ad petras burgatas unas et alias simile tertiarias, ubi burgarios construxerunt de antiquo tempore.

En la edición de Emilio Sáez y Carlos Sáez hay una coma tras “burgatas” que favorece una lectura “llegamos a las piedras burgadas, unas y otras (todas ellas) parecidas a las inclinadas, donde se construyeron burgarios en la antigüedad” (a). En mi opinión la lectura debe ser “llegamos a las piedras, unas burgadas, y otras parecidas a las inclinadas, donde se construyeron burgarios en la antigüedad” (b), lo que reflejaría mejor los dos tipos de piedras que se encuentran nuestros exploradores. Para la lectura (a) sobra “unas et alias”, hubiese bastado con “inpronauimus ad petras burgatas simile tertiarias, ubi burgarios construxerunt de antiquo tempore”. De estos tres textos se deduce que los burgarios o bien se esculpen en la piedra, o bien se construyen con piedras:

-Burgarios esculpidos: por defecto no son cuadrados, ya que cuando lo son esta cualidad se especifica. Lo que implica la existencia de otra forma más común, sin duda la redonda.

-Burgarios construidos: “construxerunt” es término exclusivamente arquitectónico. Así, la descripción de varios burgarios levantados con piedras inclinadas (tertiarias) tiene necesariamente que tener un reflejo real en algún tipo de construcción.

Identificación de esta tipología con referentes arqueológicos conocidos


Como punto de partida tendremos en cuenta que la denominación es la misma para ambos tipos y que, por lo tanto, la función tenía que ser la misma. En Ourense todavía se les llama burgas a dos manantiales termales de la ciudad. Por otro lado el nombre común “burgado” se emplea en varias lenguas romances peninsulares para referirse al caracol, caracterizado por su concha en forma de espiral. La mayor parte de los autores (4) coinciden en que los burgarios esculpidos en las piedras son pilas de agua de forma cuadrada (lacos) o hemiesférica (cazoletas), dejando fuera del análisis una posible relación entre el nombre (burgario), los diseños de espirales y círculos concéntricos (caracoles o burgados), y el agua (surgencias termales o burgas). Con base en los siguientes criterios prefiero establecer la identidad burgarios = petroglifos con diseños de espirales y círculos concéntricos, con variante de cuadrangulares concéntricos (diseños tipo alquerque):

-Primero por su denominación, que etimológicamente entiendo que se refiere a la forma burgada del caracol (espiral), donde lo que prima es un diseño de elementos concéntricos.

-Segundo, su función y de nuevo con apoyo lingüístico: la denominación puede señalar que se trata de representaciones de una burga o manantial. Rozas (5) señala algunos argumentos: “la toponimia que hace referencia al agua en un grupo considerable de petroglifos, la localización de muchos petroglifos en los márgenes de zonas de pasto que se encharcan cuando hay lluvias, la forma de las combinaciones circulares que reproduce las ondas del agua”. Y para el petroglifo de Pozo Ventura (Poio, Pontevedra) Sartal Lorenzo (6) sugiere que “un posible significado para los motivos del Pozo Ventura quizás esté relacionado con el agua, y con su posible existencia en tiempos prehistóricos que hoy la toponimia remarca (Pozo Ventura es el topónimo del lugar que hace referencia a un pozo que hoy está abandonado; además está cerca de un riachuelo). De esta manera una probable explicación para la existencia del petroglifo en ese lugar vendría dada por la necesidad de delimitar el recurso acuífero (Bradley, Criado y Fábregas, 1993-1994)”.

-Tercero porque hubo un primitivo diseño de cazoletas (recipiente para líquidos) dispuestas en círculo con una ocupando el centro, que fue el que originó el motivo posterior de círculos lineales concéntricos (7).

En resumen: las llamadas mesas de sacrificio, cuajadas de petroglifos con diseños fundamentalmente de círculos concéntricos serían, como se ha dicho en numerosas ocasiones, representaciones de los movimientos del agua. Esta forma de reflejarla pudo deberse a la observación de surgencias o manantiales termales (burgas), de ahí el nombre burgarios o “petras burgatas” (Celanova, 88).


Surgencia termal o burga. Paralelo formal: detalle de anillos concéntricos y coviña central en una surgencia junto al campamento romano de Aquis Querquennis. Embalse de As Conchas (Ourense). (C) Andregoto Galíndez, 2006. 

Los burgarios construidos con piedras inclinadas encajan en las llamadas saunas castreñas, que en un principio se interpretaron como crematorios, y hoy, desechada esa función por el papel principalísimo que desempeñan en ellas las canalizaciones y los depósitos de agua, se piensa que eran parte de algún ritual de purificación o iniciación por medio del agua.

(1) “La religiosidad callaica”, Anuario Brigantino, 19, 1996.

(2) Esta estación fue descrita por el Grupo Arqueolóxico da Terra de Trasancos: “Gravados rupestres en San Xurxo de Torres”, Anuario Brigantino, 22, 1999. Fotografía y comentarios de Pena Graña en http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=2605

(3) Ramón Grande del Brío: Eremitorios altomedievales en las provincias de Salamanca y Zamora, Librería Cervantes, Salamanca, 1997.

(4) Por ejemplo, André Pena Graña incide en la idea del burgario como pila o receptáculo. Dice: “Las oquedades de las palas se llaman en Galicia burgarios cuando son obra de la providencia o de la naturaleza, y burgarios cuadratos (el burgario cuadrato es el lacus latino), cuando devienen de la acción de la piqueta del cantero”, “Entronización real celtoatlántica en la Trebopala, Crougintoudadigo o Toudopalandaigae”, 2005, Celtiberia.net [el enlace ya no está activo].

(5) Roberto Rozas: “El significado de los petroglifos”, en Reflexiones sobre el arte rupestre prehistórico de Galicia, coord. FJ Costas Goberna y JM Hidalgo Cuñarro, Asociación Arqueolóxica Viguesa, Vigo, 1998.

(6) Miguel Anxo Sartal Lorenzo: “Petroglifos Pozo Ventura e Outeiro da Choqueira. Poio, Pontevedra”, 1999.

(7) Onnega: “Coviñas, cazoletas o cúpulas. Modelos de dispersión no dishomogénea”, 2005, Celtiberia.net, junto con el comentario a ese mismo artículo el 16/03/2005 11:56:11.


miércoles, 6 de marzo de 2019

Briallo (Castro de Ares - Oza): un derivado del celta briga

A mis profesores,
y especialmente
a Edelmiro Bascuas,
Juan José Moralejo y
Álvaro Porto Dapena


Procedentes de la raíz céltica briga, "castro, fortaleza construida en una elevación del terreno", existen en el Piamonte algunos topónimos como Briallo y Briaglia. Dante Olivieri en su Dizionario di toponomastica lombarda (entradas Briale y Brianza) considera que para el Briallo de Castelli Cusiani (Novara) "si può sospettare una forma aggetival brigalis, da BRIGA", y señala que los Briaglia y Briallo del Piamonte están "tutti in regione montuosa". Como se ve, el autor se centra más en el aspecto oronímico de la elevación del terreno, dejando a un lado la principal acepción de "castro, fortificación" que tuvo el sustantivo briga en la región céltica de la Península Ibérica, de donde probablemente fue originario el término.

A pesar de los múltiples ejemplos de topónimos antiguos formados a partir de la base briga, documentados en la Península Ibérica gracias a los textos clásicos y a la epigrafía (Brigantia, Conimbriga, Eberobriga, Mirobriga, Nertobriga, Lacobriga, etc.), en general resulta difícil identificarlos con los topónimos actuales, de lo que se deduce que, o bien no se han conservado, o nos han llegado muy deturpados y son prácticamente irreconocibles (sería el caso de la propuesta que identifica por ejemplo el topónimo Cabeza de Griego como procedente del étimo briga). En la Gallaecia, a parte de Bragança, Bergantiños, Brión y los topónimos en -obre (Barallobre, Sillobre, etc.) no hay seguridad en muchos más; Breamo, por ejemplo, aparece documentado como Bredamo en la Edad Media, lo que dificulta su adscripción como derivado del celta briga.

Por ello consideramos importante incluir en la serie el microtopónimo Briallo. Existen varios Briallo rodeando el castro de Castro de Ares (Trasanquelos, Oza - Cesuras). La dispersión en torno a la fortaleza castreña original situada en la Revolta da Medoña, y una revisión del topónimo Ares (que habíamos tratado en la entrada Porta de Aires) nos permitirán definir exactamente lo que eran los briallos de un castro durante el Hierro Final - Romanización Inicial.

Los briallos (tal vez del *brigalis que propone Olivieri, o forma similar) no son otra cosa que los límites territoriales casi naturales de una briga. En este ejemplo el castro se situaba originalmente en el alto de la Revolta de Medoña; tras su abandono y traslado de la población al nuevo núcleo de Castro de Ares, se conservó en el nuevo nombre el significado asociado al asentamiento primitivo, que estaba protegido por una defensa de fosos y terraplenes (latín aggeres > Ares). Esta pervivencia muestra la aculturación de un pueblo incipientemente romanizado, que todavía mantenía sus esquemas de pensamiento bajo el disfraz de otra lengua.

Isidoro Millán González-Pardo trató el étimo del Briallo de Ponteceso presentando dos bases léxicas diferentes, lo que no parece necesario: "*briga(c)ulum "pequeño lugar fuerte; fortín", que deriva de la raíz indoeuropea gweri-, acerca de la cual precaví en otro trabajo mío para que se la deslindase cuidadosamente de la raíz bhrigh- "altura" (Toponimia de Ponteceso y de su municipio", Cuadernos de Estudios Gallegos, 1994).

Castro de Ares (Trasanquelos) y sus Briallos son un ejemplo excepcional de subestructura arqueotoponímica observable de un asentamiento rural celta en la transición del Hierro Final a la Romanización Inicial.


Gunhild Hoyer en "Davart alchüns toponims romans ed alemannics d'origin celtic", en Annalas da la Societad Retorumantscha, Vol. 130, 2017, presenta un estudio en el que relaciona etimológicamente los sustantivos célticos briga, "fortaleza, elevación" y brogilos, "bosque, límite, frontera", reagrupándolos en un base céltica común, a pesar de que "ils dicziunaris etimologics fan in general üna distincziun clera tanter duos basas gallicas brig e brog(i); minchün da quels pleds po esser accumpagnà da seis derivà brigilos o brogilos. Alfred Holder attribuischa a la famiglia brig la significaziun da "collina", "otezza", "muntogna" (op. cit., p. 533) ed a la famiglia brog, brogi la significaziun da "territori" [plü precis: "district", "cuntrada, regiun", "pajais" (op. cit., p. 619)]; al derivà brogilos attribuischa el il sen da "god circundà d'üna saiv" [...]".

Los topónimos Briallo gallegos refuerzan la hipótesis de Hoyer: al servir como límites de una briga las fronteras naturales, entre las cuales están los bosques que podrían rodearla, parece posible sostener que los bordes del asentamiento recibiesen un nombre derivado del mismo, por una relación de contigüidad (metonimia).


Sobre el Briallo que limita Castro de Ares por el norte está el lugar de Brueiro, que, frente a lo que plantea Cabeza Quiles (relacionado con el verbo bruar: "tal vez se refira ao vento ou a algún regato brueiro" - Toponimia de Galicia, pg. 122), sospechamos procedente de *brugario, derivado de una variante del celta briga (bruga - briga, con una especie de umlaut). En el lugar de Brueiro, un campo de mámoas con el interesante Pedra Espetada, en alusión a un menhir, chanto, o estela funeraria probablemente desaparecida.


martes, 5 de marzo de 2019

Esquío

En provenzal esquiu significaba "salvaje, bruto, sañudo, rabioso", de esta lengua pasó al galaico-portugués de las cantigas de amor como esquío / esquivo / esquíu. Con este apelativo la mujer o la pareja de amantes solían designar al marido de ella en el triángulo amoroso:

Senhor do meu coraçon, cativo
sodes en eu viver con que vivo;
mays non ous'oj'eu convosc'a falar,
ca ey mui gram medo do esquivo
Esquiv'aja Deus quem me lhi foy dar.
(Don Dinís)

La etimología de esta palabra será con certeza, y a pesar de las propuestas germánicas (Meyer-Lübke propuso el fráncico *skiuhan, "temer" [1]), el latín scaevum, "zurdo, siniestro, cruel, perverso, torcido, de mal carácter", bien desde el provenzal, o directamente desde el latín.

La familia del trovador Fernando Esquío, oriunda de Neda (ría de Ferrol), llevaría este sobrenombre no por las ardillas (esquíos) que adornan el campo de su escudo, sino por haber sido alguno de sus antepasados zurdo (2), o bien extremadamente cruel; cualidad esta última que con demasiada frecuencia aparece asociada a los señores feudales medievales. La propuesta, relacionada con el mundo feudal y guerrero, tiene más lógica que pensar que haya sido una ardilla el animal totémico de la familia, como lo fue el jabalí para los Andrade. La aparición de las ardillas en su escudo de armas se debería a la homonimia de este esquío < scaevum, "zurdo", con el esquío < sciurus, "ardilla". Una especie de lenguaje jeroglífico mediante un juego de palabras, típico de la heráldica.

Tumba de Diego Esquío en San Nicolás de Neda. Al fondo, el escudo de armas con dos ardillas trepando a un árbol. El difunto lleva corta espada a la derecha, como los zurdos; claro que del otro lado no se vería...
(C) Andregoto Galíndez, 2018.

(2)  Los mejores gladiadores de Roma eran zurdos, "si el individuo era zurdo (“scaeva”) se le estimaba mucho más debido a que la mayoría de competidores eran diestros y […] estos se sentían desconcertados durante el enfrentamiento" (Alfonso Mañas, Gladiadores. El gran espectáculo de Roma). "Tal era su reconocimiento y su fama, que en los carteles de la época solía especificarse si el luchador era zurdo. Y otro tanto ocurría con los protagonistas de este espectáculo, quienes presumían de su condición e, incluso, hacían grabar esa característica en su epitafio. El mismo emperador Lucio Aurelio Cómodo Antonino (famoso por combatir en los anfiteatros como un gladiador más) solía insistir en su condición de «scaeva» y adoraba que esta se señalara en las inscripciones de las estatuas que se erigían en su honor" (Manuel P. Villatoro, "Scaeva: el secreto de los gladiadores más letales de Roma para aniquilar a sus enemigos", ABC Historia, 22/03/19).

Os Peares

Os Peares no es un topónimo que presente mucha dificultad etimológica. Como señala Cabeza Quiles en su Toponimia de Galicia, proviene del latín pila, "columna", y habría designado probablemente los pilares del puente que cruzaba el Miño en el punto en que confluían en él el río Bubal y el Sil. Sí presenta, quizá, dificultad en reducir su exacto significado, que aparece difuso entre el marco territorial y el pilar o columna que sostiene la obra de ingeniería hidráulica.


Limites del la Dignidad de Bubal. Plano de 1778 dibujado probablemente por el capellán de Cudeiro, Francisco García. (C) BNE, Diccionario Geográfico de Tomás López. Provincia de Pontevedra, f. 161.

Los límites de la Dignidad de Bubal comenzaban en el marco de Lamas de Aguada (1ª flecha azul a la izquierda) y continuaban hasta A Pontepedriña (Santa Baia de Bubal). A continuación "se cuenta desde esta puente a los Peares 2 leguas, y es el río Bubal". En el mapa se dibujan los dos pilares de Os Peares de forma muy parecida a la del marco de As Lamas; sin embargo, bajo el dibujo de Os Peares leemos "los peares de Puente de Aguas Mestas". Lo más seguro es que estos pilares sean efectivamente las zapatas de un antiguo puente romano. Debajo de ellos, el dibujo de una pequeña embarcación con dos remos ("Barca de la Silva") señala otra forma de cruzar el río.