miércoles, 27 de febrero de 2019

Oésero / Ézaro (actual Xallas)



"El río Oésero, antiguamente llamado Sa, que se despeña en el océano Atlántico por el promontorio del Pindo". Leyenda del mapa de Jacobo de Noia, 1799, para el Diccionario Geográfico de Tomás López. Provincia de A Coruña, f. 184. (C) Biblioteca Nacional de España.

Por lo que parece esta forma de llamarle al río, Oésero, con lo que hoy consideramos artículo al separarlo en O Ézaro, podría indicar una forma original *Oeser- < *Uiser-, como en el río Ouisorgou (Dion Casio) / Visurgis (Mela) / Uisera (año 720) / Ysara (año 772) / Wisara (año 775), que es el actual Weser en Alemania. Un típico hidrónimo paleoeuropeo, raíz hidronímica *W(E)IS- , "correr, fluir". No es obstáculo que el ilustre profesor J.J. Moralejo localizase la forma medieval Ésar ("Hidronimia prerromana de Gallaecia", en Onomástica galega II, 2009, Kremer ed.). En el caso del río alemán el formante átono del diptongo puede desaparecer en la pronunciación (Ysara), alternando con variantes coetáneas que lo conservan (Wisara).

No consideramos relevante la afirmación de que Sa haya sido el nombre más antiguo; más bien muestra la enorme diversidad de nombres que un mismo río podía recibir a lo largo de su curso. En este caso, localizamos también un texto de 1774 que indica para el mismo Ézaro otro nombre: "el río Arantón nace en la feligresía de Siabia, en una laguna llamada Braña Rubia, y va a caer en la mar en la famosa montaña del Pindo" (Antonio Sánchez Pulleiro, 1774 - Diccionario Geográfico de Tomás López, provincia de A Coruña, pg. 200 del visor del manuscrito digitalizado por la BNE).

domingo, 24 de febrero de 2019

Un lucus en San Lourenzo de Niveiro

En 1774 Antonio Sánchez Pulleiro, capellán de Niveiro (Val do Dubra), describe para Tomás López su feligresía: "San Vicente de Niveiro, que es el centro [del mapa que acompaña la descripción], está situado en la Jurisdicción y Valle de Dubra; ocupa esta feligresía dos leguas, en ella hay una capilla intitulada de San Lorenzo, contigua a la cual hay un roble con el nombre del santo, el más alto y dispuesto de toda la Galicia" (Diccionario Geográfico de España. La Coruña y Lugo, Tomás López, BNE, fol. 190). 


El culto pagano a los árboles singulares (principalmente al roble) y a los bosques consagrados o lucos fue erradicado por el cristianismo, o bien, si no era posible su eliminación por estar fuertemente enraizado en el sistema de creencias populares, cristianizado mediante un proceso de asimilación de la dendrolatría por la nueva religión. El testimonio del capellán de Niveiro es una evidencia de este último proceder. La transformación se ejecuta de una forma tan natural que ya en el siglo XVIII el capellán no encuentra indicio alguno de paganismo en la evidente pervivencia del culto al roble, transmutado o identificado ahora con un santo aparentemente cristiano.

El roble de Niveiro, para ser el más alto y mejor dispuesto de toda Galicia, podría tener cerca de 2000 años en la época en que Antonio Sánchez describe la feligresía (1), siendo por lo tanto antiquísimo y un auténtico ejemplar de árbol sagrado pagano, de cuyo culto renegaba el Dumiense en el siglo VI.

Un examen del Visor PBA de la Xunta nos indica que en la Capela de San Lourenzo aparece el microtopónimo Cerdeiras. El fitotopónimo asociado al santo en el roble nos sirve para argumentar que, como nombre de lugar, Cerdeira o Cerdeiras podría ser un derivado del latín quercus, "roble": *Quercaria > Cerceira -> Cerdeira (con disimilación z-z en z-d), por asociación popular con el sustantivo que designa al cerezo. Así lo explica Almeida Fernandes (Toponímia Portuguesa) en la entrada Cerdeira(s): "Tudo indica duas séries fonéticas sem qualquer sinonímia, mas com um desfecho homónimo: "quercaria > *cercaria > *cerqueira > *cerceira > cerzeira > "cerdeira" [...] e ceresaria > *cereseira > *cereceira > *cer(e)zeira > "cerdeira". Siendo notable el documento de 1258 donde aparece mencionada una "Cerdeira Negral", que el autor identifica con un carballo negral.


Castiñeiro sagrado en Santa Cristina de Ribas de Sil. (C) Andregoto Galíndez, 2011.

Ante la imposibilidad de comprobar si todavía existe el roble sagrado de San Lourenzo en Niveiro, 250 años después, me basta el castiñeiro de Santa Cristina de Ribas de Sil para ilustrar la pervivencia de la dendrolatría en Galicia. La cristianización se lleva a cabo arrancando directamente al espíritu de su árbol y transformándolo en santo cristiano: "San Benito Glorioso que te arrancaron do castiñeiro, ten compasión de nós..." (puede leerse en el cartel pequeño).

Paulo Martínez Lema me indica amablemente que Blanca García Fernández-Albalat había tratado la posible conexión (también lingüística) entre el dios celta Lug y San Lourenzo en Las rutas sagradas de Galicia. Perduración de la religión celta de la Galicia antigua en el folklore actual, 1999. En mi opinión, la conexión se establecería, mejor que con el dios Lug, con el lucus o bosque sagrado, a la vista de epigrafía de la Gallaecia Lucense como Lucubo Arquienobo, posible dativo plural de una forma *LUCOM, "bosque sagrado", similar a la latina, pero sobre todo, por el testimonio documental de la existencia de un lucus en San Lourenzo de Niveiro.

Bibliografía complementaria: F. Alonso Romero, "Vestigios de cultos celtas al roble en las romerías gallegas", Anuario Brigantino, 2016.

(1) El de Cartelos (Carballedo) tiene 2000 años (Monumental Trees).

sábado, 23 de febrero de 2019

Malvecín - A Coruña


Como en Cádiz con sus Puertas de Tierra, en A Coruña existió una muralla que cerraba la entrada a la Pescadería (Pescaría) de la ciudad, por donde hoy corre la calle de Juana de Vega hasta la Praza de Mina. En el extremo de la muralla que daba a la bahía de A Mariña, aproximadamente donde están los jardines de la Rosaleda, o por la Comandancia de Marina, se situaba el castelo de Malvecín, una fortificación que formaba parte del conjunto defensivo de la muralla.

Ayer asistí a una interesantísima conferencia en la sede de la Asociación Cultural Alexandre Bóveda impartida por el técnico de normalización lingüística del concello de A Coruña, Iván Méndez López, que se centró en la irrefrenable pérdida de la microtoponimia de la ciudad, un bien cultural que nos sirve para conocer el pasado, la historia de un territorio, su topografía (invisibles ríos canalizados), las costumbres y modos de subsistencia de sus gentes, y nos permite atisbar en algún caso una visión diacrónica de la evolución urbana de un asentamiento.

Uno de los topónimos más curiosos que se trató fue precisamente Malvecín: al final de la charla, un asistente comentó que podría aludir, tal y como parece, a un vecino concreto (un político o gobernador, no recuerdo bien el argumento) poco fiable o traicionero, innoble, desleal... Los topónimos rara vez son tan transparentes. Por mi parte, sugerí que, como en otros muchos casos, la toponimia compuesta por Mal- es en realidad una variante de Val-, forma apocopada procedente del latín vallem (Maltravieso en Cáceres fue primero un Valtravieso < vallem transversum). Hubo quien apoyó la moción, añadiendo que la confusión de bilabiales v (pronunciada como b) y m es un fenómeno probado.

Pero lo cierto es que si tenemos en cuenta el segundo formante del topónimo, -vecín, proveniente del latín vicinum, derivado del latín vicus, "aldea, asentamiento pre-urbano", junto con la evidencia de la muralla que cerraba el vicus de la Pescaría en el siglo XV, resulta más conveniente pensar en una forma apocopada del latín vallum, "valado, empalizada", que en un vallem. Vallum vicinum, "empalizada o valado del vicus" > Valvecín > Malvecín. En este supuesto se trataría de un valado de madera previo a la muralla del siglo XV. Un topónimo de origen romano, evidentemente por la acepción fosilizada de vicinum en relación con el vicus o asentamiento pre-urbano, no con el concepto actual de vecino, "residente".

Según el romano Vegetio (siglo IV) la forma de hacer un muro doble defensivo relleno de tierra era la siguiente: "Intervallo vicenum pedum interposito, duo intrinsecus parietes fabricantur. Deinde terra, quae de fossis fuerit egesta, inter illos mittitur" (De re militari). Otras lecturas ofrecen la variante "inter vallum vicinum", que permite quizá pensar en el derivado de vicus que venimos comentando.

Un pequeño ejemplo de cómo la conservación y estudio de la toponimia nos permite asomarnos a la historia directamente, para intuir la existencia de un vicus romano en el barrio de la Pescaría de la ciudad.

Esta hipótesis no impediría sustentar para otros topónimos la etimología vallem vicinum, tal y como parece apuntar el nombre del arroyo Valmecín de Casasola de Rueda (León). Hidrónimo en el que la disimilación de bilabiales se produce a la inversa que en el topónimo coruñés: Malvecín - Valmecín.


domingo, 17 de febrero de 2019

Reinante / Nantes de Reis

Fernando Cabeza Quiles trata en el capítulo "Nantón" de su obra A toponimia celta de Galicia (Toxosoutos, 2014, pg. 373-385) prácticamente toda la hidronimia celta derivada de esta raíz cuyo significado conocemos porque se traduce al latín en el glosario de Endlicher: nanto = valle.

Entre los topónimos que estudia aparece un interesante Nantes de Reis (Meaño - Pontevedra) en cuyo segmento final, Reis, se encuentra el hidrónimo posiblemente paleoeuropeo *REVE, "río", > Rei, que se distribuye por toda la geografía gallega como vimos en otras ocasiones (Rei Chiquito, Florderrei, Presa do Rei, etc.).

Nantes de Reis sería el equivalente del más moderno O Val do Rei (A Gudiña, Celanova, etc.) o Valderrey (León), y nos da la clave para encajar en la misma serie al topónimo Reinante (Barreiros - Lugo), en el que aparecerían invertidos los mismos formantes de Nantes de Reis. La pareja de topónimos reflejaría una forma opuesta y particular de observar el paisaje según se considere el referente como tematizado: río del valle, valle del río - Val do Rei / Rei do Val.

sábado, 16 de febrero de 2019

Portugal: o berce do megalitismo atlántico?

Llevamos una racha de estudios aparentemente científicos por su metodología y explotación estadística (análisis de ADN, dataciones de muestras por el método del carbono 14, etc.) que extraen conclusiones apresuradas o tendenciosas y que para el lector general son válidas e incuestionables, ya que están basadas en números. ¿La ciencia no miente...?

Ahora le toca el turno a los megalitos de la fachada atlántica europea en el artículo de B. Schulz Paulsson, "Radiocarbon dates and Bayesian modeling support maritime diffusión model for megaliths in Europe", PNAS, 11 de febrero de 2019. La autora evalúa 2400 dataciones por radiocarbono de muestras recogidas en diversos megalitos europeos y utiliza la inferencia bayesiana para probar su hipótesis de que el foco difusor del megalitismo fue la Bretaña francesa por la vía marítima. Y ello a pesar de que las fechas más antiguas de datación por radiocarbono que maneja, disponibles en formato Excel en el mismo artículo, son las de los megalitos portugueses, que presentan también el promedio  de dataciones más antiguo.

Orca dos Juncais passage grave. (C) Anxo Martínez, 2010.

Me he tomado la libertad de descargar el Excel y someterlo a un control elemental de estadística básica para ver a continuación cómo se soslayan las evidencias portuguesas para demostrar una hipótesis (la del foco bretón) que se contradice con las fechas de las muestras.


Fechas de radicarbono ordenadas por antigüedad (eleboración propia a partir de los datos de Schulz Paulsson). La más antigua es la del dolmen de Orca dos Juncais, con una edad de 8750; la del túmulo bretón de Saint Michel ha de descartase, ya que no es un megalito, sino un túmulo de tierra, como tampoco es un megalito la cueva corsa que aparece a continuación.


También el país con el promedio más antiguo de dataciones por radiocarbono (y esto ya es un valor relevante en Estadística) vuelve a ser Portugal. Diagrama de barras a partir de los datos de Schulz Paulsson.

¿Cómo consigue la autora, entonces, que se considere a Bretaña el foco del megalitismo? Pues porque "France is, so far, the only megalithic region in Europe which exhibits a premegalithic monumental sequence and transitional structures to the megaliths, suggesting northern France as the region of origin for the megalithic phenomenon". Es decir, considera que las estructuras previas de tierra o montículos como el de Saint Michel y los pit burials son técnicas que anuncian el megalitismo, lo cual es mucho suponer.

El origen del megalitismo según las hipótesis de Tilley, "The powers of rocks: Topography and monument construction on Bodmin Moor" (World Archaelogy, 1996, nº 2) y Bradley, "Ruined Buildings, Ruined Stones: Enclosures, Tombs and Natural Places in the Neolithic of South-West England" (World Archaeology, 1998, Vol. 30, nº1) se retrotraería a una monumentalización del paisaje rocoso ya desde la prehistoria. Estos autores destacaban, respectivamente, una predilección por la ubicación de los megalitos en la proximidad de crestones y afloramientos rocosos (Tilley) y un modelo constructivo megalítico imitativo de los crestones y afloramientos (Bradley). Estas hipótesis podrían sustentar el origen del fenómeno megalítico en el noroeste de Iberia, por su geomorfología granítica, mejor que en Bretaña.

En todo caso, este reciente estudio parece demostrar la difusión marítima del megalitismo atlántico, desde un punto o foco original todavía por determinar.


Figura S2 del Apéndice al artículo de Schulz Paulsson donde se muestra el posible origen del fenómeno megalítico en  las estructuras de enterramiento previas al megalitismo (tipo Passy, pozos de enterramiento bajo túmulo y con una pared de piedra seca construida bajo él: túmulo de Saint Michel).


Grata a quen me deu a chave para chegaren ata aquí.

viernes, 15 de febrero de 2019

Pértegas y Ameixeiras

El herrero de Riolobos (Veletas Cerri) conserva todavía la cadena que se usaba para comprobar el ancho de la Cañada de Ganados, un instrumento de medida utilizado por los agrimensores romanos. Resulta evidente que la cadena de agrimensor no pudo ser inventada por Edmund Gunter en el siglo XVII, si acaso, perfeccionada por él.

Otro instrumento propio de los agrimensores romanos fue la pertica o decempeda, una vara de diez pies, que ha dejado restos en la toponimia de Galicia: A Pértega (Riotorto), A Pertegaza (Arteixo), As Pertegazas (Cariño), Pertegal (Samos), As Pertegueiras (Vigo), O Pertegueiro (Cerdido).

Para Xulio Concepción el topónimo asturiano La Pértiga (Llangreo) aludiría a las varas con que se vareaban las castañas y las nueces. Por mi parte, veo poco probable que una simple vara, sin forma abundancial (como sí podría ser el Pertegal de Samos), genere un topónimo. En mi opinión estos nombres de lugar han de ponerse en relación con la colonización romana del territorio, en el sentido que ofrece Frontino: "Solum autem quodcunque coloniæ est assignatum, id universum Pertica appellatur" = el suelo delimitado de cualquier colonia se denomina Pértiga.

Según Max Weber (Historia agraria romana, 2004) "cuando la Pértiga [o territorio asignado] de una colonia solamente incluía una parte del municipio en que había sido deducida, se verificaba el hecho de que existían dos centros, uno junto al otro, en forma de doble ciudad, una vieja y una nueva. Nos es imposible determinar cuál era la forma de gobierno de esas ciudades dobles y qué relaciones jurídicas existirían entre ellas; especialmente en referencia a las limitaciones de sus atribuciones públicas; pero es cierto que efectivamente tenían una forma de gobierno y relaciones mutuas específicas".

En el caso de A Pértega de Riotorto podemos afirmar con cierta seguridad la existencia de una de estas ciudades dobles: la nueva (A Pértega) en lo que hoy es el núcleo urbano de Riotorto, y la vieja (el Castro da Croa). 


Otro aparente fitotopónimo podría ser Ameixeira, que no siempre aludirá al frutal que da las ciruelas o ameixas. Gonzalo Navaza reconoce que las formas derivadas de damascena, "ameixa", pudieron confluir con las derivadas de mansio (Fitotoponimia galega, punto 15, pgs. 50-53). Como esa confluencia se produce en cualquier sentido, en algún caso los Ameixeira de nuestra toponimia podrán esconder una forma proveniente del latín "illa mansionaria", que en evolución recta resulta A Meixoeira, o Ameixoeira si se lexicaliza la forma con el artículo aglutinado. En gallego-portugués ameijoeira es un redil o aprisco para el ganado. Fácilmente pueden confundirse ambas palabras y aparecer una en lugar de la otra.


Junto al castro de Ameixeira, cerca de Ordes, se ubica el lugar de Ameixeiras o Ameixeira, núcleo habitacional cuyo origen pudo haberse desarrollado a partir del uso como aprisco para el ganado castreño, cabañas de pastores, etc.

sábado, 9 de febrero de 2019

Galicia: o berce atlántico

En el artículo "Patterns of genetic differentiation and the footprints of historical migrations in the Iberian Peninsula", de Clare Bycroft, Ceres Fernández-Rozadilla, Clara Ruiz-Ponte, Inés Quintela, Ángel Carracedo, Peter Donnelly y Simon Myers, Nature Communications, 551 (2019), se presenta como hipótesis la posibilidad de que el mapa genético peninsular que resulta del estudio de 1413 individuos españoles se deba al impacto del movimiento poblacional hacia el sur desde los reinos del norte, asociado a la Conquista musulmana de la Península y la subsiguiente Reconquista del territorio; un evento de avance y aporte genético norteño que los autores sitúan entre los años 860 y 1120.

Esta hipótesis se sustenta en que aparentemente la estructura genética peninsular se solapa con la del mapa lingüístico de Iberia: con la extensión hacia el sur de los cinco troncos lingüísticos de los romances  peninsulares, motivada por avances de repoblación en el territorio reconquistado. Aquí apuntamos la ausencia notoria de fuentes especializadas en la disciplina lingüística, que se reducen a una única cita, la imagen de un mapa de las lenguas romances peninsulares cedido por Kurt Baldinger. Resulta evidente que en este estudio no se ha considerado relevante testar, aunque sólo fuese para su descarte, otras posibilidades, como por ejemplo: que la estructura genética peninsular esté relacionada significativamente con la de las paleolenguas peninsulares (grosso modo, con la conocida división diagonal de la Península entre celtas e íberos), o con el superestrato lingüístico de los invasores germánicos (suevos, vándalos, alanos), etc. En un estudio transversal genética-lingüística, esta ausencia invalida por completo la metodología aplicada en este punto, incluso aunque la explicación que proponen pueda ser correcta.

Vayamos entrando en el miolo de la cuestión. De ser cierta la hipótesis planteada por los autores (la estructura genética de Iberia se solapa y coincide exactamente con la distribución de las cinco lenguas romances peninsulares, cuyo avance histórico hacia el sur está intrínsecamente relacionado con el proceso de la Reconquista) esperaríamos una incidencia mayor de ancestros norteafricanos en el sur de la Península, sujeto al dominio musulmán durante un prolongado periodo, y ninguna o bajísima en el noroeste, concretamente en Galicia, que nunca formó parte del reino musulmán peninsular. Y sin embargo, los datos planos muestran todo lo contrario: "Sorprendentemente, poseer ancestros norteafricanos no refleja proximidad a África del Norte, o ser regiones bajo un intenso control musulmán. Las cantidades más elevadas de ancestros norteafricanos en Iberia están en el oeste (11%) incluyendo a Galicia, a pesar del hecho de que la región de Galicia, tal y como se define hoy en día (al norte del río Miño), nunca estuvo bajo dominio musulmán y los asentamientos bereberes al norte del Duero se abandonaron en el 741".

Contra toda lógica, estas evidencias no impiden que los autores se desmarquen de su análisis y continúan justificando la presencia de ancestros norteafricanos en Galicia dentro de la hipótesis de la Reconquista, como resultado del asentamiento de moriscos expulsados de los territorios reconquistados. Pero en esta ocasión, paradójicamente, sin correlación lingüística ligada al supuesto flujo migratorio inverso sur-norte: en Galicia no se observa una mayor proporción de arabismos en su lengua, esperable si se hubiese producido un éxodo masivo de poblaciones mozárabes (aunque la lengua mozárabe fue un romance muy similar al gallego, su léxico muestra elevado índice de préstamos árabes).

The Out of Galicia Theory - O berce atlántico


Del análisis de los datos simples aportados por este estudio se desprende que el clúster vasco es un donor, tal y como sugieren los autores, por lo que puede eliminarse de la figura del ancestral árbol genético ibérico que ilustra el artículo, ya que "el clúster vasco tiene un perfil marcadamente diferente del resto de los clústeres peninsulares, primero tiene una proporción muchísimo menor, o incluso ninguna, de las aportaciones genéticas que muestran los restantes clústeres peninsulares (con aportaciones de los grupos donantes "Italia", "Norte de Marruecos" y "Sáhara Oeste"), y muestra una enorme contribución (91%) del grupo donante "Francia" [...]. Específicamente, el clúster vasco comparte más ADN con el grupo francés de lo que predecía su representación, lo que podría reflejar, por ejemplo, que el ADN que los vascos comparten con los franceses de hoy en día es sólo un subconjunto moderno de un ancestro francés" ("Supplementary Information", pg. 22: Supplementary Figure 5).

En mi opinión, estas evidencias son coherentes con la hipótesis de la procedencia norpirenaica-aquitana de los vascos peninsulares, que se habrían establecido en una época relativamente reciente en el territorio que hoy ocupan, por lo que no habrían experimentado las mismas derivas genéticas que el resto de las poblaciones ibéricas.

Eliminar al clúster vasco del árbol genético permite ver mejor la extraordinaria situación de Galicia que se revela en este estudio, en relación con la ancestral estructura genética peninsular. Galicia no se se separa del resto de la población ibérica una sola vez, sino dos, antes de que lo hagan los demás subconjuntos o clústeres genéticos peninsulares. Esta situación se puede percibir también dejando al clúster vasco en el árbol, pero me he permitido quitarlo para mayor claridad, retocando las dos ramas que se escinden al principio mostrando que la población de la zona de Pontevedra se separa genéticamente del resto de la población peninsular, y que dentro de este resto, la población de la Galicia central vuelve a escindirse marcadamente de las poblaciones peninsulares.

Árbol genético modificado en su primera ramificación, a partir de la figura 1A del estudio que comentamos. Con trazo negro grueso se indican las dos separaciones de la población gallega, la primera englobada por la llave en color azul, y la segunda por la llave en color morado.

En Galicia, por lo tanto, existen dos hechos genéticos muy significativos que destacan los autores de este artículo:

1. la mayor presencia de ancestros "Norte de Marruecos" / "Sáhara Oeste" de toda la Península
2. una separación extrema (doble) del árbol genético peninsular

Por si fuera poco, un tercer factor vuelve a marcar nuestra distintividad:

3. la extrema variabilidad genética de la región, que presenta una subestructura genética impresionante a pequeña escala, nunca antes observada para la especie humana: "To our knowledge, these results represent the finest scales over which such structure has yet been observed in humans". Resultados imposibles de casar con una población que se pretende endogámica (conclusiones del artículo), ya que en estos casos, cuanto más pequeña es la muestra poblacional, menor es su variabilidad.

A mi juicio, la mayor presencia de ancestros norteafricanos en Galicia podría ser un remanente genético prehistórico, concretamente del paleolítico, y estaría estrechamente ligado a las otras dos singularidades genéticas que muestra la población en la región: la extraordinaria variabilidad genética de una población es indicio en los estudios paleoantropológicos de su gran antigüedad, así como una marcada diferencia del resto de poblaciones. Son estos dos factores los que señalan a África como cuna de la humanidad:  "el centro de origen de una especie cualquiera se sitúa allí donde la diversidad genética es mayor" (Arsuaga y Martín-Loeches, El sello indeleble, 2013).

Bifaz de Portomaior - As Neves (Pontevedra). (C) A. Martínez, "O pasado nas mans", 2016.

Así pues, me temo que estamos ante fenómenos genéticos que tienen distinta explicación que la que proponen los autores. Los genes africanos de los gallegos, su extraordinaria variabilidad genética a fina escala, su doble separación del resto de Iberia, nos llevan por otros derroteros.

Para ello la datación de las muestras no es un obstáculo, puesto que ésta es inferida, es decir, se supone y se comprueba o se somete a un test, pero no es resultado de ninguna fórmula aplicada a las muestras. Por ejemplo: de los seis principales clústeres genéticos ibéricos el más importante es el clúster "Francia" y "como su contribución está presente y domina sobre todos los ancestros españoles, podría representar un componente ancestral antiguo, mejor que una reciente migración" ("Supplementary Information", pg. 22: Supplementary Figure 5). Como se ve clarísimamente en la cita, un clúster se puede considerar a priori como reciente o como antiguo, según se quiera defender o testar una hipótesis u otra (población ancestral / migraciones recientes).

Según este legítimo proceder científico, parece posible sostener que los ancestros africanos observables en la estructura genética gallega sean un remanente paleolítico (población ancestralísima), tal y como se plantea en la propuesta "Genética da humanidade na Galiza e preconceito" (blog Rebúmbio remoído, peneirado..., 4 de febrero de 2019) sobre la formación de la estructura genética poblacional de la franja costera atlántico-cantábrica en el Paleolítico, como refugio glaciar templado por la corriente del Golfo.

La enorme subestructura genética de la población de Pontevedra observable a una escala tan pequeña se debería, por lo tanto, a su remota antigüedad, y no al aislamiento y consanguinidad (costumbres matrimoniales endogámicas o locales) que alegan los autores del artículo, que en todo caso, de ser cierto el argumento, impedirían precisamente la extraordinaria variación. Aquí traduzco el párrafo en el que desarrollan su argumentación:

"Galicia mantiene su identidad cultural y su lengua como rasgo diferenciador del resto de España, históricamente la gente ha tendido a habitar pequeñas aldeas antes que ciudades. Incluso hoy Galicia continúa siendo predominantemente rural, con un 64% de la población residiendo en zonas rurales, comparado con el 44% fuera de Galicia; el 57% de los gallegos nacidos antes de 1961 todavía continúa viviendo en el mismo municipio donde nació, comparado con el 43% en el resto de España. Los gallegos de este corpus no muestran baja heterocigosis [por la endogamia], pero los estudios sobre sus costumbres matrimoniales en el siglo XX, desde principios a mediados, muestran que allí ha habido una más alta proporción de matrimonios entre tíos y sobrinas, tías y sobrinos, y primos hermanos que en otras partes de España, sugiriendo que en Galicia es más común que en otras partes la costumbre de casarse con parejas de la misma localidad. [...] Nuestro análisis indica que en Galicia existe una subestructura genética significante, especialmente en el suroeste, y que probablemente sea resultado del aislamiento del resto de España, así como de la existencia en Galicia de una organización social local" ("Supplementary Information", pg. 12: Note 4 Investigation into ultra-fine-scale structure in Galicia).

En la cita se evidencia confusión, pues la extremada variación genética de la población de Pontevedra no puede deberse al aislamiento y a la endogamia (o costumbre de practicar matrimonios entre locales), que reducirían la variabilidad; por el contrario, una vinculación milenaria de la población a su territorio puede ser la causa de que se preservase esta riqueza genética ancestral a tan fina escala, como mecanismo preventivo (adaptativo) contra eventuales cruces consanguíneos.

Información complementaria sobre por qué el ADN céltico conduce a África:
"The tracing of the shrew: why Celtic DNA leads back to Africa", The Irish Times, 19 de mayo de 2012.

martes, 5 de febrero de 2019

La filiación lingüística de las falas de Xálima a la luz de la genética de poblaciones


En el estudio de Bycroft et al., "Patterns of genetic differentiation and the footprints of historical migrations in the Iberian Peninsula", publicado en Nature Communications, 551 (2019), se presenta diversa cartografía genética de las poblaciones de la Península Ibérica que se pone en relación directa con la división lingüística peninsular y el avance migratorio histórico hacia el sur de gentes procedentes del norte durante la Reconquista.

Los datos obtenidos tras el procesamiento por software serán, seguramente, exactos, no así, las precipitadas conclusiones, que parecen encajar demasiado bien con los mapas lingüísticos peninsulares. Así, por ejemplo, en el mapa que he seleccionado se percibe la similitud genética entre las poblaciones del área de Huelva y las de Galicia. Pero esta identidad tal vez pueda remontarse a una época anterior, y remitir al parentesco que Estrabón reconoció entre los celtas de la desembocadura del Anas (Guadiana) y los celtas del promontorio Nerio (cabo Finisterre).

Por otra parte, en el noroeste de Extremadura se puede observar una isleta diferente que ocupa la zona de Xálima, y que genéticamente sería semejante a la del área galaico-lusitana. Asimismo, aparece con la misma combinación de colores y figuras la zona que ocupaba la Gallaecia cuando ésta llegaba hasta Palencia, los llamados Campos Gallaeciae

Son, sin duda, datos muy interesantes los que ofrece este estudio pionero sobre genética y lingüística en la Península Ibérica, pero ciertamente tienen más lecturas que la propuesta, y en una diacronía mucho más profunda que la que se le ha querido dar al limitarla sólo a la época de la Reconquista.

domingo, 3 de febrero de 2019

La Santa Compaña y las calabazas de Difuntos

Impresionante testimonio que aclara de una vez por todas la relación entre la procesión de muertos (Santa Compaña) y su representación mediante calaveras confeccionadas con calabazas o melones, sábanas blancas como sudarios, etc. Asimismo, da cuenta de la tradición como propia, por lo que no se trataría de una importación foránea. Fue recogido por Eva Castaño Ermo en Xobre (Pobra do Caramiñal) en 1993, de una informante de 73 años. Puede escucharse la grabación en el Arquivo do Galego Oral, audio 63.

— Antes non había luz eléctrica, alumabámonos con candeas, non? E, así que se vía unha luz dun farol ou do que fose, xa era a Compaña, a Santa Compaña; e había unha luz que se vía moito ás veces aí por baixo da Curota. E todo o mundo: "Ai, a Santa Compaña, ai a luz da Espiñeira!", e, vaia, preguntabamos e andabamos todos asombrados, así coa Santa Compaña, que dicían da Santa Compaña.
E preguntabamos: "E logo esa luz que se ve da Espiñeira que é?" Alí érache un canteiro, que foi picar pedra e morreu alí e agora disque se aparece aí todos os días. E éranche así eses contos que había antes, non sabes?
Andaban así, coa Compaña... Tamén andaba tía Felisa esa da Lomba envolta nunha saba, e andaba asombrando a xente, e todo o mundo dicía que era a Compaña mais unha defunta do outro mundo; era tía Felisa, envolta nunha saba cunha candea. Outros dun melón facían unha cabaza, furábanllle dous furados nos ollos, outro na boca, metíanlle unha candea dentro e era tamén a Santa Compaña.
— E a vostede asustárona algunha vez?
— Ai eu non que eu de noite non andaba que tiña moito medo!

Una aproximación al chamanismo por medio de su etimología

Puede concebirse al chamán como asceta que se somete a restricciones para alcanzar experiencias extáticas por medio del trance. En este sentido, el chamanismo no es una religión en sí mismo, sino una técnica extática utilizada por religiosos. Desde este punto de vista, el término de origen griego chameunia  χαμευνία encaja como étimo posible para la controvertida etimología del sustantivo chamán / chamanismo, al referirse a una de estas prácticas, la humicubatio (dormir directamente sobre el suelo), que junto con el ayuno y las flagelaciones, propiciaban la consecución del trance y la comunicación con el mundo espiritual en la que se ejercitaban ascetas y eremitas.

Varios ejemplos de lechos duros e incómodos utilizados por los ascetas son las esteras tejidas con juncos, acompañadas de almohadas para la zona cervical (embrimium) de piedra, a imitación de la de Jacob, o de durísima madera; lechos férreos, o con incrustaciones de fragmentos de vidrio y clavos... (Theophyle Raynaud, Ascetica).

Posible lecho de un asceta, en forma de tumba, para practicar la humicubatio en la supuesta necrópolis (o mejor eremitorio ascético) de San Vítor de Barxacova. Destacan las almohadas de piedra o embrimios.

Así pues, ligamos el origen del término chamán / chamanismo a la principal técnica que permite conseguir el estado de trance: el sueño sobre el suelo, en griego antiguo χαμευνία. Esta antigua práctica habría sobrevivido en la ascesis cristiana, que pretende, como el chamanismo, una comunicación con el mundo espiritual.