domingo, 1 de abril de 2018

Regreso a Rodinia


Reconstrucción de los paleocontinentes que formaron Rodinia, según Torsvik.
(C) The rootless variscan suture of North-West Iberia (Galicia -Spain). Conference abstracts and field trip guide. Ed. Arenas, Martinez Catalá, Abati y Sánchez Martínez, Madrid, Instituto Geológico y Minero, 2007. Mapa en la pg. 48.

Hace 1.100 millones de años los continentes que acabarían uniéndose para formar Rodinia, un supercontinente que precedió a Pangea, se disponían como en la reconstrucción de Torsvik: al este del dominio continental de Amazonia y África Oeste existía un sistema en arco conformado por las islas de Avalonia y Cadomia.

Las rocas de anfibolita de O Purrido (Ortegal), cuyos circones arrojaron dataciones uranio-torio de hasta 1.658 millones de años antigüedad, son las más antiguas de la Península Ibérica. Según se expone en la bibliografía citada, se fijaron a la costa del paleocontinente Amazonia-África Oeste por la presión ejercida por parte del sistema insular en arco (islas de Avalonia y Cadomia). Tras el ensamblaje de todos los paleocontinentes en el supercontinente de Rodinia, O Purrido continuó ocupando la costa.

Millones de años después, la fragmentación continental de Rodinia en otros paleocontinentes de formas distintas, situó a O Purrido en la costa norte de Gondwana, continuando cara al mar. La historia geológica de Galicia está ligada al mar desde hace millones de años; y aún nos queda mucho para llegar al famoso supercontinente llamado Pangea, que se disgregó en las formaciones continentales actuales, pero voy a abreviar, una vez que situamos las anfibolitas de O Purrido en Rodinia hace 1.000 millones de años.

Las anfibolitas de O Purrido, las rocas más antiguas de la Península Ibérica, son tan antiguas que no pertenecen a nuestro continente (geológicamente). Se caracterizan por ser muy duras, densas, oscuras, compactas y muy pesadas, con algo de metálico. No es un soporte que se pueda trabajar con facilidad, y sin embargo, hace 300.000 años un ser humano que vivía en la zona de Vixía Herbeira recogió una de estas piedras en aquel territorio, resto de la vieja y desaparecida Rodinia. Sobre ella talló un bifaz de unos 25 cm de largo y más de 2 kilos de peso. Y hace nada, otro ser humano encontró la herramienta lítica tallada hace 300.000 años sobre una roca formada hace 1.100 millones de años en un paleocontinente disgregado o desaparecido.


Bifaz de Vixía Herbeira. El único que ha aparecido hasta ahora en la comarca de Ortegal, presenta una rotura en el filo derecho, producida tal vez durante su talla, o posteriormente por meteorización. (C) Dolores González de la Peña.

Hoy la hemos depositado en el Museo de Historia Natural de Ferrol por tratarse de una anfibolita que completa la estupenda sección del museo dedicada a los minerales de Ortegal. Podríamos preguntarnos si se trata del bifaz más antiguo del mundo, evidentemente por la datación del soporte (anfibolita de Ortegal c. 1.658 millones de años), no por el momento en que fue tallado por la mano del hombre (c. 300.000 años a.C. basándonos en nuestros rudimentarios conocimientos de tecnología y tipología lítica).

Momentos previos al depósito de la anfibolita en el Museo de Historia Natural.
(C) Dolores González de la Peña.

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