Hacía hincapié el profesor Porto Dapena, en el artículo que dedicó a este topónimo del concello de Narón (Diario de Ferrol, 10/06/2007), en que en ocasiones es difícil adecuar el significado de un nombre común bien conocido a su uso como topónimo, a su circunstancia toponímica. Así, el significado principal del término faísca, "chispa pequeña que sale del fuego" (Eladio Rodríguez), no parece servir para sustentar su utilización como nombre de lugar; ni tampoco ninguno de los significados derivados (ceniza volátil en que se acaba de convertir la brasa que estalla en chispas, ventisca de fina nieva, caspa...). Se produce además la circunstancia de que Faísca no es un topónimo frecuente, por lo que no podemos deducir la razón de su motivación comparándolo con otros casos.
Apenas he encontrado una Faísca en Caldelas, Guimarães, donde se localiza una necrópolis de fosas del Bronce. Además de un interesantísimo regueiro llamado Paio Faisca, en Regoela ("Algúns datos do couto de Regoela no século XVI", González López). Donde sí se registran más casos es en Hispanoamérica (v. Río Faisqueira, Paraná), sobre todo como microtopónimo o nombre propio de algunas minas auríferas y en relación con la profesión de faisqueiro, "lavador de oro".
Los diccionarios portugueses resultan más esclarecedores, estableciendo el significado original y definiendo la familia léxica de faísca, faisqueiro y faiscar. Según Morais da Silva:
- Faísca: "pequena porção de fogo que sai da pederneira ferida, da brasa que estala, ou do ferro em brasa malhado". Es decir, chispa de fuego que salta del trabajo de líticos o metal.
- Faisqueiro: "o que não lavra mina de metal, mais aproveita lavando o rebotalho da terra, e cascalhos, para aproveitar algumas piscas ou faiscas de oiro"; "o que busca piscas nos córregos e lugares de enxurro". El faisqueiro es como las aureanas del Sil, un lavador de oro en busca de pepitas, esas centellas sólidas del metal que es comparado con el fuego.
- Faiscar nas minas: "ajuntar terra dos córregos e lava-la para colher algum oiro".
Las acepciones mineras, en relación con la extracción de oro de aluvión, de la familia léxica de faísca están vivas en Brasil, y parece posible sostener que aquí también existieron sentidos similares, ya que el hidrónimo de Regoela, Paio Faisca, se explica por la existencia de un piago / paio, "poza de río", en el que faísca indicaría su carácter aurífero.
A Faísca de Narón entraría en la categoría de topónimos originados por la actividad antrópica que se desarrollaba en ellos, in illo tempore A Faísca pudo haber sido un taller al aire libre donde se trabajaron líticos o metales, dejando gran cantidad de cascajo o lascas, escorias; también pudo haber sido un lavadero de oro, una faisqueira.
A Faísca de Narón entraría en la categoría de topónimos originados por la actividad antrópica que se desarrollaba en ellos, in illo tempore A Faísca pudo haber sido un taller al aire libre donde se trabajaron líticos o metales, dejando gran cantidad de cascajo o lascas, escorias; también pudo haber sido un lavadero de oro, una faisqueira.
En astur-leonés las formas falisca y falispa, "chispa, ventisca de fina nieve", conservan la -l- intervocálica que perdió el gallego-portugués faísca; para Diez (An Etimological Dictionary of the Romance Languages) el antiguo germano falawiska, "centella, brasa, chispa", sería un préstamo procedente de las lenguas romances. Como préstamo románico, me atrevería a emparentarlo con el latín flavus, "rojo, áureo, dorado", que también tuvo su aplicación hidronímica en los versos de Ovidio, "Dum Tiberis flavas tuscus habebit aquas", y tal vez en el antiguo topónimo galaico Aquae Flaviae, actual Chaves, una de las principales zonas de minería aurífera romana.
La forma original, falisca, y su variante falispa aún podrían depararnos más sorpresas:
1. La pérdida de la vocal pretónica de f(a)lispa produce un grupo fl- que en gallego-portugués evoluciona a ch- (flama > chama). F(a)lispa podría ser, por lo tanto, el origen de la palabra chispa, que figura en el diccionario de la RAE como voz de origen onomatopéyico. Sus acepciones coinciden totalmente con las de falisca y faísca: "partícula encendida que salta del pedernal herido por el eslabón, centella, partícula de fuego que salta de la lumbre".
2. La misma evolución puede suponerse en el caso de f(a)lisca > chisca, "partícula", y en combinación con el sufijo -eiro, chisqueiro, "encendedor de mecha".
1 comentario:
Con el debido respeto al autor siento decirle que está bastante equivocado sobre el origen del topónimo A Faísca. No tiene nada que ver con el oro, al menos en su aceptación gallega.
En algunas zonas de Galicia se denominaba antiguamente "faísca" a la aguja de pino seca, la cual se usaba como yesca. De hecho no es casualidad que el lugar de A Faisca linde justo con otro lugar llamado aún hoy Piñeiros ("pinares" en castellano).
Por tanto cuando los lugareños iban a recoger aguja de pino a aquel gran pinar decían de ir "á faisca", y con el tiempo el lugar se quedó con dicho topónimo.
Más información:
https://gl.m.wikipedia.org/wiki/Nomes_da_folla_do_piñeiro_en_Galicia
Saludos.
Publicar un comentario