- En la Égloga sobre el molino de Vascalón (s. XV-XVI) el personaje de Íñigo Sitio es interpelado como Mingo.
- Otra obra del s. XV, Las coplas de Mingo Revulgo, se atribuye a fray Íñigo de Mendoza por la relación que hay entre las coplas y algunos pasajes de La Vita Christi de Mendoza. Por otra parte Íñigo de Medoza es mencionado por Valenzuela como fray Mingo: "fray Ambrosio y fray Mingo, y otros célebres predicadores de otro tiempo".
- En el Cronicón Burguense y en el de Cardeña se dan en el mismo orden estos tres acontecimientos: la muerte del rey García por su hermano en Atapuerca, la muerte de Santo Domingo de Silos y la muerte del rey Fernando, o los años que duró su reinado, pero el de Cardeña sustituye a Santo Domingo por Sant Yenego, de forma que serían equivalentes o intercambiables.
literarias, aparecen ya unidos a mediados del siglo XVI. Creo que no es descabellado pensar en un lapsus calami por parte de Valenzuela, correlato de una trasposición mental entre el nombre de fray Iñigo y el título de las Coplas de Mingo Revulgo, con lo cual fray Antonio uniría así una
obra con su muy posible autor".
En mi opinión no hubo tal lapsus calami sino que Valenzuela estaba llamando a Íñigo por su correspondiente hipocorístico Mingo, hecho que se vuelve a repetir en el personaje de la Égloga del molino de Vascalón.
Íñigo prodede del nombre propio prerromano navarro o pirenaico Énneco (Enneces en el año 90 a. de C., Bronce de Áscoli), y Domingo (Mingo o Mengo) del latín dominicus (del señor), derivado de dominum (señor). Sin embargo en la documentación medieval, donde figuran abundantes patronímicos y nombres propios tomados de los nombres de los progenitores, nos encontramos casos curiosos en que parece establecerse la relación entre Énneco y Domingo o Mingo:
Semen Iengo (Ién(e)go es variante documentada de Énneco) fue padre de Mengo Semeno (año 1210, Monasterio de Fitero). Este caso podría ser el típico quiasmo en que el nombre y el apellido del padre se traspasan al hijo invertidos.
Enego Exemen Dominicus es el nombre de un tal Íñigo hijo de Domingo (año 1202, colección de documentos de la Corona de Aragón).
Don Enego Domenge Don Enego, es un extraño caso que reitera hasta la saciedad los nombres como si quisiera explicarlos recíprocamente (documentos de la Corona de Aragón).
Ego Honneka et filio meo Dominico, aquí Onneca, la variante femenina de Enneco, tiene un hijo llamado Domingo (año 1079, Valbanera).
Son casos muy insuficientes para establecer que Dominicus se utilizó también como latinización del nombre propio precedido del tratamiento de respeto domno Énneco, pero explicarían los que abren este artículo.
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