domingo, 21 de febrero de 2010

Menhir de Pena Faladora / Faladoira


Se trata del menhir más grande de Galicia, pues supera en unos 40 cm la longitud de A Pedra Alta de Cortegada. Tiene casi cuatro metros de largo y se conocía de oídas: Barros Sivelo lo mencionaba a finales del siglo XIX, situándolo en la necrópolis tumular de Pena Faladora, sin embargo Maciñeira no logró encontrarlo en su ruta por la sierra a principios del XX, lo que le llevó a suponer que Barros había confundido alguno de los pequeños mojones de la zona con un menhir.

Fue redescubierto por mí en 2007 y publicado en Celtiberia.net, Un camino prehistórico: Camiño dos arrieiros y a pesar de la polémica inicial que quedó registrada en los comentarios a aquel artículo, en donde se dudaba de su cualidad de menhir, en la actualidad ya comienza a considerarse entre los más altos de la península: Comparativa de algunos de los grandes menhires de la Península Ibérica.


A Geira


Estrada lageira a su paso por Murça (Vila Nova de Foz Côa, Portugal).


A Geira es el nombre que recibe uno de los tramos de la calzada romana que saliendo de Braga se adentraba en Galicia por la Serra do Xurés, o do Gerês. Normalmente se explica el topónimo por los giros del trayecto, pero la presencia del artículo femenino que acompaña al topónimo (Estrada da Geira, Caminho da Geira), y que tantos problemas de interpretación por falso corte causa en gallego-portugués (Agrela --> A Grela / La Grela) puede sustentar otra explicación mucho más acorde con la principal característica de las calzadas romanas: su enlosado o empedrado.

Así, un autor como Jesús Rodríguez Morales ha propuesto que el nombre Vía de la Plata, no es sino la evolución de un original "via delapidata" o empedrada. Por razones semejantes, es lógico suponer que el derivado lageira (de lage, losa, piedra) se haya usado para calificar la obra romana, y que con el paso del tiempo el primer segmento se haya considerado artículo, separándolo (la-geira) y en consecuencia evolucionando como tal en gallego-portugués (a geira).

La etimología que la relaciona con los giros sorprende si tenemos en cuenta que Contador de Argote la describe trazada como "sempre plaina, larga, direita, e bem calçada".