Según Risco, aunque no era corriente, el cúmulo de estrellas de las Pléyades recibió en Galicia el nombre de A Pita cos Pitos, como en gran parte de Europa (p. ej. en Francia, Poussinière).
Varios autores, entre ellos Cuevillas y Alonso Romero, han intentado establecer una relación entre este nombre popular de las Pléyades y el abundante folklore sobre la aparición, en la mañana de San Juan, de una gallina con siete pollitos, a veces calificados como "de oro", cuya presencia es siempre indicativa de la existencia de un tesoro, de riqueza.
El número de pollitos que conforman la nidada de la gallina del folklore galaico-astur, aunque variable, generalmente coincide con el número de estrellas visibles a simple vista en el cúmulo de las Pléyades; aunque ahora se vean seis, en la antigüedad se veían siete, y el hecho de que una haya cambiado de magnitud haciéndose invisible al ojo humano ha quedado reflejado en varias leyendas de carácter cósmico:
1. Eratóstenes de Cirene lo explicaba diciendo que de las siete hijas de Atlante, seis se habían unido a dioses, y una a un mortal, por lo que era invisible.
2. La cosmogonía finlandesa transmitida en el Kalevala comienza con la puesta de seis huevos de oro y uno de hierro en un nido apoyado en la rodilla de Luonnotar, la única parte del cuerpo de la diosa que emerge del océano celeste. En otro mito europeo las siete Pléyades se sitúan también en la rodilla de un dios: ante genua Tauri, ante la rodilla de la constelación de Tauro, que, recordémoslo, es el dios griego Zeus transformado en un toro que nada en el océano celeste, por lo que solo emergen de él ciertas partes de su cuerpo mientras que otras permanecen sumergidas y ocultas.
El testimonio de Risco, que recoge el nombre A Pita cos Pitos para las Pléyades, parece insuficiente para demostrar que la gallina con los siete pollitos del folklore galaico-astur sea un trasunto del cúmulo de estrellas. Asimismo, tampoco parece suficiente para establecer la identidad entre ambas pitas la coincidencia numérica entre las estrellas visibles y los pollitos de la nidada, ya que estos en las variantes de la leyenda a veces son doce, o incluso cien.
Vamos aproximándonos algo más gracias a la comparación con el mito recogido en el Kalevala, donde se pone de manifiesto que los siete huevos, seis de oro y uno de hierro, son una referencia incuestionable a las Pléyades. El mitologema comparado nos sirve para establecer la cualidad estelar del huevo de oro, y a partir de ello abrir la posibilidad de que nuestros pollitos de oro también sean estrellas que integran el mismo mito cosmogónico.
Todo lo cual seguiría siendo insuficiente si no fuese porque en Les évangiles des quenouilles (Evangelios del filandón, s. XV) se explica como una bendición astral, como un regalo de los dioses celestes, el aumento de la riqueza. Los tesoros, que en nuestros relatos vienen anunciados por la aparición de la gallina y su nidada, aquí se doblan por la bendición de la estrella Poussinière, esto es, la gallina clueca con sus pollitos, nombre que reciben las Pléyades en Francia:
"Cellui qui souvent benist le soleil, la lune et les etoiles, ses biens lui multiplieron au double.
Glose. Jossine Tost-Preste dist que qui à son couchier salueroit l'estoile pouchinière, il ne seroit possible se perdre aucun de ses pouchins et se multiplieroient doublement"
Destaca Alonso Romero que la gallina y sus polluelos aparecen con frecuencia en fuentes, arroyos y manantiales, "lo que nos obliga a interesarnos por las razones de este vínculo hídrico que, sin duda, no es fruto de la casualidad [...] En el castro de La Atalaya, en Goyán (Pontevedra) se dice que hay un tesoro y una gallina con polluelos de oro que cruzan un río por un túnel que llega hasta Portugal" (La gallina y los polluelos de oro, Anuario Brigantino, 2002). En mi opinión, el vínculo hídrico viene dado por la antigua concepción europea del cosmos como inmenso océano o río (Erídano) del que emergen los dioses (Tauro, Luonnotar), por lo que en el folklore o proyección terrestre del cúmulo de estrellas conocido como A Pita cos Pitos, se tenderá a situar a sus protagonistas en un hábitat acuático idéntico al que ocupan en el cielo.
No se pueden revelar del todo los grandes misterios, así que seguiremos preguntándonos otras cosas, como quién es la Moura que peina sus rubios cabellos y se muestra con frecuencia junto a A Pita cos Pitos.
Emisión filatélica finlandesa del Kalevala representando a Luonnatar flotando en el océano.
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