Punta Herminia es el extremo de la península que los ingleses llamaban The Groyne, el hocico de cerdo, en el sentido de promontorio o espigón. En ella, como es bien conocido, se sitúa el faro romano de la Torre de Hércules.
Además de por marinos ingleses, nuestras costas fueron frecuentadas por los expertos pilotos bretones que sin duda tomaron al faro coruñés como referencia y orientación en sus periplos. Por ello es factible que el nombre Herminia, que en principio resulta transparente y podría aludir a la existencia pasada de una villa propiedad de un tal Herminio, sea un exónimo; como The Groyne, Herminia podría haber sido el nombre con que los marinos bretones bautizaron el extremo de tierra donde se levanta la Torre, la Roca, en bretón Ar-men, nombre que también recibe otro mítico faro de Bretaña.
El estrecho contacto que mantuvieron entre sí los pescadores gallegos y bretones en las pesquerías de Terranova provocaría la adopción del exónimo por parte de nuestros marinos, por camaradería, y por la afición que tiene el hombre de mar gallego a adquirir todo tipo de préstamos del léxico de su oficio (cfr. el famoso filispín < full speed). Es un hecho que la toponimia de las costas está cuajada de exónimos, algunos han llegado a ser oficiales, pero otros se conservan oralmente y son utilizados solo por el gremio de los navegantes, permaneciendo ignorados para el resto.
Pero existe en Barreiros un lugar llamado Armén que más bien parece herencia de los bretones de Mailoc.
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