sábado, 28 de enero de 2017

Quessada e o seu tempo, en Ferrol

Rafael Pillado (Fuco Buxán), González Alén (Fundación Jaime Quesada Blanco), Xesús Alonso Montero (Real Academia Galega) y Suso Basterrechea (Concello de Ferrol) ayer durante la presentación del Catálogo de la exposición Quessada e o seu tempo, en el Centro Cultural Torrente Ballester.

Con la exposición Quessada e o seu tempo, promovida por el actual gobierno municipal del Concello de Ferrol (ya que no fue posible con los anteriores del PP y del PSOE) y la Asociación Cultural Fuco Buxán, y que ha podido materializarse gracias a la desinteresada colaboración de la Fundación Xaime Quesada Blanco, Ferrol le rinde homenaje a un artista excepcional cuya obra ha estado vinculada estrechamente con nuestra ciudad, y con el compromiso activo y la lucha política internacional por los derechos humanos.

En marzo de 1972 las represalias por parte de la dictadura tardofranquista de los trabajadores ferrolanos que pedían mejoras laborales acabó con la vida de Amador y Daniel en As Pías, dejando además medio centenar de heridos en las calles de la ciudad; el trauma que se vivió entonces, y cuyas consecuencias -el desmantelamiento del sector naval y de la ciudad de Ferrol- duran hasta hoy, generó un clima de terror que impresionó a Xaime Quesada, que visitó nuestra ciudad integrando la comisión de intelectuales y artistas que partieron de toda Galicia para entrevistarse con las autoridades y mostrar su solidaridad con los represaliados. A estos singulares acontecimientos históricos dedica dos obras que se han podido contemplar creo que por primera vez en la ciudad: Esfola nas Pías (óleo de 1972 o 1973) y Morte nas Pías (aguafuerte de 1977). Este último, influenciado por la serie de Los desastres de la guerra de Goya.

Más tarde visitará la ciudad en otras dos ocasiones para pintar al aire libre, mientras hablaba con los vecinos, sendos murales en la Plaza de Armas: una Alegoría por la Paz (1981), con motivo del debate sobre la entrada de España en la OTAN, y una Defensa de la Vida (2002), con motivo de la ubicación en la Ría de Ferrol de la planta de gas de REGANOSA. En la última visita de 2002 realiza un díptico magistral en el que reúne armoniosamente sus dos estilos más opuestos, el cubista picassiano influenciado por El Guernica, de colores agresivos y primarios, que suele reservar para la temática reivindicativa y de lucha política, y el figurativo, de colores matizados y suaves, que sigue modelos y proporciones que recuerdan a la alegoría de La Primavera de Boticelli. Estos dos murales están expuestos en el Auditorio de Ferrol desde el año pasado.

Cabe destacar que, como artista altamente comprometido con el movimiento de clases y con la lucha política en pro de los derechos humanos, no consintió jamás que se le pagasen estos trabajos que él consideraba su deber con la sociedad, ni siquiera la estancia en Ferrol, su manutención ni el desplazamiento, tal era su compromiso con la firme creencia en que el artista no debe mantenerse al margen de la realidad social, de la miseria, y la injusticia.

La exposición que se clausura estos días es, pues, una selección de la obra política de Xaime Quesada. En títulos, temas, motivos y soportes, como los afiches clandestinos para el PCG, hemos visto a través de la mirada crítica y de la sensibilidad de este artista genial realidades poco o nada habituales en el Arte Pictórico: dictaduras (España, Chile, Camboya, Indonesia, Argentina...), holocaustos, reos, cárceles franquistas, tribunales, gritos, llantos, dolor, sufrimiento, censura, torturas, masacres, asesinatos de población indefensa, campos de exterminio, ejecuciones (garrote, silla eléctrica, linchamiento), daños colaterales, limpieza étnica, fundamentalismo islámico, Afganistán, Iraq... No es, por lo tanto, una exposición de visita fácil y agradable, pero por una vez en mucho tiempo Ferrol  ha tenido lo que se merece, la posibilidad de sublimar y comprender a través del arte unos acontecimientos que marcaron nuestro devenir hace 45 años.

miércoles, 25 de enero de 2017

As Trigueiras y As Maroñas, Mazaricos

En Mazaricos la parroquia de As Maroñas podría llevar un nombre variante del más habitual medoña - madoña, "túmulo funerario". En su término se sitúa, por ejemplo, el famoso megalito conocido como Mina de Parxubeira y algunas mámoas identificadas como tales en el Mapa Topográfico Nacional.



En la misma parroquia se encuentra el lugar de As Trigueiras, topónimo con falso artículo desgajado, que otras veces, las menos, se presenta en la toponimia gallega bajo la forma etimológica Estrigueiras. Son vestigios de antiguas divisiones catastrales romanas, pues una striga era un término de los agrimensores que designaba una faja de terreno más larga que ancha. Frente a As Trigueiras, Estivada refrenda la hipótesis de la parcelación rural de los gromáticos pues según Gonzalo Navaza podría provenir del latín stipare, "cercar mediante una empalizada" (Du Cange, Glosario). 

miércoles, 18 de enero de 2017

Caraña

En Caraña (Betanzos) el excedente de vino de las cosechas es vendido en las propias casas de particulares entre los meses de enero y mayo, anunciándose al efecto con una rama de laurel en la puerta de sus viviendas. También es tradición que los visitantes puedan degustar el vino in situ acompañándolo de la comida que cada uno lleve consigo, pues estas bodegas suelen disponer de alpendres con mesas para los comensales. Dice Fernando Alonso Romero que el motivo de la rama de laurel anunciando las tabernas es de origen romano ("Las hojas de hiedra representadas en el caldero celta de Gundestrup", 2014); pero el ramo de laurel no es el único vestigio romano que podemos observar en  Caraña.


Casas excavadas en las laderas del profundo Camino de Santiago bajando de  Nosa Señora do Camiño a A Ponte Vella. La técnica constructiva ha originado el nombre popular de Riba Cavada. (C) Dolores González de la Peña

La situación de Caraña en una milenaria encrucijada de caminos marcada por el Santuario de Nosa Señora do Camiño, donde se cruzan el Camino Inglés de Ferrol a Santiago y el Francés del Norte de Vilalba a Santiago, que en este punto llega hasta Nosa Señora por el Camiño Real de Obre desde A Rúa y O Francés, convierte a Caraña en el candidato perfecto para ser la mansión romana de Caranico equidistante de Lugo y Brigantium (A Coruña).


Asimismo el próximo lugar de Touriñao, vestigio de un fundus Taurinianus, un topónimo originado en un nombre de posesor romano, dota al territorio de un contexto suficiente para considerar que este milenario cruce de caminos se origina a partir de una centuriación  catastral romana marcada por su cardo y decumano.