domingo, 5 de marzo de 2017

A Vella do Monte

Tras completar las lecturas que me recomendó mi amiga María Alonso Echanove sobre la antigua divinidad que se esconde en los cuentos infantiles y en el folklore que habla de viejas que viven en la montaña, en cuevas o en árboles huecos, entre ellos el completo estudio de Miguel Ángel González, "¿Quién es la vieja?", publicado recientemente en su blog Asturiensis Provincia Indígena, he recordado estos versos de la parodia del P. Butrón dedicada a Galicia, ¿se basaría en una leyenda local sobre nuestra Vieja del Monte? Cabe destacar que el P. Butrón vivió una temporada en Ourense, donde además de quedar traumatizado por no encontrar sal fina y caminos donde cupiesen dos personas al mismo tiempo, pudo haber escuchado esta original historia que parece referirse a esa antigua divinidad que habitaba un tronco hueco, vieja y joven simultáneamente, pues reproduce el ciclo vida-muerte-vida, como señala mi amiga María.


Vella do Monte modelada en plastilina. (C) Dolores González de la Peña, por el modelado, puesta en escena y fotografía; guión del P. Butrón, de la Compañía de Jesús.

Los castaños de púas erizados
se ven aquí muy bien avecindados:
algunos hay de antigüedad extraña
que acuerdan tiempos de Mari Castaña.
Un árbol de estos vi, que hueco estaba
y en su centro una vieja se hospedaba
con cama y trastos, y en un rinconcito
cuarto le daba a parte a un cochinito.
Dijo esta anciana planta así entrañada
aún soy mocita pues estoy preñada,
y así no es mucho que la vieja os diga
tan niña soy que estoy en la barriga.

(ed. propia del ms. 3705 de la BNE: Descripción del Reino de Galicia por el P. Butrón de la Compañía de Jesús)

No es el único rastro de la Vella do Monte en el folklore gallego, una pequeña investigación sobre ella nos lleva a descubrirla junto con su hijo Xaniño Pelica de Ovella en el cuento recogido por Lois Carré Alvarellos: 

"Aquela muller vivía nunha pallociña fora do rueiro; era máis probiña que as arañas e mais vella que unha meiga; non tiña ren, pero tiña un fillo, seique, porque na casa non había outra alma e non embargantes tiña un crianciño.

Como tanta era a pobreza e non topou nen un farrapo pra cochal-o neno, espidiño com ele estaba meteuno antre a cinza da parromeira e poñéndolle de por riba o borrallo da lareira quentáballe o corpiño; como a vella non tiña leite, leváralle unha ovella que lle dira un dos veciños do rueiro, e así foi criando no neno que era moito miragre de Dios como medraba" (versión íntegra en "Xaniño Despido, Pelica de Ovella", Contos Populares da Galiza, Lois Carré Alvarellos).

Según me señala antentamente María Alonso Echanove en comunicación personal, Propp, en su análisis del cuento maravilloso (Las raíces históricas del cuento: "La señora del bosque") reduce cronológicamente la idea de la concepción sin el intercurso de varón a la Prehistoria, pues en el pensamiento prehistórico no se relacionaba la fecundidad femenina con la participación del hombre. La Vella del folklore gallego (y del asturiano, leonés, y europeo) es el residuo de una antigua divinidad paleolítica: es muy antigua, por eso es vieja, y su hijo va vestido con pieles y armado con un garrote porque es prehistórico. Así de sencillo.

La familia al completo: la Vella do Monte, Xaniño y la oveja. Modelaje: Dolores González de la Peña, salvo la oveja (recuerdo de un viaje a Irlanda).

No cabe obviar la relación entre el nombre del niño, Xaniño, y el del hijo de la Xana asturiana, el Xanín, figura principal de los relatos de changelings, en los que un niño humano es intercambiado por uno de estos extraños niños primitivos de aspecto prematuramente avejentado. Ello nos aproxima a la etimología de Xana > anciana.

2 comentarios:

maría dijo...

Que buena idea,Andreoto,relacionar a la vella con Xaniño ,Xana,Diana,la señora del bosque.
Xaniño me recuerda también a Perceval ,que vivía en el bosque sólo con su madre (viuda,pero ,en definitiva,una mujer sóla)y que también aparece como un bruto,pero porque eso significa que pertenece al mundo salvaje . Los relatos de la materia artúrica deben de venir también de los cuentos .
Me siento muy honrada de estar colaborando en esta búsqueda :-)
María

Andregoto Galíndez dijo...

Y yo te agradezco tu orientación, porque sin ella no habría podido encuadrar estos testimonios.