Dice Galmés de Fuentes que los topónimos Mosqueiro o Mosquera provienen del latín muscus, "almizcle", por la fragancia almizclada que desprenden cierto tipo de flores que se criarían en estos lugares. A Galmés le sorprende "que un filólogo tan experto como J. Corominas insista en la asociación con el insecto [mosca]". Y a mí lo que me sorprende es la acepción de ese muscus latino que ha elegido Galmés.
No ha sido Corominas el único en considerar este tipo de topónimos como entomónimos relacionados con las moscas, pertenecientes a la misma categoría que Abelleira. Pero sí ha habido alguna voz discrepante, como la de Cabeza Quiles, que señala para algunos casos el latín muscus, no en el sentido de Galmés, sino con el significado de musgo.
Una pequeña muestra de los contextos en que aparece el topónimo apoya su origen en el latín muscus, "musgo", elemento que crece en lugares húmedos y sombríos, y en la cara norte de las piedras que se utilizan como mojones o marcos en las delimitaciones. El musgo fue para los agrimensores señal de que el testigo había permanecido en su sitio, sin que se hubiese movido el linde.
- ad mamola de Paramio et inde ad penam Muscosam (Sobrado)
- ad illo saxo et inde ad illa antiqua de Muscarios (Sobrado)
- per ipsum marco de Muscosa (Santiago, 1062)
- ad illa mamula de annito et inde ad petra Muscosa (Toques, 1123)
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