jueves, 2 de abril de 2015

La figura femenina bitriangular de Toques


En el santuario de Santo Antoíño de Toques existe una pequeña pieza de granito con un relieve de datación incierta en el que figura un antropomorfo de cuerpo bitriangular o en forma de reloj de arena, brazos en asa rematados en dedos pronunciados, cabeza en forma de triángulo invertido y piernas en perspectiva egipcia; es decir, toda la figura se representa frontalmente, excepto los pies, que se muestran de lado. Y toda la figura está tallada en relieve, excepto el triángulo de la cabeza, en huecorrelieve.

La figura humana, probablemente femenina, sujeta con sus manos lo que parece ser una cuerda que arrastra a un animal, tal vez un buey o una vaca; aunque llaman la atención las patas de este, que no terminan en pezuñas, sino en garras o dedos. Podría ser una escena votiva, o la representación de alguna historia hagiográfica indeterminada por el momento, pero también podría tratarse, por la morfología del antropomorfo, de una representación más antigua.

(C) Anxo Martínez.

J. Bécares, en "Uniformidad conceptual en los ídolos del Calcolítico peninsular", parte de la forma bitriangular para exponer las relaciones existentes entre la casi totalidad de las formas bajo las que se representan los ídolos del Calcolítico: ídolos placa sobre pizarra, ídolos cruciformes, o antropomorfos bitriangulares en abrigos pintados, remitirían en última instancia a esta forma básica, de la que serían variaciones. 


En lo que atañe al caso de Toques, extraemos de la misma fuente que en algunas ocasiones se puede añadir una cabeza al cuerpo bitriangular, "representada frecuentemente mediante otro triángulo dispuesto sobre el superior de los que formaban el bitriángulo, pasando a formar lo que Pilar Acosta denominó tritriangulares".

Si la figura de Toques es de cronología medieval, y responde a una solución formal que coincide por casualidad con las formas imperantes en el Neolítico para representar la figura humana femenina, o si se trata más bien de un antiguo relieve grabado en aquella época, resulta por ahora un pequeño enigma.

Meimón, Maimón, Maimona

El castro de Meimón (Boborás) "acha-se arrodeado de mámoas con anta , que asegún os labregos eran as garitas en que os mouros facían a centinela" (Nós, nº 74, 15 de febrero de 1930). Característica que también constata Cuevillas en su Prehistoria de Melide, 1933.

En el paraje denominado Maimón, en Alcántara, se encuentran varios dólmenes con vestigios de sus respectivos túmulos.

 Maimón II. (C) Ventero, Celtiberia.net, Dólmenes de Alcántara, 2006.

Maimón reaparece como orónimo en el nombre de un monte de Almería, en la comarca de Los Vélez. Y el femenino Maimona, en Badajoz, denominando al municipio de Los Santos de Maimona, donde según Madoz se alzaba el castillo de Marimón, "que fué una atalaya en defensa de las antiguas vías romanas que confluían al pie del cerro en que se elevaba" (Nicolás Díaz y Pérez: Extremadura: Badajoz y Cáceres, 1887); en antiguos documentos figura como "Cabezas de Maimona" (s. XII).

Almeida Fernandes descarta que los topónimos portugueses Meimão y Meimoa (Penamacor) sean derivados de mámoa: "estes dois topónimos são antroponímicos arábicos, de Maymun e Maymuna. Nada com as edificações dolménicas que o autor [Pedro Machado] preferia" (Toponímia portuguesa. Exame a um diccionário). Y Antonio Mª. Castaño en Los nombres de La Serena resume el estado de la cuestión de esta serie de topónimos inclinándose por su origen en el antropónimo árabe Maymun (v. Maimón de la Gineta, pg. 256) sin que olvide mencionar que "hay también una posible interpretación oronímica, la que deriva estos nombres del latín MAMMULA 'pecho de mujer'".

Para resolver el dilema de si se trata de un orónimo, del latín MAMMULA, o de un antropónimo arábigo, además de la presencia en estos lugares de túmulos megalíticos, elevaciones naturales o cerros, tendremos en cuenta que Luís Chaves en su artículo "As antas de Portugal: nomes populares..." recoge Meimôa como variante de Mámoa, así como los aumentativos Mamão, Meimão y Mamona.