A los gallegos siempre nos han provocado temor las estantigas, término que relacionamos con estatuas; las imaginamos como si fuesen ánimas petrificadas, por lo que nos infunden, como es lógico, un miedo supersticioso. Evidentemente la identificación estantiga - estatua sucede y funciona a nivel popular, ya que la gente desconoce en general que el origen de la palabra, según se cree, proviene de la frase latina hostem antiquam, "hueste antigua, demonio". La frecuente identificación y conexión etimológica popular entre la estantiga y la estatua de un difunto ha sido estudiada por Carolina Michäelis y Constantino Cabal, y notada ya por el Padre Sarmiento. Resulta tan extendida la creencia de que la estatua y la estantiga son representaciones del difunto que aquí me atrevo a corregir la etimología de estantiga proponiendo statua antiqua, que por haplología o reducción de sílabas semejantes y contiguas evolucionaría a estantiga.
Por ello no debe extrañarnos que en una ciudad de origen romano como Lugo, en donde asoman restos de aquella época donde quiera que se mire, además de su famosa muralla, nos encontremos en pleno casco antiguo con el microtopónimo
Callejón de Estantiguas (mejor Estantigas o Estántigas) en el mapa de Lugo de Francisco Coello 1864 (C) Fondos cartográficos del Instituto Geográfico Nacional de España. Es el actual Carril das Estantigas. Suponemos, sin arriesgar gran cosa, que el microtopónimo que nombraba el callejón semicircular vendría motivado por discurrir por la gradería del teatro romano, desde donde serían visibles los restos de la escena que todavía conservaría en pie algunas de las
estatuas antiguas que la habían adornado, y que serían consideradas, según nuestra costumbre, como estantigas, es decir, apariciones de difuntos petrificados entre la niebla y el orballo. De igual forma interpreto el microtopónimo lucense
Corredoira da Vella da Manta, de cuya existencia da cuenta el blog
A vella da manta; considero que ha de referirse a una estatua togada de una mujer, vista la toga como una manta.
Existe otra propuesta: Carlos Vázquez García en su tesis doctoral
Toponimia do Concello de Lugo, de 2014, trata el microtopónimo Estantigas a partir de la etimología
hoste antiqua, "Santa Compaña", y llega a la conclusión de que "a motivación do nome da rúa tería que ver coa existencia dun lugar de cremación, posiblemente xa da época imperial romana, nas súas inmediacións a xulgar polo achádego de urnas cerámicas no seu contorno".
En Italia, por ejemplo, el microtopónimo
Buche delle Fate (Subterráneo de las Hadas) era el nombre popular de los vestigios de la
cavea del teatro romano de Fiesole antes de su descubrimiento; la
Piazza dei Satiri albergaba en Roma los cimientos del teatro de Pompeyo, y
Grotta Pinta nombraba probablemente un subterráneo del mismo. Por otra parte, el topónimo
Areine en Francia suele anunciar o estar asociado a la existencia de circos romanos. En España es conocido el nombre popular que recibían los restos visibles de la
cavea del teatro de Mérida antes de su excavación, las
Siete Sillas. Y hablando de asientos, habría que estudiar esos "
Asientos" que figuran en el plano de Coello en el lateral de la Plaza Mayor, por si se confirma la hipótesis de Rodríguez Colmenero (1), y de Sánchez Montaña, que suponen la ubicación del teatro en dicho lugar, en cuyo caso, tendría que reformular la mía adaptándola a los vestigios arqueológicos y al antiguo trazado urbano (que conserva indicios de un edificio de espectáculos). Los asientos bien podrían haber sido las "gradas hechas de cemento y pizarra" de las que nos habla Balsa de la Vega (
Catálogo Monumental de la Provincia de Lugo, 1911, pg. 42).
Aspecto que pudo haber tenido el Callejón de las Estantigas en la época en que se le dio el nombre, visibles todavía las ruinas de las gradas y la escena del teatro. (C) Dolores González de la Peña.
Máscara teatral romana encontrada en Lugo. Museo de Porta Miñá. (C) Dolores González de la Peña.
Y no, no se agota aquí la relación de la toponomástica urbana lucense con la existencia de relieves y estatuas romanas por su calles; es muy probable que el nombre de la
Rúa do Falcón, que parte de la zona de la muralla donde está la Porta de Santiago, estuviese inspirado por la existencia de una escultura con un águila como la que se muestra en el Museo Arqueolóxico Provincial, localizada en la muralla de la ciudad.
El plano de Coello depara alguna sorpresa más: indica por ejemplo el trazado del acueducto que recogía el agua del
Castiñeiro. El hidrónimo
Castaño, a veces confundido con el sustantivo gallego castiñeiro (árbol), ya fue analizado en otra ocasión en este blog, explicándolo como proveniente del latín
caput stagnum, tecnicismo latino que designaba el estanque de alimentación de los aqueductos romanos (
El engañoso topónimo Castaño).
Patio porticado de una ínsula romana en la zona de la muralla próxima a la Puerta Miñá.
(C) Dolores González de la Peña.
Respecto al microtopónimo lucense
Porta Miñá, además de la evidente orientación de la misma hacia el río Miño, cuyo nombre podría haber motivado el de la puerta, podemos aventurar otra posibilidad, a propósito de la reciente excavación de una fuente romana junto a dicha puerta: el étimo latino
fluminiana, un derivado de
flumen, "río". En otros casos constatados
fluminiana ha dado origen a topónimos del tipo
Fonmiñá, que se interpretan como derivados de
fon < fonte (Fonte Miñá). Entendido como nombre propio de la fuente, Miñá habría acabado nombrando también la puerta aneja. También es cierto que el nombre de
Flaminiana, una de las puertas de la muralla de Roma, pudo haberse trasladado a Lucus Augusti y haber experimentado la misma evolución que acabamos de exponer para
fluminiana a partir de una temprana modificación:
Flaminiana -->
Fluminiana --> Fonmiñá, por etimología popular.
Otro interesante microtopónimo lucense del plano de Coello es el del Carril da
Ramella. Podemos enlazarlo con el latín
ramalia, "follaje, boscaje", un derivado de
rama, y justificarlo por haber discurrido a través de una zona ajardinada de uso público, o que albergaba restos murales con pinturas de flores y ramaje pertenecientes, tal vez, a algún edificio público.
Mosaico de Neptuno, Batitales, Museo Provincial de Lugo. (C) Dolores González de la Peña.
El nombre de la calle de
Batitales, que también existe en Mondoñedo, y del que creo que por ahora no se ha ofrecido etimología alguna, en mi opinión haría referencia al suelo batido de los mosaicos que allí aparecieron formando el patio de una
domus, y sería un término de origen itálico: "
battuto = pavimentum, seu solum loci operti, terracio, luogo mattonato, scoperto" (Du Cange, sub
battuere5). En cualquier caso, Batitales deriva del participio del verbo latino
battuere o del verbo
battere en cualquiera de sus acepciones (batir, tundir, golpear, aplaudir, etc.) más el sufijo abundancial -al en su forma plural. Un estudio detenido del contexto acabará demostrando si el microtopónimo Batitales guarda recuerdo de los suelos batidos de mosaicos, o quien sabe si de los golpes de los combates de los gladiadores (cfr. el sinónimo
battuatores = gladiadores,
battuatus = militar, de donde puede inferirse un *battital, "campo de combates") o de los ruidosos aplausos del público, o de algo más prosaico como una concentración urbana de ruidosas fábricas (herrerías, etc.).
Finalmente, concluyo este repaso a la toponomástica romana de la ciudad de Lugo con un pequeño comentario sobre el nombre que recibía su muralla en la Edad Media en un documento del siglo XII. En él se trata de la venta de una casa situada en la muralla y junto a la calle que iba de la Porta Miñá a la Toldá atravesando el Campo y el Foro de la ciudad: "domum [...] in
Palex iusta viam qua itur a porta Mineana ad Toletanam in medio Campi et Fori civitatis". Para Rodríguez Colmenero
palex haría referencia a una empalizada situada en medio de la ciudad y que, tal vez, cerraba el Foro; junto a ella se situaría la casa en cuestión. Sin embargo, a partir de mi traducción se comprueba que la casa no estaba en medio de la ciudad, sino pegada a la muralla (
palex), tal y como estaban tantas viviendas de Lugo hasta hace bien poco que se empezó a despejar el área. Lo que discurría por el medio de la ciudad era la calle que comunicaba ambas puertas y, a su vez, separaba el Campo del Foro. Resulta muy interesante la designación de la muralla como
palex, "empalizada de madera"; probaría que el origen de Lugo fue un campamento romano cercado de
vallum con empalizada de madera sustituida posteriormente, en el siglo III, por la muralla de piedra. La pervivencia de la denominación, a pesar del cambio de los materiales constructivos, sería una muestra más de la fuerte permanencia de los topónimos.
De sus defensas quedan más vestigios en la microtoponimia de la ciudad: el nombre correcto de otra de las puertas de Lugo, la Porta
Toldá, no tiene nada que ver con la ciudad de Toledo, sino con el topónimo
Tolda que habíamos comentado ya en el blog como proveniente del latín
tutulus, "arx, fortificación, defensa". Es muy significativo que en sus inmediaciones haya aparecido un ara a la diosa
Tutela. El derivado Tutelana, "de la fortificación" > Toldá, que por falsa etimología se latiniza como Toletana. Dice Colmenero que "Tutela viene a significar protección, defensa,
custodia, conceptos todos relacionados con las funciones que un circuito defensivo
puede poseer" (2).
Bibliografía citada:
(1) Rodríguez Colmenero, 2010:
Lucus Augusti y los orígenes del urbanismo romano en el noroeste hispánico.
(2) Rodríguez Colmenero, 2011:
Lucus Augusti: la ciudad romano-germánica del finisterre ibérico.
-----------
NOTA: se permite la libre utilización de estos contenidos en actividades escolares para promover el conocimiento del medio y la ciudad. No se permite su reproducción en guías, folletos turísticos y roteiros de carácter lucrativo sin permiso. Contacto: dgonzalezp1967@gmail.com