Añadimos una nueva designación a la larguísima lista de topónimos gallegos que nombran los túmulos funerarios neolíticos. Esta vez Toupeira (Covas - Ferrol) nos sorprende por la exactitud de la elección, pues el sustantivo se emplea para referirse a los montículos de tierra que dejan tras sí los topos al excavar sus galerías subterráneas, y aquí como símil de los montículos realizados por el hombre.
En línea diagonal con A Toupeira hacia el suroeste topamos con Raxón y Manuela. Manuela evidentemente es una variante del más común mamoela / mamuela, "mámoa, túmulo funerario". Entre ambos túmulos de A Toupeira y Manuela discurriría una línea imaginaria que servía para delimitar el territorio, como habitualmente sucedía en las demarcaciones medievales, que aprovechaban hitos o monumentos preexistentes para trazar los límites. Estas líneas imaginarias recibían el nombre de liniolos: "per suis terminis ubi inveneritis lacos anticos et mamolas, uno laco qui est tras Limia unde venit liniolo qui...". Otro sustantivo utilizado, que seguramente es el que aparece en Covas, fue radius, "línea de confín", de donde proviene el topónimo A Raia con el sentido de frontera, y nuestro Raxón, derivado aumentativo. Así se explica el origen del topónimo italiano Raggiolo.
Ya estamos, por lo tanto, en condiciones de explicar el enigmático orónimo Marraxón como compuesto de mon (forma apocopada de monte) -> ma, en algunos compuestos (como Mazanteu, ya tratado en el blog), más el apelativo Raxón que acabamos de analizar. El monte como raia o frontera natural entre territorios.
Ya estamos, por lo tanto, en condiciones de explicar el enigmático orónimo Marraxón como compuesto de mon (forma apocopada de monte) -> ma, en algunos compuestos (como Mazanteu, ya tratado en el blog), más el apelativo Raxón que acabamos de analizar. El monte como raia o frontera natural entre territorios.
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