Martín Sevilla en "Un indicio de cristianismo céltico en Asturias" (Lucus, nº 3, 2002) propuso que el topónimo asturiano Romadonga (Gozón) provendría del gaélico rúam, "monastic settlement, burial place, cemetery", y habría entrado con dicha acepción en la toponimia de Galicia y Asturias cuando se establecieron aquí los bretones de Mailoc en el siglo VI. A su vez, el sustantivo rúam del gaélico, según Vendryes, vendría del nombre de la ciudad de Roma como principal lugar santo de Occidente.
Campo de Roma (Barbadás, Ourense). (C) P. Gallego, 2017.
Respecto al determinativo dominica, "del señor" > -donga, el autor no encuentra una justificación adecuada, y se pregunta si tal vez es una alusión a las "autoridades eclesiásticas, como el obispo" y finaliza con una suposición algo traída por los pelos: "¿acaso nombró
*Roma domnica en origen a la sede del obispado de Britonia cuando
se trasladó a Asturias con la conquista árabe? Como topónimo
Romadonga alude a un lugar inmediato a la iglesia parroquial de
Cardo, sobre una colina que domina un amplio territorio. Bien pudo ser
tal lugar el asentamiento del obispo de Britonia durante su estancia forzada
en el territorio astur".
En Irish Names of Places de P. W. Joyce encontramos que el gaélico domhnach "signifies a church, and also Sunday, is from the latin Dominica, the Lord's day". Por si queremos completar la idea de Martín Sevilla, el topónimo Romadonga, de supuesto origen gaélico, sería un compuesto hagiotoponímico que significaría el cementerio (rúam) de la iglesia (domhnach), o simplemente, un establecimiento eclesiástico.
Fernando Cabeza Quiles sigue en parte la hipótesis de Martín Sevilla, y explica la costumbre "dos monxes e clérigos irlandeses de colleren nas súas visitas de peregrinación a Roma terra daqueles camposantos onde había soterrado o corpo dalgún santo notable, para despois espallala nos cemiterios dos seus mosteiros" (A toponimia celta de Galicia, 2014, pg. 451-4). En este sentido, el Roma de Abadín apoyaría la hipótesis de Martín Sevilla, al situarse próximo a Bretoña, donde "os celtas bretóns cristianizados de Maeloc ou Mailoc puideron ter a súa sé".
En mi opinión no hace falta irse hasta la ciudad de Roma para explicar el gaélico rúam, "burial-ground", pues en la edición de Stokes del Calendario de Oengus se nos remite a los cognados germanos rûma, raum, room, "habitación" ("On the Calendar of Oengus", Transactions of the Royal Irish Academy, 1880, V.I, pg. CCCIX).
Es muy posible que tanto el topónimo itálico Roma (de etimología incierta), como el gaélico rúam, o el inglés room, tengan un origen común indoeuropeo en un término que habría significado asentamiento, habitación, lugar de descanso (de vivos y muertos, de donde la acepción de cementerio entre los celtas insulares*), etc. Así, el topónimo que da nombre al castro de Roma (Ponteceso) tendría el mismo origen paleoeuropeo que el de la Roma itálica, y el Romadonga asturiano, además, compartiría con el grupo lingüístico itálico la misma formación del tipo Alba Longa (antiguo nombre de Roma), si, como supongo, ese -donga no es más que el sonido cacuminal resultante de la palatalización de longa en *Roma Longa (cfr. Covadonga < Cova Longa / Aqua Longa).
*Parecida evolución ha sufrido la palabra cementerio, del griego koimeterion, "dormitorio", que se especializó como "cementerio, lugar de enterramientos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario