Se confirma la opinión de Sergio Ríos González de que la restitución de la pedra formosa de la sauna del castro de Borneiro (Cabana de Bergantiños) no es correcta, a menos que uno quiera escadrillarse por completo intentando penetrar en el edificio de baños de vapor por la parte en que está situada actualmente la pedra formosa, justo en un sector del edificio tan pegado a la muralla de la croa del castro que es prácticamente imposible pasar por ahí estirándose y reptando en un plano inclinado.
(C) F. Häuser, 2018.
El autor cuestiona también no sólo la restitución, sino también la consideración de la misma losa como pedra formosa, y puesto a cuestionar, también el uso termal del edificio (Los baños castreños del noroeste de la Península Ibérica, 2017, pg. 256-273). Pero en apoyo de la función termal del mismo rescatamos una interesante propuesta etimológica sobre el topónimo Borneiro, según la cual el nombre indicaría precisamente la existencia de unos baños termales en el lugar.
La hipótesis fue mínimamente esbozada por el profesor Juan José Moralejo en 1999 ("Bormánico, CIL II, 2402 y 2403", Actas do XX Congreso Internacional de Ciencias Onomásticas, Santiago de Compostela, 20-25 setembro 1999, Fundación Barrié, 2002). En una breve nota indicaba que "bullir, borbotar, etc. son más característicos de termas, burgas, etc. [...] lo cual vuelve a inclinarnos por la opción *gwh (e/o)r-m-, "calor, calentar". Otros ejemplos de born- en antropónimo Bornus (Chaves VR), orónimo y topónimo Bornes (Macedo BN), topónimo Bornaria (Ferreiros BR), Borneiro y Bornais repetidos en Galicia, Bornain, Bornant, etc. en Francia, etc." (ed. en Callaica Nomina, Fundación Barrié, 2008, pg. 161). De nuevo en nota: "y como esta raíz *gwhe/or- tiene bien conocidas ampliaciones con *-n- [...] Corominas 1976: 153 propone que también gallego y portugués morno, "tibio", con sus variantes borno, borne, mórnio, múrneo, se remonten al indoeuropeo *gwhe/or-n-, "calentar", con b- como forma básica y m- como resultante de una asimilación nasalizadora "fácil y aún corriente". La propuesta puede ser aceptable, pero corrigiendo a Corominas en que borno, si tiene b- antigua procedente del indoeuropeo *gwh-, es cabalmente no céltico y es remisible a lo precéltico (que él llama sorotáptico o de las gentes de los campos de urnas) y pudiera emparejarse con Bormánico, si éste es antiguo y no mera novedad cultural en Lusitania" (Moralejo, 2008, pg. 169).
En resumen, el profesor Moralejo nos esboza en dos notas la identidad etimológica entre el teónimo Bormánico y el topónimo Borneiro; ambos de carácter termal (baños, termas, saunas, burgas) y remisibles a la base paleoeuropea *gwhe/or-, "calentar". Así, el castelo de Borneiro llevaría el nombre por el edificio con horno (forno o sauna castreña) situado extramuros de la cidá. Estoy segura de que nuestro admirado profesor Moralejo estaría bastante conforme con estas conclusiones, o por lo menos se reiría un buen rato.
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