La granja medieval de Reparada, perteneciente a Sobrado dos Monxes en aquella época, se situaba en la Terra de Trasancos, aproximadamente junto al lugar de Suagraña (Covas - Ferrol), topónimo que es indicador indirecto de la extensión de la grangiam primitiva.
En la zona no existe ninguna elevación de terreno, monte o colina, que reciba el nombre de Sinagoga o similar, sin embargo, muy cerca de donde estaba la granja de Reparada está el castro de Esmelle en el típico outeiro castreño. En la documentación medieval el nombre se registra como Ismaeli / Ysmaelli, genitivo del nombre de posesor de origen hebreo Ismael (Boullón Agrelo, Antroponimia medieval galega, pg. 66), base del etnónimo ismaelita, "judío". Parece razonable, por lo tanto, suponer que el nombre de Ismaeli, vinculado estrechamente a la comunidad judía, propició que en algún momento el outeiro donde está el castro se conociese como collem de Sinagoga, por identificarse el castro con una sinagoga judía. Véase en este sentido la interpretación de Cabeza Quiles para el topónimo A Mezquita (Toponimia de Galicia, 2008): "alí viviron xentes estrañas, que non eran católicas". Asimismo, en Doncide (Pol) parece que hubo una villa romana, bajoimperial, en el lugar de A Sinagova (Visor PBA de la Xunta). Suponemos que fue este topónimo el que llevó a pensar a algún investigador que estudió los restos de Doncide que hubo una comunidad judía establecida en el lugar (Mª José Alles León, "El mosaico de Doncide", Gallaecia, 2003, nº 22).
El folklore de Galicia introduce el motivo de las fortificaciones castreñas como asentamientos de mouros, sinónimo étnico de paganos o no cristianos. En el caso del outeiro da Sinagoga de Esmelle podríamos estar ante una variante de este motivo presente en el folklore de los mouros, sustituyéndose el mouro pagano por otra etnia considerada representativa de paganismo, los judíos. Para el imaginario popular galaico estos otros paganos tendrían su lugar de reunión (sinagoga) en el propio castro. Incluso cabría preguntarse si el nombre de Ismaeli fue aplicado a la villa de Esmelle por haber sido posesión de un judío llamado Ismael, o si se usó en sentido apelativo y metafórico para referirse a un mítico habitante pagano del castro (como en Castro do Mouro, Láncara).
La identificación del outeiro castreño con el collem de Sinagoga, descubir que el propio castro pudo haber sido considerado en el imaginario popular como una sinagoga pagana, nos lleva por estos derroteros del folklore de los mouros. La propuesta de Carmen Pallares de que efectivamente existió una sinagoga volatilizada, de la que no quedarían vestigios del edificio ni del topónimo, nos parece menos viable: "la existencia [deducida a partir de la documentación medieval] de una sinagoga revela, junto con el topónimo Esmelle (de Ismaeli) que se conserva en ese mismo enclave, la presencia de una comunidad de judíos" ("Aportes externos a la población de Galicia durante la Edad Media", 2005). No nos parece sostenible, por lo mismo que del topónimo Igrexiña dos Mouros aplicado a un castro o a un dolmen no deducimos la existencia de una comunidad musulmana ni que allí hubiese habido una mezquita.
En mi opinión resulta más adecuado ver, tanto en el topónimo Ismaeli como en el no conservado de Sinagoga, sólo una prueba de la existencia del folklore asociado a los castros en una época tan remota como el siglo XII. Si bien es menos común en nuestra mitología la personificación del paganismo por medio del judío, González Reboredo anota para el castro de Cumeiro (Carbia, Pontevedra) una leyenda según la cual los mouros fueron expulsados del castro por los judíos (El folkore en los castros gallegos, 1971, pg. 25). En la leyenda de Cumeiro puede rastrearse un paralelismo con la mitología irlandesa, que describe varias razas paganas que poblaron Irlanda sucesivamente, tras aniquilarse unas a otras.
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