domingo, 16 de enero de 2022

Cristo de Mouraz y necrópolis de Pena Branca*

 *Publicado en Celtiberia.net en xaneiro de 2008.

Continuando la ruta que habíamos descrito en Un camino prehistórico: Camiño dos Arrieiros podemos seguir la AC-101 As Pontes-Ortigueira partiendo del km 18, Pena Faladora, que fue el último lugar que visitamos. Muy poco después del km 18 abandonamos la AC-101 para desviarnos a la derecha por la CP-4401 siguiendo unos indicadores hacia Caión (Mañón), O Barqueiro y Grañas.

Antes de llegar a Pena Branca podemos aprovechar y, en el km 7.800, desviarnos a la izquierda por un indicador que señala hacia Penavide, se tira por esta carreterita y se coge enseguida la primera pista a la derecha que lleva al lugar de Xuncos de Mouraz, por donde discurría el camino prehistórico: un poco más adelante de dos túmulos bien visibles a la derecha, que seguramente son los números 46 y 47 de la clasificación tumular de Maciñeira (1), se encuentra el Cristo de Mouraz. Según don Federico era "un gran crucero de piedra con amplia base, que sirve de mojón para dividir sobre aquel ángulo las parroquias de Maañón, Grañas, Devesos y Couzadoiro, diciéndose en la localidad que sentados al pie de esa cruz pueden comer los cuatro respectivos curas sin salir de sus feligresías" (pg. 65-66). 

Volvemos a la carretera principal y bastante más adelante, siguiendo todo el tiempo por la CP-4401, entramos en el km 20 en la parroquia de Ribeiras do Sor. Aproximadamente en el km 21, o en todo caso entre Casa Daniel y la Taberna do Labrego (km 22), cogemos a la izquierda un desvío señalizado hacia Pena Branca. Comienza una pronunciada subida por una carretera que lleva a la aldea de Pena Branca, desde allí, dejando a la izquierda las casas, seguimos subiendo hacia lo alto de la montaña y al llegar a un desvío tomamos a la izquierda para llegar a la zona del Parque Eólico. Junto a los aerogeneradores 1 y 2 hay un Mirador desde el que se observa una magnífica vista del mar y el estuario del Sor (Ría do Barqueiro) al norte.

Necrópolis de Pena Branca

Croquis del camino hacia la necrópolis desde la aldea de Pena Branca.

Los túmulos, algunos de ellos dolménicos con cámara bastante bien conservada, se sitúan como se indica:

-entre el aerogenerador 11 y el 12 y justo detrás del gran crestón o afloramiento que da nombre a la dorsal tenemos el túmulo dolménico 72 y una curiosa excavación circular de fondo plano "casi constantemente llena de agua pluvial que los más ancianos de la localidad recordaban siempre así, repitiéndose el caso cerca del túmulo 75 de este mismo grupo" (pg. 77)

Excavación circular junto al túmulo 72. Dimensiones: 9 m de diámetro y 60 cm de profundidad.

-hacia el norte y tras el aerogenerador 7 se encuentra el gran dolmen 76, también conocido como Forno dos Mouros, término que viene a ser el nombre común con que se designan las cámaras megalíticas en esta zona. Inmediata a él vemos la otra excavación circular; en esta ocasión sí está llena de agua.

Forno dos Mouros de Pena Branca.

Excavación circular junto al Forno dos Mouros, cuyos ortostatos son esas piedras que asoman delante del aerogenerador de la izquierda. El túmulo 75 que señala Maciñeira como más próximo apenas es perceptible.

Decía Maciñeira sobre estas construcciones: "dados sus diámetros y configuración repetida ¿trataríase de sitios dispuestos para erigir otras tumbas en las respectivas necrópolis? ¿Practicaríanse estas excavaciones de una manera ritualística, a fin de extraer tierras humíferas con que formar los túmulos inmediatos, ya que generalmente fue el material empleado en los mismos? Ello es que entre los trescientos por mí descubiertos, sólo he observado estos cinco casos de hoyos circulares [los otros tres en Somozas y As Pontes] a sus inmediaciones y ningún otro semejante en todas las montañas del país que durante cuarenta años recorrí con afán investigador" (pg. 77-78).

Si seguimos la pista hacia el sur llegamos a otro Cristo o cruceiro desaparecido del que sólo quedan restos de la base y un fuste roto: "pasando al lado del caserío de Munín y de un gran crucero de piedra en medio de amplia gándara, no aparece ningún indicio de necrópolis. Pero al volver a ascender un corto trecho yérguese ante el transeunte el gran roquero de Pena Blanca, coronando la divisoria, así llamado por ser de blanco cuarzo" (pg. 74-75).

En primer término, los restos del cruceiro, tras él el afloramiento de Pena Branca que da nombre a la dorsal.

(1) Federico Maciñeira, Bares. Puerto hispánico de la primitiva navegación occidental, ed. de Fermín Bouza-Brey, Santiago de Compostela, CSIC, 1947.

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