viernes, 22 de mayo de 2020

Castro de Canido - Ferrol

Castro de Canido (Ferrol). Visor PBA de la Xunta de Galicia, capa del Vuelo americano de 1956-57.

Mediante la relación que estableceremos entre la toponimia y la fotografía aérea podremos confirmar la existencia de un gran castro en Canido, más que castro, un oppidum. El yacimiento viene señalado en el Visor PBA, sin embargo no hay hallazgos arqueológicos de la época, aunque evidentemente el aspecto y la topografía sirven de sobra para clasificarlo como asentamiento castreño.

Los dos centros del castro vienen marcados por los dos lugares donde se erigieron sendos cruceiros, la Praza do Cruceiro de Canido, y la del Cristo da Tafona. Ambos indican los puntos donde se cortan los dos cardos con el decumano castreño, la Rúa Alegre, cuyo nombre no tiene nada que ver con el regocijo y el contento; es un compuesto del elemento celta -briga, "oppidum", como segundo formante (Jesús Rodríguez Morales utilizó esta hipótesis para reducir el lugar de Amallobriga de un itinerario romano a Montealegre: El Miliario Extravagante, nº 74, 2000), así, el viejo nombre de Ardobriga pudo deturparse mediante asimilación y metátesis *Allogria, y finalmente Alegria > Alegre, por etimología popular.

Los aterrazamientos circulares todavía visibles al noroeste, ocupados por huertas y los chalés de la Carretera Alta del Puerto, pudieron recibir el nombre de Cangrexeiras por su forma, que recuerda al aro que sujeta la red del aparejo de pesca denominado así. Si bien parece mucho más probable que el microtopónimo esté motivado por el aspecto de la calle, donde se expondrían al aire los aparejos y redes cangrexeiras, al ser un asentamiento costero en el que gran parte de sus habitantes se dedicó a la pesca.

Sobre Curuxeiras (entramado de callejuelas, derivado del latín quadruvium) y Atocha (facho, antorcha) ya hemos tratado en otra ocasión, y también sobre A Estrela, que podría provenir por haplología de via stratella (como A Estrada). Asimismo, junto con Daniel de las Heras, hemos vislumbrado la antigüedad del microtopónimo A Insua de Canido: el latín insulam evolucionó en Galicia para expresar no sólo los terrenos rodeados de regos, también una propiedad rústica autosuficente (v. Insua como sinónimo de agra. La Ínsula Barataria).

Campamento ha de entenderse como parte del conjunto, un antecastro aterrazado. 

En A Porta de Neira se articulaba el espacio viario externo entre el Castro de Canido y el Castro de Santa Mariña, estudiado por nosotros hace poco.

Finalmente, en Pardiñas se localizaba la zona de huertas separadas entre sí por muretes o *parietinas, latín parietem, "pared, muro".

Ferrol Vello, con su Rúa do Castro en el entramado de callejuelas de Curuxeiras, sería parte de este gran oppidum desparramado hacia su puerto. En lo alto, el arx del castro, la ciudadela, uno de cuyos accesos pervive todavía en el nombre de la Rúa do Arce, que sube hacia Canido desde Amboage.


Cristo da Tafona de Canido. (C) Museo de la Semana Santa de Ferrol.

Es una lástima que el Cristo da Tafona, o una réplica del mismo, no se exhiba en el lugar que le corresponde, de esta forma no se perdería la información que aportaba su ubicación en la intersección del cardo y del decumano del oppidum de Canido. Se trata, sin duda, de la cristianización de la estructura urbana primitiva articulada a partir del eje catastral en forma de cruz.

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