Son muchas las leyendas en torno a la Torre de Hércules, una de ellas es la que se cuenta en la Historia de España de Alfonso X: el pueblo de los almujuces, adorador del fuego, conquistó la ciudad de A Coruña evitando ser vistos desde el speculum del faro camuflando sus naves con ramas, con lo que parecerían de lejos un bosque flotante. Sobre la identidad de este pueblo hubo varias hipótesis (si fueron celtas, vikingos, vascones...) que recoge Francisco Javier González García en «Las fuentes del relato de la invasión de los almujuces en la Estoria de Espanna de Alfonso X el Sabio» (Mélanges de la Casa de Velázquez, 42-1, 2012, pg. 185-203). El autor acaba por concluir que el motivo del bosque flotante podría ser una creación literaria, un invento del atelier alfonsí, y no proveniente, por lo tanto, de ninguna fuente histórica islámica.
Pero la identidad étnica de los almujuces, madjus (medas, persas), la encontramos en otro texto:
"... ou somet de la tour il composa une ymaige de cupure regardant vers la mer
et lui bailla en la main ung mireoir ayant une telle vertu que sil advenoit que gens de
guerre se missent en la mer en intencion de voulloir faire mal a la cite soudainement leur
ost et leur venue apparoit en ce mireoir et dura jusques au temps de Nabugodenozor qui adverty de la propriete du mireoir
emplit tellement ses gallees de branches et de bois verd et fueillu que sembloit ung bois et
que au mireoir napparut autre chose que boys. Parquoy les courongniens non
congnoissans ce que le mireoir leur monstroit ne se garnirent point darmures et ne se
mirent pas en armes ainsi quilz avoyent acoustume de faire quant leurs ennemis venir veoyent. Et Nabugodenozor les surprint par un matin et print la cite et destruisit le miroir et la
lampe" (Recueil des hystories de Troyes, Raoul Le Fèvre, f. 344-345: "Comment le noble Hercules fonda la cite de Courongne sur la tombe du tirant Gerion").
Existió, asimismo, una leyenda contada por Megástenes según la cual el gran monarca de Babilonia después de haber sometido Tiro se habría llegado a las Columnas de Heracles (A. Haggerty Krappe: "Une légende de Coruña", Bulletin Hispanique, 1931, pg. 193-198).
Ni Krappe conoció a los almujuces del texto alfonsí, ni en la bibliografía usual sobre éstos aparece mención alguna al camuflaje arbóreo de la flota de Nabucodonosor acercándose a Las Columnas (Recueil de Raoul Le Fèvre). Así por ejemplo, A. González Blanco comenta que Alfonso X "nada cuenta de la expedición de Nabucodonosor" ("A propósito de algunos mitos de la historiografía hispana y de sus fuentes", Estudios Románicos, 6, 1989, pg. 1627-1634); la relación e identidad entre ambas fábulas sobre los almujuces y la expedición de Nabucodonosor la establecemos ahora por primera vez, dejando para otra ocasión la investigación del motivo del camuflaje arbóreo o dazzle como posible táctica naval persa en la antigüedad. La veracidad de estas historias a lo mejor simplemente estriba en el histórico sometimiento de las colonias fenicias (incluidas las de Iberia) a la autoridad de Babilonia.
Relieve asirio del British Museum. (C) Dolores González de la Peña, 2013.
Parece que un resto del asedio de A Coruña por Babilonia podría encontrarse en la novela de caballerías El libro de Ponthus, hijo del rey de Galicia y de la bella Sidonia, hija del rey de Bretaña. En esta ocasión la entrada de las tropas en "Couloigne" se ejecuta mediante otro disfraz: camuflados de mercaderes y cargados de plata, seda y especias para comerciar, los babilonios ocultaban sus armas bajo la ropa (BNF, Le livre de Ponthus..., f.1).
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