martes, 30 de julio de 2019

De bodega y boutig


Al sustantivo attegia documentado en la sátira XIV de Juvenal ("maurorum attegias" = cabañas de los moros) se le supone un origen céltico (cfr. Billy y Chambon más abajo). Bajo la forma apocopada Tei- pudo haber sobrevivido en la toponomástica galaica, si nos atenemos a la hipótesis que sostiene Cossue (Miguel Costa) en Umha de celtas: Casa e Estábulo (blog Fror na Area, 2010, con un amplio avance publicado en Celtiberia.net en 2007). La propuesta de Miguel Costa ha sido sintetizada por Cabeza Quiles en un capítulo de A Toponimia celta de Galicia (Toxosoutos, 2014, pg. 477-479: "Tadoufe, Teibade, Teibalte, Teibel..."):

"Os posibles celtismos *tei, "casa" (que só estaría presente en Galicia como topónimo), e vasco *tegi, "alpendre" (este aínda hoxe con valor apelativo), terían correspondencias moi parecidas nas antigas e actuais linguas celtas, caso do irlandés antigo tech, címrico ou galés antigo tig, címrico actual ty, córnico antigo ti, todos co significado de "casa"; e bretón antigo boutig, literalmente "casa de (para) as vacas", é dicir, "corte", palabras celtas que Pokorny no seu Indogermanisches Etymologisches Wörterbuch dá como procedentes dunha base indoeuropea *(s)teg-, "cubrir, tapar", que tamén daría os vocábulos latinos tego, "cubrir, tapar", tectu(m), "teito", tegula(m), "tella" (en canto a cubrición dunha casa), toga, "toga" (en canto a vestido que cubre o corpo dunha persona), etc." (Cabeza Quiles, op. cit., pg. 477).

En relacion con lo anterior, sugiero extrapolar la etimología de boutig a las formas ibéricas bodega y bo(d)iga (1) pues en el galaico-lusitano de San Martín de Trevejo (Cáceres) todavía se mantiene la acepción de "establo" para boiga. Así: "Bóiga d'adentru, adega do vinho, bóiga d'afora, loja dos animais" (Leite de Vasconcelos, "Portugues dialectal da região de Xalma (Hespanha)", Revista Lusitana, 1933, V. 31, nº 1-4, pg. 164-275); "Boiga (bodega) non é só almacén onde se garda o viño, é todo cuarto situado na planta baixa, tanto onde se garda o viño coma onde se gardan os animais, así temos boiga dos cochinus ou cortella, boiga das ovellas ou cortellu, boiga dos animais (vacas e cabalos) ou corte e boiga, sen máis, que é a do viño por antonomasia" (Costas González: "Valverdeiro, lagarteiro e mañego: o "galego" do Val do Río Ellas (Cáceres)", 1999). También en Vasconia la cuadra era "denominada establo y bodega" (Barandarián, Ganadería y pastoreo en Vasconia, 2000, pg. 216 - cfr. también el euskera beitegi, "establo"). El gallego bodega no conservaría más que una acepción residual, que recoge Estraviz: "Dependência acessória à casa, sem pisos nem janelas, onde se guarda palha, aparelhos de lavrança e outras cousas".

Un examen detallado de los topónimos Bodega (por ej. A Bodeguiña y Botica, en el entorno del Castro de Xestal en San Clodio - Ortigueira) y Botella (O Pazo de Irixoa, del diminutivo *boticula) tal vez pueda arrojar alguna luz más sobre este nuevo compuesto posiblemente emparentado con Busto, "boustom (ide. *gwou-stH2-o- ‘lugar para vacuno’)": JJ Moralejo en Callaica Nomina, 2007, pg. 42. Busto y bodega tendrían así la misma estructura morfológica con modificador antepuesto (2). La etimología común de boudig y bodega refrendaría la existencia de una base *teg / tig en galaico-lusitano, cuyo origen pasamos a revisar en relación con attegia.

"A Boiga do Viñu" en San Martín de Trevejo. Boiga d'adentru.
"O que vinu a esta boiga e nun bebeu viñu, ¿a qué vinu?".
(C) Andregoto Galíndez, 2018.

En consonancia con los nuevos datos genéticos que apuntan a un posible sustrato paleolítico de origen norteafricano en Galicia (3), es preciso volver a analizar la primera parte de la propuesta de Álvarez Delgado ("Etimología de "attegia" y sus relacionadas", Boletim de Filologia, tomo X, 1949, pg. 64-76). El autor suponía un origen líbico-bereber para el latín ateggia a partir de los hallazgos de Tovar, que documentó en cheljia tegin = "casa" y en bereber del Sus tigem = "choza":

"La entrada en celta de elementos africanos ha sido apuntada y confirmada por mí en el citado trabajo sobre magalia / mappalia. Seguí en esto la teoría de Fr. Von Velden, en que afirmó que el céltico primitivo se sobrepuso a una capa no indoeuropea, africana de origen, a la que el celta tomó algunos elementos. Y éste es un buen principio metodológico del celta, pues los elementos no indoeuropeos existentes en celta, pero no en las lenguas hermanas, deben pertenecer a ese substrato" (pg. 74). Tras esto, paradójicamente, asegura que "en el caso del céltico teg / tige el indoeuropeísmo de la voz está fuera de duda  [...] ya que sale claramente del radical indoeuropeo del latín tego y su indoeuropeísmo morfológico está garantizado por la ya citada forma griega pariente. Sólo pudo actuar aquí el sustrato africano como elemento de contaminación" (pg. 74). Da la impresión de que iba bien encaminado hasta que alguien le hizo ver que no estaba bien mezclar lo céltico (entendido entonces como ario, reciente y procedente de Centroeuropa mediante el mecanismo invasionista) con lo africano, resultando esta solución para contento de todos, que sostiene la existencia de dos palabras homófonas y sinónimas, bereber tegin, "choza", celta teg / tige, "casa", de origen independiente.

En un estudio de Pierre-Henri Billy y Jean-Pierre Chambon, "Pour la mise à jour du "Thesaurus Galloromanicus": un article d' essai: ATTEGIA" (Revue de linguistique romane, 1990, nº 54), también centrado en la celticidad, o mejor, galicidad, de attegia, se recoge entre las acepciones del término la de «caisse de bois où l'on couche les morts». Resulta significativo que el desplazamiento semántico desde cobijo hacia sepultura aparezca también en el bereber teg / tegue, término que Marcy (apud Ávarez Delgado, pg. 72-75) traduce en contexto funerario como estela (funeraria) o sepulcro, y subraya que "es muy frecuente en bereber pasar de uno a otro en los sentidos de choza, muro, casa, morada, habitación, tienda, sepulcro y poblado".

Parece razonable, por lo tanto, retornar a la idea original de Álvarez Delgado de la existencia en céltico de un sustrato lingüístico no indoeuropeo, de origen norteafricano (probablemente de cronología antigua, paleolítica), al que remitirían las formas tech del irlandés antiguo, tig del galés antiguo, el euskera tegi, el segundo elemento de los compuestos boutig del bretón antiguo y del galés antiguo, así como los de nuestros bodega y adega (este último con la misma estructura morfológica que el latín attegia, a su vez, préstamo del bereber). Por otra parte, el nombre propio femenino lusitano y britano Boudica sería también susceptible de esta interpretación (Hispania Epigraphica, reg. nº 21474: "Boudica Flacci f(ilia)", Sabugal, Guarda), en el sentido de "cobijo, refugio del ganado vacuno" o algo similar: en sánscrito duhitar (inglés daughter, "hija") es literalmente "la que guarda y ordeña el ganado" (el nombre del rol laboral que desempeña la hija dentro de la estructura familiar acaba por usarse como nombre del vínculo de parentesco, o como frecuente nombre personal de las hijas, en el caso de Boudica).

(1) "Patterns of genetic differentiation and the footprints of historical migrations in the Iberian Peninsula", Clare Bycroft, Ceres Fernández-Rozadilla, Clara Ruiz-Ponte, Inés Quintela, Ángel Carracedo, Peter Donnelly y Simon Myers, Nature Communications, 551 (2019). Véanse nuestras conclusiones sobre este estudio en Galicia: o berce atlántico.

(2) En el caso de la pareja busto / stabulum la estructura morfológica es inversa: *bou-sto / *sta-bou.

(3) O bien, reducir el antiguo bretón boutig al latín apotheca, "almacén", del griego apotheke, etimología que se viene aplicando como segura a nuestros bodega y boiga, y al boutique francés. Aunque para Zeuss boutig, glosado como stabulum en las Glossae Cambricae Oxonienses sea sin duda un compuesto con tig, "domus", más bou, "vaccam", que pervive en beudy, "domus vaccarum", y en bawdy, "domus stercorum". 

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