domingo, 22 de julio de 2018

A Santa Compaña cos marcos ao lombo

En el Arquivo do Galego Oral, excelente proyecto cuya infraestructura web es una lástima que no se aproveche para ir completándolo, se recoge una leyenda de Santa Eulalia de Chacín (Mazaricos) grabada por Ángeles Conde García en 1993:

"Si, da Compaña falaban moito, e que andaban cos marcos ó lombo... A xente que ía para o outro mundo viña, e despois os que tiñan o costume de nas colleitas disque tirar a terra para o seu lado, despois viñan e andaban cos marcos ó lombo, porque disque non lles chegaba a terra. E andaban..." (http://ilg.usc.es/ago/audios/39.ogg - ruta: Textos - Temas - Crenzas - Compaña).

También en la recopilación de Contos Galegos de Tradición Oral (Nigratrea, 2002), de Camiño Noia Campos, se recoge la obligación del difunto (alma en pena) de restituir el marco a su sitio, aunque en este caso no lo lleve él sobre su espalda. "O pai aparecido" (pg. 226):

-"Meu pai, que é o que quer? A ver, que llo fagho".
-"Fas dúas misas, unha por a túa nai [...] despois vas a un campo e cambias o marco daquel sitio e polo nun sitio de alí que é onde lle pertenese. Entonses cando ti marques, poñas o marco nese sitio, eu estarei ben".

Constantino Cabal en Los dioses de la muerte. La mitología asturiana, localiza la creencia en el alma en pena portadora de marcos o mojones tanto en Asturias como en Bretaña.

Yo encuentro ejemplos en Francia, como:
  • "J'ai entendu ma mère raconter qu'on rencontrait la nuit un homme portant une pierre sur sa tête (de son vivant, il avait arraché une borne)" (Bulletin de la Société Archéologique du Finistèrre 1975). Le oí a mi madre contar que se encontró por la noche con un hombre que llevaba una piedra sobre la cabeza (cuando estaba vivo él había movido un marco).
  • "L'âme dunne personne qui, de son vivant, a déplacé les pierres bornales à son avantage apparaît sur la forme d'une femme toute noire portant une pierre; elle parcours sous anciennes propiétés, sautant d'une place á la outre et demandant où elle la placera" (Milin, Revue d'histoire des religions, 1896). El alma de una persona que de viva había desplazado los marcos para beneficiarse, se aparecía bajo la forma de una mujer, toda de negro, llevando una piedra; recorría sus antiguas propiedades saltando de un sitio a otro preguntándose dónde la colocaría.

Evidentemente, todo esto ha de ponerse en relación con la conocida pervivencia del marco galaico como equivalente del dios Terminus romano (también un marco, pedrafita o menhir de delimitación). En el derecho romano ya estaba tipificado el delito de mover los marcos: "movere terminos etiam est extraordinarium crimen" (Digesto romano-hispanum..., Juan Sala Bañuls). Pero no es esto lo que quería destacar; como se ve en la selección, la leyenda del alma en pena portadora del marco puede ser interpretada como castigo (Sísifo), o como penitencia purgatoria (reposición del marco a su sitio original). Aquí nos inclinamos a pensar que esta segunda interpretación está contaminada por el cristianismo, siendo la primera la original. En cualquier caso, el mitema habrá de estudiarse conjuntamente con el tipo de leyendas conocido como "La moura constructora de megalitos", que hasta ahora se consideraba el único mito en que aparecían los seres megalitóforos o portadores de grandes piedras.



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